Pilar Ramírez de Castilla / Juliana Carrizo / Ana Passarelli / Manuel Protto Baglione |
Prácticas de intervención en el espacio público y cambio social
Forma de citar | RAMIREZ DE CASTILLA, Pilar; CARRIZO, Juliana; PASARELLI, Ana y PROTTO BAGLIONE, Manuel: “Prácticas de intervención en el espacio público y cambio social”, en Anuario de investigaciones 2012, La Plata, Facultad de Periodismo y Comunicación Social, UNLP, 2013. |
Introducción
Este artículo se enmarca dentro del objetivo general del equipo de investigación que pretende Indagar las relaciones que se establecen entre las intervenciones en el espacio público de la ciudad de La Plata , realizadas intencionalmente por grupos locales, y el cambio social (como modos de vincular las concepciones temporales del futuro con las instancias de socialidad).
Lo que aquí se presenta, son algunas particularidades de cuatro prácticas socioculturales que surgen principalmente del análisis cualitativo de las entrevistas a los actores involucrados y de las observaciones participantes, técnicas desarrolladas durante la primera etapa de la investigación. A posteriori, las experiencias serán puestas en relación a partir de las categorías transversales al análisis[1], con lo que se pretenden aportar a la comprensión del vínculo entre cambio social y prácticas de intervención en el espacio público.
FIESTAS PATRONALES Y SOCIALIDAD: EL CASO DE LA VIRGEN DE COPACABANA
Ana Passarelli
La fiesta de la Virgen de Copacabana es una festividad religiosa que se originó en Bolivia en el siglo XVI. En la ciudad de La Plata comenzó a celebrarse a fines de los años setenta en una zona muy cercana a donde se realiza actualmente. La celebración se lleva adelante el primer domingo de agosto y continúa el sábado y domingo siguientes.
Actualmente, se desarrolla en la plaza Virgen de Copacabana en el barrio de Tolosa. Frente a la plaza está ubicada la capilla con el mismo nombre donde se encuentra la figura de la virgen y en la cual durante la celebración se sitúa el escenario principal.
La fiesta de la Virgen tiene varios momentos. Primero se realiza una misa en la capilla que lleva su nombre, luego se lleva adelante una procesión encabezada por el cura de la iglesia y por la comisión organizadora, de la cual participan también los devotos, y las fraternidades de baile. Una vez que la procesión finaliza su recorrido en la capilla, comienza la celebración en la plaza donde las fraternidades de baile desfilan mostrando las danzas y la indumentaria típica de la cultura boliviana.
Los distintos actores sociales que participan de la festividad son los vecinos del barrio, de otros barrios aledaños y de la ciudad de La Plata , así como también vecinos del conurbano bonaerense, el sacerdote de la Iglesia Virgen de Copacabana –encargado de la misa y de encabezar la procesión- como así también la comisión organizadora de la fiesta, las fraternidades de baile y los pasantes.
La particularidad que tiene la fiesta de la Virgen de Copacabana es que es una práctica que se desarrolla una vez al año en el barrio de Tolosa, sin embargo tiene una fuerte incidencia en la sociabilidad barrial y en el proceso de conformación y consolidación del barrio en el cual se desarrolla. Los estudios que se han realizado sobre las festividades patronales se focalizan, principalmente, en el lugar que las fiestas ocupan en el proceso de construcción identitataria de los migrantes. Es por esto que analizar la práctica desde una mirada que ponga el acento en cómo los participantes se apropian del espacio en el cual se desarrolla y, a su vez, cómo esa apropiación genera una configuración y reconfiguración del espacio público y del barrio, y una sociabilidad barrial particular, fue un desafío que permitió alcanzar resultados desde una mirada diferente y que pueden servir de puntapié inicial para futuras investigaciones.
En esta oportunidad nos interesa resaltar que la celebración no sólo es constitutiva de la identidad, sino también del barrio y de la sociabilidad barrial. El conjunto de prácticas que conforman la fiesta de la Virgen de Copacabana como la devoción a la Virgen , la organización de la fiesta y todas las actividades desarrolladas para poder garantizar el espacio para que la fiesta se pueda llevar adelante, fueron fundamentales para la construcción de relaciones sociales que permitieron la intervención activa en diversos aspectos de la conformación barrial.
