Claudio Panella y Marcelo Belinche




Postales de la memoria, un estudio sobre la identidad de la región*


Palabras clave
Región - Memoria - Identidad – Imágenes - Comunicación


Las imágenes,
nuestros ojos,
viajes a través del tiempo;
exigen ser rescatadas del cajón
de los recuerdos,
hacerse memoria, letra, testimonio.

¿Existe un pasado, un presente y un futuro regional común? ¿Cuáles son aquellos sucesos que configuran una identidad regional? ¿Cuáles son aquellas particularidades que distinguen entre sí y unen a La Plata, Berisso, Ensenada, Brandsen, Magdalena y Punta Indio? Buscando dar respuesta a estos interrogantes es que el proyecto contempla un conjunto de nociones y conceptos con un fuerte anclaje en la historia, en la memoria, en la comunicación y, sobre todo, en las distintas lecturas y relatos que conforman el enorme rompecabezas de la identidad regional.

No hace mucho tiempo, la oleada del posmodernismo parecía arrasar los viejos paradigmas interpretativos en las ciencias sociales. Todos, uno por uno, desde el marxismo al estructuralismo, caían víctimas del relativismo pregonado por estos nuevos estudiosos que aclamaban la pura différance, lo distintivo, lo exótico.

En la Argentina ese proceso fue más devastador porque la identidad cultural venía siendo dañada desde 1976: se abandona o se persigue la idea de construcción colectiva (hecho que ha afectado a casi todos los campos y actores sociales). La identidad como una construcción desde la interacción con el mundo natural o de los otros hombres -con otros que dan sentido y resuelven la tensión entre lo común a todos y lo personal-, fue acorralada. Hasta hace poco tiempo, parecía anacrónico hablar de identidad y, al mismo tiempo, se dejaba de lado cualquier concepción de cultura que permitiese algún análisis de la construcción de la identidad cultural, a partir de la crítica hacia el armado histórico de los cotidianos de las prácticas sociales individuales y/o colectivas (Álvarez Rodríguez, 2004).

¿Cómo sería posible, entonces, hablar de Región, de identidades colectivas? Afortunadamente, la renovación heurística, epistemológica y política ha transcendido el marco de la posmodernidad dando lugar a nuevos enfoques que han permitido, sino superar esta instancia, al menos contar con una mayor variedad y riqueza de abordajes posibles. Estas últimas tendencias no dejan de reconocer lo particular aunque siempre buscan, en forma inexorable, su articulación con lo global.

En este sentido, dos procesos están transformando radicalmente el lugar de la cultura en nuestras sociedades de fin de siglo: la revitalización de las identidades y la revolución de las tecnicidades. “Los procesos de globalización económica e informacional están reavivando la cuestión de las identidades culturales —étnicas, raciales, locales, regionales— hasta el punto de convertirlas en dimensión protagónica de muchos de los más feroces y complejos conflictos internacionales de los últimos años, al tiempo que esas mismas identidades, más las de género y las de edad, están reconfigurando la fuerza y el sentido de los lazos sociales, y las posibilidades de convivencia en lo nacional y aun en lo local” (Jesús Martín-Barbero, 2001).

Por otra parte, el término Región comporta dos significados fundamentales. “El primero, hace referencia a la noción abstracta de un ámbito en cuyo interior se cumplen ciertos requisitos de semejanza u homogeneidad, ya sea que éste se conciba en el mundo material que conocemos o hasta en cualquier lugar del universo. Incluso, la amplitud de esta acepción permite aplicarla hasta como una figura mental”. Por otro lado, el término Región se utiliza “para identificar porciones determinadas de la superficie terrestre” (Juan José Palacios, 1983).

De esta manera, no resulta en vano preguntarse si existe una Región que vincule La Plata, Berisso y Ensenada e incluso Magdalena, Brandsen y Punta Indio. No debemos perder de vista una cuestión central: que las identidades, al igual que la memoria o la historia, son construcciones sociales prohijadas en un contexto determinado y que todas las grandes fuerzas sociales tienen sus precursores, precedentes, análogos y raíces en el pasado. Raymond Williams, autor de la Escuela de Birmingham en Inglaterra, sostiene que las tradiciones residuales son justamente aquellas que, si bien surgieron en el pasado, continúan teniendo influencia significativa en las formas de pensar y en las prácticas del presente.

