Nathalie Iñiguez Rímoli, Gonzalo Permuy Vidal
y Genoveva Surraco




La regionalización como modelo*
Forma de citar
IÑIGUEZ RÍMOLI, Nathalie; PERMUY VIDAL, Gonzalo y SURRACO, Genoveva: “La regionalización como modelo”, en Anuario de investigaciones 2012, La Plata, Facultad de Periodismo y Comunicación Social, UNLP, 2013.





¿Un medio para la descentralización?
Gonzalo Permuy Vidal

El 16 de marzo de 2011 se envió un Proyecto de Ley Marco de Regionalización a la legislatura provincial. La norma pretende avanzar sobre los artículos 124 y 125 de la Constitución Nacional, tal como quedaron redactados tras la reforma de 1994. El primero de ellos  señala que "las provincias podrán crear regiones para el desarrollo económico y social", lo que supone el surgimiento de pautas de complementación y de coincidencia -voluntaria y dirigida a fines determinados- tendientes a generar nuevas condiciones para el crecimiento armónico del país. Por supuesto, no sería razonable extraer de la mencionada cláusula constitucional, la conclusión de que las provincias comprometidas en un proyecto regional deberán abdicar del manejo de los resortes de su economía y de sus atribuciones en materia social. El segundo artículo señala que “las provincias pueden celebrar tratados parciales para fines de administración de justicia, de intereses económicos y trabajos de utilidad común con conocimiento del Congreso Federal; y promover su industria, la inmigración, la construcción de ferrocarriles y canales navegables, la colonización de tierras de propiedad provincial, la introducción y establecimiento de nuevas industrias, la importación de capitales extranjeros y la exploración de sus ríos, por leyes protectoras de estos fines, y con sus recursos propios”. Las provincias y la ciudad de Buenos Aires pueden conservar organismos de seguridad social para los empleados públicos y los profesionales y promover el progreso económico, el desarrollo humano, la generación de empleo, la educación, la ciencia, el conocimiento y la cultura. El peligro latente, en esta proyectada evolución institucional, es precisamente el opuesto: que su aplicación se traduzca en la creación de estructuras burocráticas desmesuradas. La aptitud para eludir ese riesgo es algo que habrá de verse en el camino y dependerá de la prudencia y la racionalidad de los gobiernos involucrados en cada caso.

Desde una perspectiva más general, se trata de la posibilidad de coordinar políticas, de evitar la superposición de empeños análogos y de asignar correctamente los recursos disponibles. Corresponde a la estructura política -y, en especial, a legisladores nacionales y provinciales- arbitrar los cuidados necesarios para evitar que la organización propuesta no derive en costosas e innecesarias estructuras.

De la instrumentación del proyecto podrían esperarse, en el corto plazo, ciertos logros contables, útiles -acaso- para la actual administración. Pero los grandes temas institucionales se bastardean a partir de consideraciones de ese tipo: su ámbito natural es el de la política vista como una proyección de la voluntad pública hacia lapsos que van más allá de pasado mañana. 

El Plan de Regionalización tiene como pilares fundamentales:
I. La instalación del criterio de gobierno basado en regiones productivas, socioculturales.
II. La Descentralización.
III. Mayores autonomías para los municipios.
IV. Shock tecnológico a nivel del Estado.
V. Reforma administrativa general del aparato público.
VI. Nuevo Estado central redefinido a partir de la regionalización operativa.

Nueve regiones para la Provincia

El proyecto contempla la creación de nueve regiones para la provincia: cuatro en el interior, cuatro en el Conurbano y La Plata que será región capital. La provincia quedaría dividida en 8 regiones, además de la central:
Región 1: corresponde a los distritos del norte de la provincia, con epicentro en las ciudades de Pergamino y San Nicolás.
Región 2: corresponde al  centro-oeste, con epicentro en Olavarría.
Región 3: corresponde al centro y Sudeste, con eje en Tandil, Mar del Plata y Dolores.
Región 4: corresponde a Bahía Blanca, Tres Arroyos y Coronel Suárez, entre otras.
Región 5 a 8: corresponde al conurbano divididas por cercanía y correlato político cultural y social.