En lo que respecta a la dimensión del espacio público es importante remarcar que estudiar una festividad patronal a partir de la apropiación que se realiza del espacio público es un avance debido a que los estudios que se han realizado sobre el tema se centran en los procesos de organización de las comunidades antes de la migración o el lugar que estos acontecimientos ocupan en la construcción de la identidad de los migrantes. En este sentido un aporte relevante de la investigación es el análisis de la incidencia de la fiesta de la Virgen de Copacabana en la configuración y reconfiguración que se realiza del espacio. Por un lado el espacio público, el barrio, es el escenario principal de la celebración y, por otro lado, la celebración desde sus orígenes implicó una configuración barrial caracterizada por la importancia de los lazos sociales generados a partir de la organización y del desarrollo de la fiesta misma.
Asimismo, estudiar la fiesta de la Virgen de Copacabana desde los actores nos permite ver la forma que adopta la sociabilidad barrial. Esta sociabilidad está caracterizada por una disputa en cuanto a los sentidos y la importancia que tiene la celebración. La discrepancia se manifiesta principalmente en la tensión que existe entre los integrantes de la comisión que organiza la fiesta y el sacerdote de la iglesia en la que se celebra la misa y desde la cual comienza y finaliza la procesión. La mirada que ambos actores tienen de la fiesta se encuentra atravesada por prácticas cotidianas que se dan más allá del momento de la celebración.
Vemos necesario para continuar con la investigación estudiar e indagar las percepciones y los sentidos que le otorgan los vecinos del barrio que participan de la fiesta únicamente en el momento de la celebración y que no participan activamente en la organización de la fiesta. Esto nos permitirá tener una mirada más amplia y poder profundizar aún más en el tipo de sociabilidad barrial que se genera.
En conclusión, si bien las fiestas patronales bolivianas han sido analizadas desde diferentes perspectivas, en esta oportunidad se ha estudiado la fiesta de la Virgen de Copacabana en la ciudad de La Plata desde dos aspectos: espacio público y sociabilidad. Ambos se encuentran estrechamente relacionados y hacen de la práctica una celebridad con características particulares.
PRÁCTICA ARTÍSTICA TEATRAL: LA EXPERIENCIA DE FUSIÓN
Pilar Ramírez de Castilla
Se trata de un colectivo de la ciudad de la Plata que realizan teatro como práctica artística, se definen desde algunas percepciones con las que sus realizadores se sienten identificados y le otorgan determinados sentidos a sus intervenciones.
Desde estas representaciones construidas, “Fusión teatro comunitario” se diferencia de otras corrientes teatrales[2], y establece como categoría central, la experiencia de un proyecto compartido. En consecuencia, posicionados como sujetos sociales, construyen intencionalmente vínculos con otros que participan de la misma comunidad y momento histórico y que habiendo vivido experiencias en común están dispuestos a reunirse para recrear su historia, problematizar su presente y proyectarse al futuro con sentido crítico y transformador.
Esta práctica requiere de un espacio para la representación, un ámbito social donde se pongan en juego los sentidos construidos, este espacio se concibe necesariamente como público. En consecuencia, las calles de la ciudad, sus plazas o parques, las instituciones educativas o el club de barrio son lugares elegidos para la escenificación teatral, los talleres abiertos a la comunidad o la protesta callejera, actividades desarrolladas por el colectivo en distintos momentos desde su surgimiento.
En el espacio público, el teatro comunitario se expresa como práctica comunicacional discursiva, en ella se entremezcla, lo racional, lo emotivo, lo lúdico y lo creativo. Se genera “la fiesta” y “se habla” o se dirime de lo que incumbe a todos. En él la heterogeneidad etaria[3] y socio-cultural cobra vida y la expresión artística adquiere visibilidad y legitimidad.
Estas producciones ponen en juego los cuerpos significantes, las palabras y las imágenes, para expresar en un constructo polisémico todo su potencial semántico: memoria, identidad, derechos humanos, sistema democrático y preservación del medio ambiente, son conceptos que se ponen en tensión y que atraviesan la discursividad del colectivo que afirma emerger a partir del contexto de la crisis económica, política y social del 2001.