Sin embargo, esto no las hace prisioneras de ese pasado ni del momento de su gestación porque éstas son contingentes, son susceptibles de ser modificadas, son dinámicas, pueden hacerse y deshacerse, resignificarse. En fin, dejan abierta la posibilidad a múltiples y profundas acciones identitarias ya que los individuos se constituyen desde un flujo descentrado de posiciones, a partir de múltiples polos de identidad, que dependen intensamente del discurso, la estructura social y la memoria para mantener una sensación de coherencia en un mundo en constante cambio.

Asimismo, las identidades son los intentos de organización de las experiencias, son provisorias y relacionales y se diferencian por la particular inscripción del sujeto en una estructura. En este sentido, Ernesto Laclau (1987) sostiene que toda identidad es ambigua, es decir, que no será nunca cerrada y, por lo tanto, no logrará constituirse como diferencia en una totalidad cerrada. No hay clausura, homo clausus, sino que la identidad será en mayor o menor medida un significante flotante. Esto significa que un agente social, para Laclau, no es nunca un “hombre en general”. Contrariamente es un sujeto concreto constituido por redes discursivas precisas y limitadas, redes de experiencias que afirman la limitación, finitud e historicidad del sujeto y niegan toda trascendencia.

El concepto de historicidad, que no es lo mismo que historiografía, resulta aquí importante. No es una cuestión de mera cronología donde el tiempo es el eje ordenador del acontecimiento. Por el contrario, la historicidad es comprender el fenómeno en la complejidad. “Entender la complejidad del fenómeno en el momento en que se aborda, sin necesidad de hacer grandes reconstrucciones histórico - genéticas” (Zemelman, 1998).

Lo cierto es que la Región se corresponde con sus tres poblaciones principales. Las diferencias temporales en el origen de cada una de estas entidades sociopolíticas refuerzan su identidad propia, a la vez que los estrechos lazos que salvan esas diferencias, hacen lo propio respecto a una identidad compartida.

Actualmente, la Región ocupa un espacio geográfico claramente definido por los límites de los tres partidos: La Plata, Berisso y Ensenada. Si bien, estos partidos tienen como fecha fundacional 1882 y 1957 respectivamente, las comunidades que los integran tienen un pasado mucho más remoto que esta delimitación territorial.

Este territorio —y mucho más allá de él— constituía antiguamente el Pago de la Magdalena, que se extendía desde las cercanías de Avellaneda hasta Samborombón. En 1776 se funda Magdalena. Y ya conformado el Virreinato del Río de la Plata y con Buenos Aires convertida en un puerto de importancia, se funda en 1801 la conocida como la Ensenada de Barragán, costas donde en 1807 se produjeron las Invasiones Inglesas.

A partir de entonces, la Región no se mantuvo ajena a los acontecimientos del proceso revolucionario de 1810 y al posterior periodo de guerras. En 1827, la caleta de Ensenada fue escenario también de la batalla de Monte Santiago.

La posterior organización del Estado Nacional en torno a un modelo económico agroexportador aceleraría en las últimas tres décadas del siglo XIX el surgimiento de nuevos centros poblacionales. En 1871, nacieron Berisso y Tolosa. En 1875, toma cuerpo el pueblo de Brandsen.

Luego, el problema de la capital que arrastraba la Nación desde su independencia fue resuelto. Una ley expropiaba a la ciudad de Buenos Aires a su Provincia y encomendaba la construcción de una nueva capital. Así, en 1882, se funda La Plata, provocando un inesperado giro modernizador en el viejo Pago. Al año siguiente, nacía Los Hornos para fabricar los ladrillos con los que se construiría la ciudad soñada.

De esta manera, en una etapa prehispánica y durante el siglo XIX, la Región puede individualizarse como “La Ensenada”, en particular desde la conquista española, cuando este accidente geográfico fue registrado e identificado desde “afuera”, desde el río hacia el interior. Esta toponimia de conquista selló un nombre que perduraría en la Ensenada de Barragán (1727), y de allí en más lo que sucediera en esa Región como las Invasiones Inglesas (1807) o lo anterior a la conquista (pueblos originarios que habitaron la zona de La Ensenada), estaría marcado por esa denominación.