Cada una de esas regiones tendrá un administrador designado por el Ejecutivo que adquirirá cargo ministerial y podrían llegar a conformar una nueva cartera con cambios en la estructura ministerial de la Provincia.

El desafío es pensar en qué medida la regionalización funciona como modelo para la descentralización. Sabemos que la provincia de Buenos Aires es una provincia altamente centralizada, con conglomerados urbanos focalizados y donde se encuentra el 40 % de la población del país. Con un sistema productivo que responde a la centralización y focalización antes mencionada.

Descentralización

Cuando hablamos de la noción de descentralización, estamos suponiendo la transferencia del poder de un gobierno central hacia autoridades que no están jerárquicamente subordinadas. Estas relaciones tienen la característica particular de ser horizontales, no jerárquicas. Podemos decir entonces que la centralización y la descentralización son dos maneras opuestas de transferir poder en la toma decisiones y de cambiar estructuras organizacionales. Un Estado centralizado es aquel en el cual el poder es atribuido a un gobierno central, de manera que los gobiernos locales actúan como sus agentes. Por el contrario, un Estado descentralizado otorga mayor poder a los gobiernos locales, y les permite tomar decisiones propias sobre sus esferas de competencias. La descentralización de un Estado puede ser política, administrativa y social en distintos grados o niveles.

Pensar en descentralizar implica transferir competencias desde la administración central; dotar de entidad jurídica al órgano descentralizado; asignar un patrimonio propio y una gestión independiente.

La descentralización refuerza el carácter democrático de un Estado y el principio de participación colaborativo consagrado en numerosas constituciones de la tradición jurídica hispanoamericana.

Formas de descentralización del Estado

Podemos decir que la descentralización, “se puede considerar como un proceso social de transferencia de competencias desde la administración central a las administraciones intermedias y locales”. Sus formas pueden ser:

· Descentralización horizontal. Es la que dispersa el poder entre instituciones del mismo nivel, como por ejemplo las decisiones sobre el gasto de un ministerio que puede distribuirse entre varios.
· Descentralización vertical. A diferencia de la anterior, permite que algunos poderes del gobierno central se deleguen hacia niveles de administración inferiores (locales o territoriales) y puede adquirir las formas ya referidas de desconcentración, delegación y/o devolución.
· Descentralización administrativa. Supone el traslado de competencias de la administración central del estado a nuevas personas jurídicas de derecho público, dotadas de un patrimonio propio. Aunque el poder central tiene un control muy limitado sobre las actividades de las entidades documentadas, éstas se encuentran sujetas a las órdenes de aquel y no gozan de personalidad jurídica propia. El objetivo de este tipo de descentralización es lograr una gestión administrativa más ágil y efectiva.
· Descentralización política. En ella los poderes, competencias y funciones administrativas, normativas y de gobierno se trasladan a un órgano con una base territorial determinada (región, territorio, localidad, comuna, etcétera), una cierta autonomía para crear su propio derecho y un origen democrático dimanado de un proceso electoral. Para algunos especialistas lo más importante de la descentralización política es que supone un centro decisorio con capacidad para crear derecho, normas de igual jerarquía que la ley común; por el contrario, la descentralización administrativa acota la facultad de la entidad descentralizada de ejecutar la ley nacional o dictar excepcionalmente normas jurídicas bajo la jerarquía de la ley común.
· Descentralización funcional. Consiste en el reconocimiento al órgano correspondiente de competencias específicas o delimitadas sólo a un sector de actividad; es decir, el Estado asigna una función técnica o de servicios a una entidad gestora que dispone de personalidad jurídica y patrimonio propio. Un ejemplo puede ser una empresa pública.
· Descentralización territorial. Entraña el traspaso de poder decisorio a órganos cuyo ámbito de actividad o jurisdicción lo constituye un territorio o una localidad.
· Descentralización mixta. Las dos formas anteriores se pueden combinar y dar paso a una descentralización política con una base territorial, como es el caso de los gobiernos territoriales, o bien a una funcional y territorial, como sucede con una empresa estatal en una provincia.
· Descentralización fiscal. Esta forma nace de “la búsqueda de eficiencia en la prestación y el financiamiento de bienes públicos locales y nacionales; significa alcanzar un equilibrio entre los niveles impositivos, los gastos, las transferencias de los gobiernos centrales y los reglamentos impuestos sobre un gobierno local determinado.”
El tema de la descentralización sigue siendo muy polémico y de gran complejidad, por lo que en un modelo de desarrollo puede ser permisible en algunos aspectos e inadmisible en otros. Es menester tomar en cuenta y analizar las condiciones concretas de cada país, sin olvidar su identidad, su historia y sus costumbres.