La intervención en el espacio público constituyen prácticas políticas, aunque no necesariamente vínculo partidario, de hecho los integrantes de “Fusión” afirman que el espacio está abierto para todos los vecinos: radicales, peronistas, socialistas, comunistas…, podrían ser parte, mientras en términos ideológicos coincidan con las motivaciones colectivas: contribuir a construir una sociedad más democrática, participativa y comprometida con su propia realidad socio-cultural. Este ideario se presenta como explícitamente opuesto al paradigma neoliberal del contexto de surgimiento.
Concebirse y organizarse en red resulta clave para el imaginario del grupo, de hecho, en “Fusión" convergen tres grupos de teatro de la ciudad de La Plata : “Los Dardos de Rocha”[4] (casco urbano), “Los Tololosanos” (Tolosa) y “Ladrilleros dijo la partera” (Los Hornos). Se podría decir que representan a tres zonas geográficas heterogéneas de la ciudad, pero se consideran algo más que un territorio geográfico, en sus historias se proponen recuperar de manera amalgamada, las idiosincrasias y las tradiciones de cada lugar. Así, para sus integrantes, el haberse fusionado es interpretado como un avance en términos simbólico- conceptuales, que desean, aún sin lograrlo, que se corresponda también con un crecimiento numérico del colectivo.
Para “Fusión”, el cambio social es concebido desde el arte, como una herramienta para la transformación social e individual. Porque el arte, en su hacer, permite “decir y hacerse oír de otra manera”; comprometerse y llevar adelante la voluntad o proyecto compartido con otros actores sociales a quienes genéricamente denominan como “vecinos”, entonces, el vecino puede ser indistintamente “actor” o “espectador” según cómo esté dispuesto a participar.
Esta práctica que se describe brevemente, surgió en un contexto socio-cultural específico, ocupó el espacio público de la comunidad con pretensión de aportar a la recuperación del diálogo, la memoria y la solidaridad social y si bien el colectivo dinámicamente se viene transformando y a fluctuado significativamente en su capacidad de intervención y apropiación del espacio público, se observa como un rasgo de continuidad discursiva, la persistencia de cierta premisa: la necesidad de seguir trabajando por una sociedad más democrática desde el arte que incluye: el comunitario.
PRÁCTICAS EDUCATIVAS EN EL ESPACIO PÚBLICO. LA CÁTEDRA DE MURALISMO DE LA FBA
Juliana Carrizo
Se pretende realizar un análisis del trabajo que desarrolla la Cátedra de Muralismo y Arte Público Monumental “Ricardo Carpani”, de la Licenciatura y Profesorado en Artes Plásticas de la Facultad de Bellas Artes (FBA), Universidad Nacional de La Plata (UNLP).
Según la directora de la carrera, Profesora Cristina Terzaghi “el arte público monumental no es sólo intervenir el espacio público, sino que propone un toma de conciencia en la cual se produce la obra. El tomar referencialidad de lo público y utilizar el arte como modo de intervención es una propuesta que cambia el espacio social y comunitario. Sacar el arte a la calle modifica el concepto de reproducir y almacenar con la lógica de los museos. Propone una redefinición del papel del espectador ya que cambia la forma de lectura y recepción de las obras”[5]. Consideramos que el arte es un espacio muy fértil para trabajar y al que le podemos realizar múltiples preguntas. Al mismo tiempo, podemos dar cuenta que actualmente el espacio público en la ciudad de La Plata , se ha minado de distintos tipos de intervenciones artísticas y que ha logrado capturar una cierta atención social. Es por ello que resulta interesante abordar la temática del arte en el espacio público, en este sentido el rol de la intervención en ese espacio y la idea que trae aparejada de la posibilidad de un cambio social.
Para realizar el análisis retomamos los argumentos de la profesora Terzaghi y le incorporamos distintas preguntas. Entre ellas, si hay un arte público, cómo interviene en el espacio, cuál es su lugar, quiénes lo elaboran y que discursos circulan sobre éste. Para abordar estas preguntas decidimos enmarcar el análisis en el trabajo que desarrollan los/as alumnos/as de la cátedra de muralismo de la FBA.
Si bien en la ciudad de La Plata encontramos una gran cantidad de colectivos de artistas que intervienen en el espacio público y lo desarrollan por fuera de una institución que regule su quehacer, consideramos que trabajar con un grupo de personas que sí estuvieran enmarcadas dentro de una institución pública, en este caso la universidad y cátedra de Muralismo, aporta en el sentido de poder analizar si existen además tensiones en este proceso de enseñanza-aprendizaje y cuáles son los sentidos que circulan hacia dentro de ese colectivo de personas.