Más tarde, la Independencia, las guerras civiles, la inserción del país en el mercado mundial y la organización del Estado la irán modificando y afectando con los consecuentes cambios económicos y políticos. La preponderancia ganadera en la economía pampeana acarreará sucesivamente el saladero, el ferrocarril y la instalación de una ciudad capital para Buenos Aires. En cada paso nacieron nuevos centros poblacionales, con comunidades constituidas por los flujos de población atraída o desplazada por esos cambios.

En el mundo del trabajo es donde deben buscarse los orígenes de estas comunidades: peones rurales, ferroviarios, albañiles, obreros de la carne, empleados públicos, provenientes ellos de culturas diferentes. En esta identidad trabajadora común, debe rastrearse una matriz compartida que fue fraguando no sin conflictos, como una marca distintiva frente a la provincia interior y posteriormente diferenciada también históricamente de la del conurbano bonaerense.

Las redes que conforman esta identidad regional están conformadas por los medios geográficos y de comunicación, los centros productivos, administrativos, educacionales por donde circulan las personas, las ideas y los bienes culturales en las que se fusionan, confrontan y fundan tradiciones históricas, políticas, deportivas, culinarias.

Estas vinculaciones que nos permiten plantear la idea de una identidad común se asienta en una serie de pilares cuya elección, si bien arbitraria, reflejan el “ida y vuelta” entre los tres componentes de esta Región. De más está aclarar que estas divisiones difícilmente pueden representar acabadamente los vínculos que dan coherencia a una unidad que, con diferencias, localismos e identidades propias, no pude sino pensarse en clave regional. Porque justamente aquello propiamente platense, como los otros elementos que distinguen al habitante de Ensenada o a aquel de Berisso, Magdalena, Brandsen o Punta Indio, son los condimentos propios, la sustancia y la forma de esta Región.

De este modo, nuestro patrimonio histórico-cultural está constituido por elementos y manifestaciones tangibles e intangibles producidas por la sociedad, resultado de un proceso histórico en donde la reproducción de las ideas y del material se transforma en factores que identifican y diferencian a esta Región. Lo periodístico y lo literario. Las palabras en la historia. Las fotografías y, los relatos y las vivencias en torno a ellas. La subjetividad, la memoria. Lo cotidiano, los pequeños espacios.

Originalidad

En la búsqueda de la información acerca de nuestro pasado, hay valiosos aportes acerca de la historia de la Región en su etapa pre y post fundacional, libros clásicos como los de como José María Rey[1] y Antonino Salvadores[2], trabajos regionales con enfoques parciales resaltando alguno de los valores o atributos de la ciudad[3], investigaciones tradicionales de tipo narrativa como las obras escritas en homenaje a sus cien años[4] con el objetivo de dejar constancia de la creación, evolución y situación actual de la cuidad y los Proyectos que aspiran a convertirla en Patrimonio Cultural de la Humanidad[5].

Asimismo, es importante resaltar la contribución de autores locales, quienes más allá de analizar el porqué de los extraños vaciamientos documentales y la búsqueda de las razones en la trama política de la época fundacional, las creencias, las ambiciones y los procederes de sus protagonistas, dejaron en evidencia el vaciamiento documental de la historia local, la existencia de informaciones revueltas y hasta contradictorias, a las que hay que ordenar y dotar de sentido.

“El proceso histórico regional no es sino reflejo y consecuencia de los procesos generales que afectaron a la historia del país: la verdadera peculiaridad de una Región se conocerá sólo al considerarla en su contexto nacional y su dimensión histórica.” (Palacios, 1983). A esto apunta este programa: búsquedas de pequeños retazos —imágenes, testimonios y otros fragmentos de esta historia— dispersos en la memoria colectiva, búsqueda de propuestas propias, locales, regionales, nacionales, latinoamericanas, en un contexto donde habitualmente se siguen las tendencias y recomendaciones dominantes emanadas de los organismos económicos mundiales —OMC, FMI, BM— que someten a la lógica globalizadora del mercado la cultura, la comunicación y la educación (Vidal Beneyto, 2002).