Regionalización

Siguiendo en la misma línea de definiciones que venimos planteando, cuando hablamos de regionalización entendemos una delimitación geográfica que se realiza considerando elementos comunes, sean económicos, sociales, culturales, geográficos, administrativos y/o políticos. En cualquiera de estos casos la regionalización de un territorio constituye un marco adecuado para la adopción de decisiones que promuevan el desarrollo del país dentro del proceso de planeación.

Asimismo podemos decir que la Regionalización es una metodología, un procedimiento, una intervención para modificar el orden territorial de un Estado en unidades territoriales más pequeñas. Esto implica la división de un territorio en áreas menores con características comunes y representa una herramienta metodológica básica en la planeación ambiental, pues permite el conocimiento de los recursos para su manejo adecuado.

El caso de descentralización en el Perú
Nathalie Iñiguez Rímoli

Podemos decir que una característica estructural de la sociedad peruana es la concentración del poder político y económico, lo que ha generado un profundo desequilibrio entre Lima y las regiones. Se pone así en evidencia que la exclusión social y económica tiene también una dimensión territorial.

La forma centralizada y autoritaria del ejercicio del poder ha facilitado la imposición de una  estructura social con profundas inequidades y desequilibrios sociales.

Los desequilibrios territoriales se profundizaron en los años noventa, durante los cuales el fujimorismo aplicó el modelo neoliberal mediante un régimen político autoritario, que encontró las condiciones adecuadas para su desenvolvimiento luego del fracaso del gobierno y la crisis general del sistema de partidos.

Para imponerse, el régimen impulsó una estrategia orientada a debilitar el rol del Estado, de las instituciones básicas de la democracia, del sistema de partidos y de las diversas formas de organización de la sociedad. La hiper-concentración del poder fue un aspecto sustancial del modelo autoritario.

Comenzó un proceso de institucionalización democrática en la sociedad peruana. En ese marco favorable, la descentralización logró abrirse espacio y, junto con la participación, se constituyeron en componentes significativos del proceso político democrático.

Los antecedentes históricos en el país

La historia de la división política del territorio peruano presenta creaciones, desmembraciones, recategorizaciones y redenominaciones, hechas sobre la base de la división político administrativa existente a fines de la colonia. Los criterios para dichos cambios no siempre han sido uniformes y de alguna manera han sido impulsados ya sea por intereses políticos o económicos regionales o no, por movimientos reivindicativos regionales, por razones geopolíticas o por razones de índole administrativa y fiscal.

A lo largo de las historia y de las décadas se fue desarrollando un largo debate sobre el centralismo y descentralismo, comprendido básicamente en sus aspectos administrativos. Las sucesivas transformaciones de juntas en consejos, en congresos departamentales, tuvieron como escenario territorial la demarcación y reconocimiento de los límites territoriales de cada departamento y sus respectivas sub divisiones como las que existen en la actualidad.
La descentralización fue una oferta política que propusieron todos los partidos políticos y movimientos por lo cual el Estado tiene el compromiso ineludible e impostergable de impulsar este proceso en razón de importantes fines y objetivos que impulsarán el desarrollo de la nación.