Por esta razón nos preguntamos acerca de los modos de intervenir en el espacio que lleva adelante la cátedra. Qué tipo de producciones realizan, cuáles son las preguntas que los/as y alumnos/as se realizan en torno a su participación, cuál es su modo de producción y trabajo y qué tipo de relación se establece entre los/as docentes y los/as alumnos/as. Son preguntas en dos sentidos, por un lado cómo construyen hacia adentro de la cátedra formas de organización, temáticas abordadas, conceptos desarrollados, síntesis logradas. Por otro lado cómo se plasma ese trabajo colectivo en otra instancia que es el espacio público. Cómo se recupera el trabajo desarrollado durante todo el año en un solo trabajo final integrador.
En este sentido, nos abocamos a registrar la producción de cierre de cursada de los alumnos y alumnas de 1er año de la carrera. Dicho trabajo consiste en realizar un mural con la técnica de mosaiquismo en un hospital público de la ciudad. En este caso el hospital seleccionado fue el Hospital Zonal Especializado Dr. Noel H. Sbarra. Ese trabajo lo realizan durante los últimos meses del año y es requisito para la aprobación de la materia. En ese tiempo nos dedicamos a hacer observaciones participantes, registros de clases y entrevistas a docentes, alumnos/as y a vecinos/as del hospital.
Se pretende mostrar un proceso de construcción colectiva que se expresa en el espacio público. En este proceso encontramos distintas tensiones que intentamos sintetizar guiadas a través de las preguntas y el análisis.
Práctica política: el caso de la marcha de la noche de los lápices
Manuel Protto Baglione
Analizaremos la gestión, experiencias y disputas del espacio público y las temporalidades a través del estudio la Marcha de la Noche de los Lápices.
Se trata de una práctica relacionada con procesos de cambio social: a partir de esta fecha distintos actores sociales construye una visión sobre el pasado y, simultáneamente, disponen modos de recordarlo que entran en disputa.
Asimismo, se presenta como un ámbito de socialidad de vital importancia para los jóvenes que comienzan su experiencia política y militante. De esta manera, este evento configura un patrimonio cultural que se ha ido modificando en sus formas y en sus sentidos desde que se instaló. Los esfuerzos por darle legitimidad y visibilidad, al terminar la década del ochenta; luego en las fuertes disputas de los noventa; y finalmente a partir del 2003, como un espacio del cual participar y organizar la Marcha desde los diversos roles en los que es posible hacerlo, tuvo y tiene significados diferentes, así como distintos compromisos desde el cuerpo.
Si bien ha ido modificándose en el tiempo, la práctica consiste, principalmente, en una concentración y marcha por las calles céntricas de la ciudad de La Plata , compartiendo cánticos y consignas. Las calles que se recorren están cargadas de sentidos relativos a las memorias locales y aglutinan tanto el centro comercial como, fundamentalmente, importantes instituciones del Estado Nacional, Provincial y Municipal, de las fuerzas de seguridad y dependencias de la Universidad Nacional de La Plata. Concluye usualmente en el edificio del Ministerio Provincial de Obras Públicas, lugar donde los estudiantes confluyeron con sus reclamos hace 37 años.
Los estudiantes secundarios y universitarios tienen una particular participación en la organización, por esta razón se presentan como actores claves para este estudio. De esta manera, sus testimonios y la observación participante realizada sobre la práctica, así como el registro fotográfico y una serie de documentos, permiten un escenario de análisis y problematización de este acontecimiento que se enriquece con el atravesamiento de interrogantes sobre las temporalidades y el espacio público.
La movilización ha tenido en los últimos años dos versiones, que se realizan por separado y se distinguen por sus prácticas, discursos y representaciones de sus protagonistas. Esta tensión se da, principalmente, a partir de una serie de diálogos y disputas con las políticas de Derechos Humanos y de Memoria, Verdad y Justicia adoptadas desde el año 2003 por las presidencias de Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner.