El proyecto Postales de la Memoria procura eludir aquella concepción que plantea la construcción del conocimiento como un agregado de especificidades disciplinares, y abordar el objeto de estudio a través de una matriz de pensamiento (Zemelman, 1998). Además, se propone fomentar el lugar y el valor insustituible de las imágenes en el conocimiento y la escritura de la historia. Un manual de fotografía para aficionados de 1926 afirma que "la posibilidad de fijar el momento, la facultad de esta máquina (el aparato fotográfico) de vencer al tiempo, le da a la fotografía una misión moral con confines inexplorados". La comprensión cultural de las imágenes fotográficas no concierne meramente a su lectura referencial, sino que abarca sus relaciones con otras imágenes y textos, las formas de creación de significados en un contexto dado, sus vínculos con la realidad y con los sujetos históricos que la consumen.

Etapas del proyecto

Postales de la Memoria presenta cuatro grandes etapas de trabajo, todas ellas abocadas a la producción de diversas piezas comunicacionales, producto de la aplicación de las técnicas adecuadas y una metodología de trabajo basada en la coordinación de un equipo interdisciplinario y el apoyo de especialistas para el análisis y la interpretación más integral del patrimonio histórico-cultural de la Región.

La primera etapa fue una línea de tiempo digital; la segunda, un catálogo de postales digitales; la tercera, una muestra de fotografías itinerante y la última, la publicación de un libro.

En 2010 se llevó a cabo el planeamiento integral del proyecto, el diseño de la identidad visual del mismo y la concreción de la primera etapa.

Durante el planeamiento, se contempló que la información recabada como parte de la investigación sería utilizada en el marco de los festejos programados por el Bicentenario de la patria en la Universidad Nacional de La Plata, por lo cual fue necesario definir una identidad visual para Postales de la Memoria.

Para llegar a esta identidad se hizo un largo recorrido. Se pensó utilizar como imagen, el diente de león o más comúnmente conocida flor de panadero que era muy atractiva visual y conceptualmente, pero como no era una flor autóctona de la Región sino introducida por los inmigrantes rusos, surgía un problema con los pueblos originarios.

Finalmente, se llegó a la Cortaderia selloana, Pampa grass o Cola de zorro que es una especie original de la Región del Plata, sobre todo de Magdalena y Punta Indio. Sus alargadas hojas se mecen con la brisa marcándonos la dirección del viento. Sus flores son espigas densas con pelos blancos, amarillos, rojizos, verdes o púrpuras. Al madurar la planta, las semillas se esparcen fácilmente en miles de fragmentos dando lugar a la formación de nuevas colas de zorros. Conceptualmente, se lo puede vincular con los objetivos del proyecto porque remite a diseminar los recuerdos para que sigan brotando y generando nuevos sueños.

Publicación de la Línea de Tiempo digital

La primera etapa de este proyecto se basó en la confección de una línea de tiempo digital, disponible en el Portal Universitario (http://www.unlp.edu.ar/postales) que va desde los orígenes de la historia de la Región —la cual comienza por el 1520 cuando la caleta de Ensenada fue registrada e identificada por el navegante portugués al servicio del rey de España, Hernando de Magallanes— hasta la actualidad.

El diseño y las características de la misma es una invitación a repasar —y descubrir— todos los hechos, personajes e historias que marcaron el pulso de la Región: desde las primeras familias de inmigrantes, pasando por la instalación de los primeros centros industriales, la construcción de los edificios del casco histórico, la fundación de los diferentes clubes e instituciones culturales hasta las festividades costumbristas que se realizan año a año.

De acuerdo a la información obtenida producto de la investigación es que la línea de tiempo fue estructurada en base a nueve categorías: Comienzos; Desarrollo; Salud, Ciencia y Educación; Cultura; Comunicación; Deporte y Recreación; Política y Movimientos Sociales, ; Arquitectura; y Festividades y visitantes. El usuario puede optar por recorrerla en forma integral o personalizar su recorrido escogiendo una o más categorías temáticas de acuerdo a su interés.

La elección de un software libre de Open Sourse permitió estructurar cada ítem de la línea de tiempo en categorías, fecha (año, mes, día), título del acontecimiento y descripción del mismo. Asimismo, la línea posee hipervínculos internos que enlazan el acontecimiento presentado con informaciones relacionadas.