Centralismo histórico en Perú

Al observar detenidamente la historia contemporánea del Perú se pueden vislumbrar distintos intentos fallidos por descentralizar o desconcentrar el poder político y económico. Cabe anotar que existen diferencias entre las nociones de “descentralizar” y “desconcentrar”, la primera alude al hecho de realizar una reforma profunda mediante un proceso de devolución de poderes políticos, administrativos y económicos del gobierno central a las entidades regionales y locales. Mientras que la segunda radica en la delegación del ejercicio de las competencias desde el nivel de gobierno central hacia los niveles de gobierno regional y local. En el Perú se apunta hacia un proceso de descentralización, que sea permanente, se realice por etapas y que tenga como objetivo fundamental el desarrollo integral del país.

El Estado peruano es unitario y, al igual que la mayoría de naciones latinoamericanas, se ha caracterizado por ser centralista. Esto significa que todas las decisiones que afectaban a los distintos departamentos del país eran tomadas por el Gobierno Central desde Lima, la capital. El centralismo político, administrativo y económico, lo arrastramos desde la época colonial, cuando el Virrey concentró el poder político y económico en la capital, en cuanto recaudación de impuestos y decisiones de gobierno.

El centralismo político dio paso al centralismo económico, favoreciendo el crecimiento urbano y costeño, en desmedro de las economías regionales o locales. De este modo, el país ha oscilado entre el centralismo e intentos de descentralización sin mucho éxito. Recién en el 2001, se tomó una decisión concreta y de consenso nacional, de iniciar un proceso de descentralización en el país.

La descentralización es un proceso de largo plazo y una forma democrática de organizar un territorio. Con la descentralización las regiones podrán elegir su propio plan de desarrollo, priorizando sus necesidades.

La descentralización busca hacer frente a los problemas -y sus consecuencias- generados por el centralismo, como por ejemplo que más de la mitad de la industria se encuentra en Lima, que uno de cada tres peruanos vive en Lima, que más del 90% de los ingresos están en manos del gobierno central y que más del 80% de los gastos están en manos del gobierno central

La mayor parte de los intereses de los peruanos están reunidos en la capital. Es importante destacar para su reconocimiento y análisis, que el área Lima– Callao abarca sólo el 0.3 % del territorio del país.

Podemos afirmar entonces que el centralismo allí es extremo, tanto en su dimensión económica, como en su dimensión política.

Quizá la expresión más ostensible del centralismo sea la pesada concentración de la población de un país en su capital. Y esto podemos reconocerlo en América Latina como región geo-política.

El explosivo crecimiento poblacional de Lima asomó como un serio y gravísimo problema sólo cuando se tuvo conciencia de que era el resultado de una importante migración de pobrísimos campesinos y desocupados jóvenes de pequeños pueblos, que llegaban a la capital en busca de las oportunidades que no tenían en su propio lugar de nacimiento. Este fenómeno generaba simultáneamente otra gravísima manifestación: el resto del territorio del país, en lugar de verse cada vez más poblado, físicamente más y mejor ocupado, y racionalmente mejor explotado, quedaba, por el contrario, cada vez más deshabitado y abandonado

Regionalización en Perú: ¿Solución al centralismo?

Desde tiempo atrás, los estados que imperaron en el Perú buscaron la descentralización y para ello dividieron el territorio en regiones, con miras a organizar mejor el espacio territorial; y que esto a su vez permita un desarrollo integral. En razón a ello se han planteado en la actualidad varios modelos de regionalización, basado en criterios geográficos, económicos, políticos, históricos y geopolíticos. Lo que se debe tener en cuenta es que el modelo que se asuma debe ser producto de un enfoque multidisciplinario y que cada región goce de autonomía en beneficio de su propio desarrollo. Se define como región a las unidades territoriales geoeconómicas, con diversidad de recursos naturales, sociales e institucionales, integradas, histórica, económica, administrativa, ambiental y culturalmente, que comportan distintos niveles de desarrollo, especialización y competitividad productiva, sobre cuyas circunscripciones se constituyen y organizan gobiernos regionales (Ley de Bases de la Descentralización n° 27783).

La descentralización en el Perú en el siglo XXI

Luego de 11 años de dictadura, en el Gobierno del presidente Alejandro Toledo se eligen por votación popular los 25 Gobiernos Regionales que tiene actualmente el Perú; es decir, que los departamentos se convierten en regiones

En este marco, las funciones del Gobierno Central debían ser las de seguridad, defensa nacional, estabilidad económica, promoción del desarrollo del empleo, etc. Al Gobierno Regional le tocaba el rol fundamental de promover el desarrollo mediante grandes proyectos de infraestructura, además de ser la institución impulsora del desarrollo de la región atrayendo a capitales extranjeros. Los Gobiernos Locales debían ocuparse de los servicios y los programas sociales de salud, educación, etc.

Luego, con la creación de los Consejos de Coordinación Regional (CCR) y Consejos de Coordinación Local (CCL), la aprobación de los presupuestos participativos, la creación de organismos de participación, etc. la descentralización se va consolidando en el Perú; sin embargo podemos determinar que este proceso está incompleto debido a las siguientes razones:

· La superposición de competencias por la razón de que las funciones del Gobierno Regional y Local han sido tergiversadas por las actuales autoridades.
· El Perú todavía sigue siendo un país altamente centralizado ya que Lima concentra el 29% de la población, produce el 48% del PBI, se genera el 55% del ingreso nacional, produce el 70% del PBI industrial, concentra el 52% de los servicios gubernamentales y recauda más del 90% de los Impuestos. Ante esto, las regiones solo reciben algo más de un 15% del presupuesto nacional convirtiéndolos en meros receptores de los ingresos del Poder Central.
· Existe escasa participación de los ciudadanos en los asuntos de los Gobiernos Locales y Regionales.
· Las instituciones son ineficientes y burocráticas e impiden un verdadero proceso de descentralización.

Ante esto se necesitan de propuestas de solución que formen regiones que funcionen de manera eficaz y eficiente mediante la formación y consolidación de zonas que se sustenten de manera autónoma afrontando competitivamente los nuevos retos de la globalización. Una posibilidad sería crear macro-regiones con un sustento político, económico y cultural. Es necesario en este caso delimitar con claridad la definición de funciones del Gobierno Regional y Local permitiendo cumplir sus roles adecuadamente.

También hace falta desconcentrar los recursos de Lima a las regiones, brindando mayor poder de decisión de estos organismos en la toma de decisiones. Es menester en este caso contar con la voluntad política de los gobernantes y el papel fundamental de los legisladores de la república.

Potenciales ventajas de la conformación de regiones

Se pueden distinguir potenciales ventajas que trae consigo la integración regional:

-Mayor eficiencia en la Gestión Regional
La conformación de regiones se realizará mediante la integración de los actuales departamentos, que recibirán gradualmente mayores funciones y recursos para financiar su viabilidad y sostenibilidad. En consecuencia, estas regiones constituidas tendrán la capacidad de ejercer una mejor representación de los intereses y demandas de la población residente en cada circunscripción. Con esta transferencia de poder político y económico, se podrá estimular a que los gobiernos regionales puedan asumir con mayor eficiencia el ejercicio de sus competencias, dentro de una visión de Estado descentralizado, democrático y unitario. Para ello, se tiene el reto de impulsar la política de modernización y reforma del Estado, tanto en el nivel de gobierno regional, el local como en el nacional.

-Desarrollo social equitativo
Para lograr el desarrollo social con equidad, es una condición necesaria que exista la armonización y coordinación de las políticas sociales que serán implementadas por las distintas instancias de gobierno: nacional, regional y local. Por lo tanto, la conformación de regiones podrá facilitar las coordinaciones territoriales de políticas sociales, tanto de los gobiernos locales hacia los regionales, como de los regionales al nacional, para lo cual será necesario coordinar los planes de desarrollo concertados de cada región con sus respectivos planes de desarrollo local. De esta manera los avances en la regionalización pueden aportar condiciones favorables para enfrentar de una manera más efectiva la lucha contra la pobreza y pobreza extrema, en suma, contra la exclusión social en general.