A continuación se mencionan algunos de los más de 600 acontecimientos publicados en las distintas categorías mencionadas.

Comienzos

1801 - Primer puerto
El primer puerto instalado en la Región fue el de Ensenada, ubicado en la desembocadura del arroyo Doña Flora y del Río Santiago. Con la destrucción del Puerto de Buenos Aires por un temporal, se solicita la habilitación de este puerto. El contrabando, la cercanía con Buenos Aires y la tendencia al monopolio generada por los comerciantes de Montevideo, generaban inconvenientes para su habilitación. Sin embargo, las condiciones naturales favorables del lugar y el abastecimiento de las naves que llegaban allí, provocaron su definitiva instalación. Esto permitió el establecimiento de saladeros, mataderos y otras industrias y el incremento de la población.

1848 - Juan Bautista Berisso llega a la Argentina
Nació en 1834 en Lavagna, una pequeña ciudad de Italia. Fue el primer integrante de la familia en llegar a Buenos Aires en un buque a vela, cuando tenía sólo 15 años de edad. Su primer trabajo fue en una chanchería. Luego, abrió su propio despacho de carne. En 1871, se estableció en la región con el saladero “San Juan”, dando lugar a la formación de un pueblo que llevaría su nombre. En 1882, instaló un astillero y un taller mecánico en La Boca. Falleció en Buenos Aires, en 1893.

Desarrollo

1863 - Construcción del Ferrocarril Ensenada - Buenos Aires
El ferrocarril que unía el Puerto de la Ensenada con el de Buenos Aires era necesario para transportar la vasta cantidad de productos producidos por los saladeros. Su construcción significó un gran incremento del desarrollo económico de la zona. El 31 de diciembre de 1872, se inauguró la cabecera Ensenada en la actual sede náutica del Club de Regatas en las márgenes del Río Santiago. De esta manera, quedó completo el recorrido que iba de La Boca-Riachuelo a Ensenada y abarcaba las estaciones Estación Central, Venezuela, Casa Amarilla, General Brown, La Boca, Barraca Peña, Tres Esquinas, Empalme, Barracas al Norte, Barracas Puente, Barracas Iglesia, Bernal, Quilmes, Berazategui, Conchitas, Pereyra, Punta Lara y Ensenada.

1885 - Alumbrado
El primer sistema de alumbrado utilizado en La Plata fue el de faroles a querosén. Contaba con 490 y su mantenimiento demandaba casi 4000 litros mensuales de querosén. El Dr. Dardo Rocha, buscando dotar a la ciudad de un sistema de iluminación moderno y más barato, invitó a un representante de la Brush Electric Company de Cleveland a recrear las exitosas pruebas con alumbrado eléctrico que se habían realizado en Buenos Aires. En 1884, se instala la primera usina. La ciudad de La Plata fue, así, la primera ciudad de América que tuvo luz eléctrica que reemplazó a la de gas.

Salud, Ciencia y Educación

1884 - Inauguración Hospital "Melchor Romero"
La creación del Hospital se decidió por una Ley provincial promulgada en 1882, con el nombre de "Hospital General de la ciudad de La Plata". El 24 de abril de 1884, abrió sus puertas con el nombre de "Melchor Romero", siendo su misión atender a los pobres de solemnidad, atacados de enfermedades comunes o de demencia. Desde 1945, tiene por denominación "Hospital Interzonal Especializado (Neuropsiquiátrico) de Agudos y Crónicos Dr. Alejandro Korn" y se especializa en enfermedades mentales.

1885 - Inicia sus clases el Colegio Rafael Hernández
Se sancionó un decreto del 25 de febrero de 1885 por el que se dispuso la creación de un Colegio Provincial para varones en La Plata, incorporado al Colegio Nacional de Buenos Aires. Ese mismo año, el Colegio inicia sus clases. En 1887, se convierte en Colegio Nacional. En 1905, pasa a depender de la Universidad Nacional de La Plata como uno de sus cinco institutos de enseñanza preuniversitaria y se instala en su edificio actual de 1 y 49. Desde 1953, lleva el nombre de "Rafael José Hernández". Se convirtió en un centro de experimentación, investigación y desarrollo de nuevas propuestas pedagógicas. Formó a René Favaloro, Ernesto Sábato, Bernardo Manzino, Julio Palmáz, Moisés Rubinstein, entre otras personalidades. Tuvo como docentes a Alejandro Korn, Ezequiel Martínez Estrada, Pedro Henríquez Ureña, José Hernández Arregui, entre otros.