-Posibilidad de ejecutar proyectos de inversión pública de competencia
La integración promueve la administración eficiente de recursos, la cual pasa por el uso adecuado de los montos destinados a los gastos de inversión.

-Desarrollo de oferta exportable e intercambio comercial
La conformación de espacios geográficos más grandes (regiones) que los actuales departamentos, generará mercados más amplios y atractivos a la inversión. Las nuevas regiones, por tanto, serían más productivas en el sentido que podrían aprovechar las economías de escala en la producción, se podría desarrollar una oferta exportable de productos a ser colocados dentro del país (hacia otras regiones o departamentos) o fuera de él y se podrían constituir circuitos comerciales, principalmente entre las capitales de departamentos

-Creación de redes y circuitos turísticos
Al conformarse regiones que desarrollen actividades productivas similares, se impulsa la creación de clusters o redes que conlleven a lograr una mayor competitividad en la región. Además, a nivel sectorial, el turismo podría ser una de las actividades más beneficiadas, debido a que se pueden impulsar proyectos turísticos integrales.

Incentivos a la integración regional

Reconociendo que la Integración Regional es un proceso importante para el desarrollo integral del Perú, la Ley de Descentralización Fiscal y la Ley de Incentivos a la Integración y Conformación de Regiones y sus respectivos reglamentos incorporan los siguientes incentivos para estimular dicha integración:
-Coparticipación en los Impuestos Nacionales. Las regiones conformadas recibirán la asignación del 50% de los recursos efectivamente recaudados.
-Incentivos para el al uso eficiente de los recursos públicos. Recibirán un incentivo las regiones que utilicen de manera eficiente sus recursos, generando ahorros en sus gastos corrientes o de capital, las cuales podrán utilizar sus saldos en proyectos de inversión y mantenimiento de las obras de inversión durante el siguiente año en que se generó dicho saldo.
-Incentivos para la Inversión Pública de las Regiones que se conformen. Con el fin de estimular el proceso de integración territorial para conformar regiones competitivas sostenibles se otorgará un incentivo para proyectos de inversión nuevos en las Regiones que se conformen.
En las últimas cuatro décadas en el Perú hubo diversas iniciativas descentralizadas que carecieron de coherencia y sostenibilidad. Es de importancia significativa la forma en que se plantee el establecimiento de las regiones. Esto supone contar con un modelo propio de ocupación del suelo y la distribución geográfica, de tal forma que genere espacios integrados que potencien el uso racional de los recursos naturales y contribuyan al desarrollo económico sostenible.

Desafíos

El primer desafío de la regionalización consiste en contribuir a mejorar las condiciones de vida de la población: revertir el desarrollo socioeconómico desigual, disminuir la pobreza y pobreza extrema, mejorando la provisión de los servicios básicos, como son: la salud, la educación y alimentación, y asegurar el ejercicio pleno de los derechos y obligaciones de los ciudadanos de sociedades democráticas.

Asimismo, la integración y conformación de regiones presenta los siguientes desafíos:
-Proveer de manera eficiente los servicios a la comunidad
-Promover la inversión privada nacional o extranjera
-Articulación de las políticas públicas
-Fortalecimiento de las capacidades institucionales

Estrategias productivas para Buenos Aires: una provincia en ocho subespacios
Genoveva Surraco

El Plan Estratégico Industrial 2020 planteado en 2011 por el Ministerio de Industria para la Argentina se generó con el aporte y la participación de trabajadores, empresarios, universidades y referentes del sector público y privado. En su génesis participaron 2.500 representantes de 11 cadenas industriales de valor, que debatieron, analizaron e hicieron sus aportes a los lineamientos y objetivos fijados.

Bajo el lema “pensar hoy la industria del mañana” se trazaron como objetivos concretos: tener un crecimiento anual del 5% del PBI y del 7% del PBI industrial, alcanzar exportaciones por 167.000 millones e importaciones por 139.000 millones de dólares en el año 2020, reducir la  tasa de desempleo al 5%, con la creación de 1.500.000 puestos de trabajo y llegar a un nivel de inversión del 28% sobre el PBI.

El Plan logró nueve acuerdos, como camino para consolidar el proceso de reindustrialización y alcanzar el pleno desarrollo nacional.

Las estrategias sectoriales concretas comprenden desde la creación de herramientas de financiación específicas para cada sector, la defensa contra la competencia desleal en el contexto internacional que dejó la crisis externa, la sustitución de importaciones, hasta la radicación de empresas mundiales para fabricar en el país.

En esta línea, la provincia de Buenos Aires desarrolló durante 2012 el Plan Estratégico Productivo 2020 (PEPBA 2020), trabajando sobre las 11 cadenas estratégicas propuestas por la Nación, teniendo en cuenta que representan el 80 % del PBI industrial y el 61% del empleo a nivel nacional.

Con la instrumentación del PEPBA 2020 el Ministerio de la Producción, Ciencia y Tecnología de Buenos Aires busca promover el desarrollo integral de la Provincia fortaleciendo las principales actividades productivas y privilegiando fundamentalmente aquellas que fomenten el desarrollo local y que impliquen agregado de valor en origen, sustitución de importaciones, aumento de las exportaciones y creación de nuevos puestos de trabajo; institucionalizando una metodología participativa de diseño y gestión de políticas públicas que articule a los sectores públicos y privados, en el marco de un espacio propicio para acordar políticas de estado.

A través de la realización de una serie de Encuentros Productivos Participativos se presentaron las cadenas del Plan Industrial 2020 con el fin de adaptarlas a las particularidades regionales. 

Se subdividió a la Provincia en ocho subespacios, que consisten en zonas geográficas flexibles y superpuestas, en los que se diluyen los límites convencionales, según las actividades productivas. Estas zonas no tienen delimitaciones rígidas, sino que por el contrario se superponen y yuxtaponen en varias aristas. De hecho sucede generalmente que un mismo municipio participa en distintos subespacios.

Durante los meses de agosto y septiembre se seleccionaron de manera participativa, a través de los Encuentros Productivos, cinco cadenas de valor estratégicas para el desarrollo local en cada subespacio del interior. Esto se logró con la participación activa de los municipios, los actores vinculados a la producción y la sociedad civil, a través de propuestas de cadenas de valor, actividades o productos que consideraron estratégicas para cada subespacio.

Las localidades que integran cada subespacio y sus correspondientes cadenas de valor son:
Sub espacio Sur: Bahía Blanca, Carmen de Patagones, Pedro Luro, Puán, Punta Alta, Saavedra, Tornquist y Villarino. Cadenas de valor: Apícola, Porcina, Ovina, Cebolla, Complejo Naval

Sub espacio Sudoeste: Adolfo Alsina, Bahía Blanca, Benito Juárez, Bolívar, Coronel Dorrego, Coronel Pringles, Coronel Suárez, Daireaux, General La Madrid, González Chávez, Guaminí, Laprida, Monte Hermoso, Olavarría, Pehuajó, Pellegrini, Puán, Punta Alta, Rivadavia, Saavedra, Salliqueló, San Cayetano, Tornquist, Trenque Lauquen, Tres Arroyos, Tres Lomas, Yrigoyen. Cadenas de valor: Trigo Harinera, Porcina,- Láctea,- Turismo,- Maquinaria Agrícola y Transporte

Sub espacio Noroeste: Carlos Tejedor, Florentino Ameghino, General Arenales, General Pinto, General Villegas, Junín, Leandro N. Alem, Lincoln, Pehuajó, Pellegrini, Rivadavia y Trenque Lauquen. Cadenas de valor:- Porcina,- Láctea,- Bovina,- Oleaginosa,- Metalmecánica      