Cultura

1880 – Benito Lynch, reconocido periodista y escritor
Nació en 1880 en algún lugar de la provincia de Buenos Aires. Pasó sus primeros años en un campo de Bolívar y el resto de su vida en la ciudad de La Plata. Su padre fue uno de los fundadores del diario El Día, medio en el cual Benito Lynch ejerció tempranamente el periodismo y publicó también sus primeros cuentos. Se consagró como escritor criollista con dos obras: Los caranchos de la Florida (1916) y El inglés de los güesos (1922). En 1938, por no gustarle los actos públicos, se negó a recibir el título de doctor honoris causa conferido por el Consejo Superior de la UNLP. Su personalidad hermética y reacia a los ámbitos de figuración social y del mundo literario de entonces, envolvió su vida privada en un halo de misterio. Cuando falleció el 23 de diciembre de 1951 en La Plata, hacía ya una década que había dejado de publicar.

1885 - Inauguración del Teatro Apolo
El Teatro Apolo estaba ubicado en la calle 54 entre 4 y 5. Se inauguró con la puesta en escena de Il Trovattore, a cargo de la prestigiosa compañía italiana dirigida por el actor Julio Sausoni Dalnegro. En 1886, debutó en este teatro la mundialmente célebre actriz Sara Bernhardt, quien realizó La Dama de las Camelias.

Comunicación

1884 - Diario El Día, decano de la prensa platense
Diario matutino más antiguo de la ciudad de La Plata. Su primer número salió a la calle el 2 de marzo de 1884. Pertenecía a Martín Biedma, Julio Botet, Manuel Lainez y Arturo Ugalde. Su primer director fue José María Mendia. La redacción y los talleres estaban ubicados en 49 entre 7 y 8 a pocos metros de la Estación del Ferrocarril Sud, hoy Pasaje Dardo Rocha. Ya en 1889, a pocos años de haber comenzado a funcionar, su tiraje era de 3780, número que cubría el total de la población platense de entonces.

1957 - Fundación de la Revista Pulso de Berisso
Imar Lamonega, Mariano García Izquierdo, Walter Elenco, Aurelio Farías y Carlos Amado editaron la revista Pulso de Berisso. La dirección estaba a cargo de Federico Carranza. Salieron pocos números.

Deportes y Recreación

1903 - Fundación del Club Reconquista
Se creó por iniciativa de un grupo de vecinos entre los que se encontraban Alfredo Colucci, Francisco Bueno, Juan José y Felipe Gallo y, quien fue el primer presidente de este club, Luis Bruzzone. Surgió con el nombre "Club Atlético Nacional" y su sede original se encontraba en la calle 41 entre 14 y 15. Nació con el objetivo de practicar toda clase de deportes y fomentar la cultura física. En 1936, un decreto prohibió a toda asociación o entidad particular el uso de la expresión "nacional", por lo que pasó a llamarse "Asociación Cultural y Deportiva Reconquista". En 1939, se fusionó con la Asociación Liverpool.

1905 - Julio Mocoroa, el “bulldog” platense
Nació en La Plata en 1905. Cursó en el Colegio Nacional. Fue campeón latinoamericano de boxeo en peso pluma en 1923 y campeón argentino en la misma categoría en 1926. Consiguió la llave de la historia por el épico combate que sostuvo con Justo Suárez, en el viejo estadio de River Plate ubicado en la avenida Alvear y Tagle, el 20 de marzo de 1930. Su record profesional marcó un total de 23 peleas con 18 triunfos, 3 derrotas y 2 empates. Falleció en 1931.

Política y Movimientos Sociales

1896 - Huelga ferroviaria en Tolosa, reclamos y paro general
En los talleres de Tolosa del Ferrocarril del Oeste, comenzó el reclamo por la implantación de ocho horas de trabajo; la supresión del trabajo por pieza; la anulación del trabajo los días domingos, y el pago doble de las horas extras. Como la respuesta de las empresas ferroviarias británicas fue una rotunda negativa, se llegó al paro. Se sumaron a la protesta los talleres de Caballito, Solá, Buenos Aires, Ensenada, Central Argentino, Rosario, Santafesino, Central Norte, Córdoba, Quilmes y Junín, entre otros. La huelga siguió durante meses. No se logró el triunfo, pero esta primera huelga general fue una gran experiencia de organización y alcance para las batallas posteriores. Hubo una concreta manifestación de solidaridad internacional. Luego de esta huelga, la patronal comenzó a exigir al Gobierno la expulsión de los extranjeros. Esto se concretaría en 1902 con la sanción de la Ley de Residencia, que habilitó a expulsarlos sin juicio previo.

1957 - Autonomía municipal de Berisso y Ensenada. Decreto Ley 4656
Las tierras de la zona que ocupa actualmente la ciudad de Berisso se encontraban, desde 1821, dentro del partido de Ensenada, dependiendo de ese municipio hasta 1866 cuando pasaron a ser parte de La Plata. En 1885, se dispuso la creación de la Delegación de la Ensenada para integrarla hasta 1919. Para ese entonces, el impulso de la industria de los frigoríficos, la inmigración y el aumento de la actividad comercial había cambiado las características del lugar, por lo que se dispuso la instalación de una Delegación propia. El 3 de abril de 1957, se dictaminó la creación de los Partidos de Berisso y Ensenada con asiento en territorio de jurisdicción del Partido de La Plata.

Arquitectura

1888 - Inauguración de la Legislatura
De un severo estilo clásico, con elementos del Renacimiento Alemán, la obra, iniciada en 1883, se ejecutó bajo la dirección del Arq. Carlos Nordman. Se inauguró el edificio en 1888 al habilitarse la Cámara de Diputados, y, en 1889, se hizo lo propio con el recinto del Senado.

1892 – Construcción del Palacio Campodónico
El terreno donde se emplaza el Palacio Campodónico pertenecía a Juana Zapettini. Alrededor de 1940, lo adquirió Lázaro Campodónico, tomando su nombre. En 1964, lo compró el gobierno provincial y, en 1976, se lo destinó al Registro Civil, que lo utilizó durante 21 años. Desocupado aproximadamente durante cinco años, el edificio se transfirió desde la provincia de Buenos Aires a la órbita de la Municipalidad de La Plata. El Palacio Campodónico constituye un ejemplo de vivienda burguesa de fines del Siglo XIX.

Festividades y visitantes

1933 - García Lorca visita el Colegio Nacional de La Plata
El poeta español Federico García Lorca (1898 – 1936) llegó en barco al puerto de Buenos Aires el 13 de octubre de 1933 y permaneció hasta finales de marzo de 1934. Fue invitado al país por iniciativa de la Sociedad Amigos del Arte, para dar una serie de conferencias y asistir a la representación de Bodas de Sangre a estrenarse en el Teatro Maipo. El 13 de diciembre de 1933, visitó la ciudad de La Plata. Estuvo en el Colegio Nacional Rafael Hernández donde disertó sobre teatro y fue agasajado con un almuerzo en la colonia de vacaciones de la Escuela Joaquín V. González.

1956 - Muñecos de fin de año, primera quema
Todos los 31 de diciembre en la ciudad de La Plata se realiza una quema de muñecos gigantes. Alrededor de 15 ó 20 días antes, cada familia o grupo de amigos comienzan con el armado de las estructuras de cada muñeco. Algunos se financian con donaciones de pequeños negocios del barrio, otros organizan fiestas previas en los clubes, pero la mayoría utiliza el corte de calle para pedir monedas a los autos que pasan. Este peculiar modo de celebración se originó el 31 de diciembre de 1956, cuando, en homenaje a la consagración invicta del Club Defensores de Cambaceres, se quemó en la esquina el primer muñeco. Desde 1999, dada la gran cantidad de muñecos, hay una norma municipal que traza requisitos para su construcción: altura, materiales, ubicación, entre otros.