Sub espacio Noreste: Arrecifes, Baradero, Campana, Capitán Sarmiento, Carmen de Areco, Chacabuco, Chivilcoy, Colón, Exaltación de la Cruz, General Arenales, General Rodríguez, Junín, Leandro N. Alem, Luján, Mercedes, Pergamino, Pilar, Ramallo, Rojas, Salto, San Antonio de Areco, San Andrés de Giles, San Nicolás, San Pedro, Suipacha, Zárate. Cadenas de valor:,- Automotriz – Autopartes,- Alimentos,- Producciones Intensivas,- Farmacéutica,- Siderúrgica

Sub espacio Capital: Brandsen, Cañuelas, Chascomús, Ensenada, General Belgrano, General Las Heras, General Paz, La Plata, Lezama, Lobos, Magdalena, Monte, Punta Indio, Roque Pérez, San Vicente. Cadenas de valor:- Software,- Turismo,- Láctea, Fruti-Flori-Hortícola,- Metalmecánica

Sub espacio Costero:  Ayacucho, Balcarce, Benito Juárez, Castelli, Chascomús, General Conesa, Dolores, González Chávez, General Alvarado, General Belgrano, General Guido, General Lavalle, General Madariaga, General Pueyrredón, Lezama, Lobería, Magdalena, Mar Chiquita, Mar de Ajó, Mar del Plata, Miramar, Necochea, Pila, Pinamar, Punta Indio, Quequén, Rauch, San Cayetano, San Clemente, Tandil, Tordillo, Tres Arroyos y Villa Gesell. Cadenas de valor:- Textil Indumentaria,- Turismo,- Apícola,- Porcina,- Construcción

Sub espacio GBA: Berisso, Buenos Aires, Campana, Cañuelas, Ensenada, Exaltación de la Cruz, General Las Heras, La Plata, Luján, Mercedes, Navarro, Pilar, San Andrés de Giles y San Vicente.

Cadenas de valor:,- Textil e Indumentaria,- Láctea,- Textil e Indumentaria,- Láctea Subespacio Centro: Alverti, Ayacucho, Azul, Benito Juárez, Bragado, Cañuelas, Carlos Casares, Chacabuco, Chivilcoy, Daireaux, General Alvear, General Belgrano, General Lamadrid, General Las Heras, General Viamonte, González Chávez, Laprida, Las Flores, Lobos, Mercedes, Monte, Navarro, 9 de Julio,  Olavarría, Pehuajó,  Pila, Rauch, Roque Pérez, Saladillo, , Suipacha,  Tandil, Tapalqué, 25 de Mayo e Yrigoyen. Cadenas de valor:- Metalmecánica,- Porcina,- Apícola,- Bovina,- Minerales No Metalíferos y Rocas de Aplicación

  


BIBLIOGRAFIA

GONZÁLEZ DE OLARTE, Efraín. 2004. La difícil descentralización fiscal en el Perú: Teoría y Práctica, Lima-Perú, Instituto de Estudios Peruanos-IEP.
CASAS, Carlos y YAMADA, Gustavo. 2005. Medición de impacto en el nivel de vida de la Población del Desempeño macroeconómico para el período 2001-2004, Lima-Perú, Centro de Investigación de la Universidad del Pacífico CIUP.
CONGRESO DE LA REPÚBLICA. 2005 "Evaluación anual y balance del proceso de descentralización". Grupo de Trabajo de la Comisión de Descentralización, Regionalización y Modernización de la Gestión del Estado. Lima-Perú.
DAMMERT, Manuel. 2003 La reforma descentralista peruana. Enfoque territorial y autonómico. Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Lima-Perú.


*. LA INSERCION DE LOS DISTRITOS PRODUCTIVOS EN EL PROCESO DE REGIONALIZACION DE LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES: SU DIMENSION COMUNICATIVA, Cátedra: Taller de Planificación Comunicacional en el Sistema Productivo, Dir. Lic. Nathalie Iñiguez Rímoli, Integrantes del proyecto: Hugo Alejandro Gariglio, Cecilia Garibay, María Laura Gómez, Genoveva Surraco y Gonzalo Permuy Vidal. Colaboradores en la redacción del artículo: Cecilia Garibay.