Proyecciones 2011

Por sus objetivos en el largo plazo, el Proyecto fue radicado a finales de 2010 como Programa del Centro de Investigación en Lectura y Escritura (CILE) de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social (FPyCS).
Dentro de la planificación para los años próximos, este Programa proyecta formar en investigación y en extensión a estudiantes universitarios de las distintas carreras de la UNLP y, particularmente, a alumnos de la FPyCS. Asimismo, se propone, por un lado, diseñar y ejecutar proyectos de investigación vinculados al análisis de imágenes, testimonios y diversas piezas gráficas preexistentes (por ejemplo, las tapas de los diarios locales más representativos de la Región desde sus orígenes hasta su cierre o, inclusive, aquellos que continúan hasta el presente); y, por el otro, crear piezas comunicacionales que rescaten, a través de la lectura y la escritura, la memoria de la Región.
Por otra parte, la producción desarrollada será difundida para ser utilizada como material pedagógico de consulta en las escuelas, bibliotecas y museos de la Región.

Bibliografía

ÁLVAREZ RODRÍGUEZ, C. Algunos aportes y propuestas para su discurso político, La Plata, Instituto Cultural de la Provincia de Buenos Aires, 2004.
LACLAU, E. “Más allá de la positividad de los social: antagonismo y hegemonía”, en Hegemonía y estrategia socialista, Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica, 1987.
MARTÍN-BARBERO, J. “Tecnicidades, identidades, alteridades: des-ubicaciones y opacidades de la comunicación en el nuevo”, Guadalajara, México, Departamento de Estudios Socioculturales, Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO), 2001.
PALACIOS, J. “El concepto de Región: la dimensión espacial de los procesos sociales”, en Revista Interamericana de Planificación Nº 66, México D.F., 1983.
VIDAL BENEYTO, J. La ventana global. Ciberespacio, esfera pública mundial y universo mediático, Madrid, Taurus/Unesco, 2002.
ZEMELMAN, H. “Conocimiento e intelectualidad en América Latina”, en Conversaciones didácticas. El conocimiento como desafío posible, Cap. I, Buenos Aires, Universidad Nacional de Comahue, Editorial Educo, 1998.




[1] Rey, José María. (1932), La nueva capital. Los primeros cinco años de su construcción, La Plata, Peuser.
[2] Salvadores, Antonio. (1932), Fundación de la ciudad de La Plata. Documentos Éditos e Inéditos, La Plata, Publicaciones del Archivo Histórico de la provincia de Buenos Aires.
[3] Morosi. Julio A. La Plata a través de los viajeros: 1882-1912. Recopilación, resumen y notas de Alfredo Amarla Iniciarte / FAHCE, UNLP (1935), La ciudad del Bosque: Viñetas Platenses. La Plata. / FAHCE, UNLP (1999), Ciudad de La Plata, tres décadas de reflexiones acerca de un singular espacio. La Plata, C.I.C.
[4] Municipalidad de la Plata. (1982), La Plata, una Obra de Arte (1882-1982), La Plata / Soler, Ricardo. (1982), 100 años de vida platense, La Plata, El Día, Sociedad Impresora Platense
[5] Fundación CEPA-Centro de Estudios y Proyección del Ambiente. (1997), La Plata, Patrimonio Cultural de la Humanidad, La Plata. / Pesci, Rubén. (2003), La Plata, Ciudad Patrimonio, La Plata, Fundación CEPA. / Dirección General de Prensa y Comunicación Social. Municipalidad de La Plata. (2004), La Plata, Argentina, La Plata.

* Postales de la Memoria: Estudio de la identidad de la Región 1 del Sistema Educativo Bonaerense (La Plata-Berisso-Ensenada-Brandsen-Punta Indio-Magdalena) en el Bicentenario de la Revolución de Mayo de 1810-2010, Proyecto 11/P171 enmarcado en el Programa de Incentivos del Ministerio de Educación de la Nación y acreditado por la Comisión de Investigaciones Científicas de la Provincia de Buenos Aires (CIC). Director: Lic. Marcelo F. Belinche. Co-director: Lic. Luciano Sanguinetti. Integrantes: Prof. Enrique Garguin, Lic. Rossana Viñas, Lic. Jorge Castro, Lic. María Laura Jaureguiberry, Lic. Laura M. Casareto, Prof. Guillermo Clarke, Prof. Horacio Bustingorry. Colaboradores en la redacción del artículo: Lic. María Laura Jaureguiberry, Lic. Laura M. Casareto.