De esta manera, el corpus de análisis -conformado por entrevistas, observaciones, documentos y registros fotográficos-, nos permite preguntarnos por las maneras en que lo comunitario y lo colectivo se construye y se disputa, por las prácticas microsociales y las políticas estatales que gestionan lo que en su uso se define como espacio público, y los diversos sentidos sobre la memoria de la experiencia que adquiere la Marcha en el relato de sus protagonistas.
Algunas reflexiones
El estudio, aún en proceso, indaga sobre la relación entre prácticas de intervención en el espacio público y cambio social, por lo que fue necesario pensar la construcción de dicho espacio en su vínculo concreta con la ciudad de La Plata , como ámbito donde se producen los intercambios, y se construyen y recrean socialmente los sentidos imperantes para esta comunidad.
Las 4 experiencias fueron seleccionadas porque se reconocieron en ellas una voluntad trasformadora tendientes al cambio social. Cada una, como se ha descripto, expresan contextos y actores particulares que las sostienen, y configuran en su hacer modalidades y sentidos diferenciales, no exentos de contradicciones y luchas.
Al intervenir en el espacio público, un rasgo que claramente distingue a estas prácticas es el momento de realización temporal de cada una de ellas. “La fiesta de la virgen de Copacabana” y “La marcha de la noche de los lápices” se producen anualmente de manera cíclica: la primera durante el mes de agosto, en tanto que la segunda, en setiembre, mes aniversario del secuestro de los estudiantes platenses. En el caso de “Fusión”, posiblemente por su característica de práctica artística, sus intervenciones pueden surgir, potencialmente, en cualquier momento del año, salvo en enero cuando optan por hacer un receso. Por su parte, la “Cátedra de muralismo y arte público monumental”, produce la obra artística durante los últimos meses del periodo academia de cada año, y la producción significante, tangible, queda plasmada en el espacio público sin un tiempo límite predecible a priori. Por otra parte, tres de estas experiencias, surgen de organizaciones sociales intermedias, en tanto que la última, está claramente enmarcada en una propuesta académica de una institución pública nacional.
Todas estas prácticas, por sus características e intencionalidades expresan modalidades de organización y gestión particulares, que en términos de construcción subjetiva y temporal, resultan más complejas y cronológicamente más extensas que el “momento” de su concreta visibilidad en el espacio urbano; además, los ámbitos sociales platenses donde se sitúan las intervenciones, lejos de ser azarosos, involucran decisiones que no están exentas de tensiones al interior de cada colectivo, lo que llevaría a pensar que estas configuraciones organizativas, espaciales y temporales, también estarían dando cuenta de modos de socialidad diversos que requieren ser puestos en relación para comprender las transformaciones sociales y culturales que se están operando en el espacio público platense. Como señala Martín Barbero (1990) “Lo que en la socialidad se afirma es la multiplicidad de modos y sentidos en que la colectividad se hace y se recrea, la diversidad y polisemia de la interacción social”.
En relación a los sentidos de la intervención en el espacio público, estas prácticas se proponen producir alguna transformación, que surgidas de las propias necesidades de los participantes, involucren a “el espectador”, “el público”, “el vecino”, el gobierno local y/o provincial, o la comunidad platense en general. Sus actores lo definen de muy diversas maneras y en líneas generales algunas están más vinculadas a reivindicaciones político-sociales: derecho, justicia, identidad, solidaridad y memoria, como es el caso de “La marcha de la noche de los lápices” y de “Fusión teatro comunitario”; a tradiciones culturales-religiosas de algún colectivo en particular, como es el caso de “La fiesta de la virgen de Copacabana”; o a producir “arte en la calle” para transformar el espacio social, propuestas de la “Cátedra de Muralismo y Arte Público Monumental”. En consecuencia, cada colectivo expresa en su hacer distintos modos en que los sujetos se relacionan con el orden institucional y cultural, y el cambio social[6] tendría para estos grupos horizontes disímiles de expectativas, desde las temáticas, o motivaciones políticas, sociales o culturales que sustentan sus proyectos, algunos más explícitos que otros.
Bibliografía
Bourdieu, P. (1991). El sentido práctico. Taurus, Madrid.
Díaz Larrañaga, Nancy. (comp.) (2009). Redes para el cambio social. Debates comunicaciones interuniversitarios. Bernal: UNQ.
Ivern, A. (2010) ¿Resignación o cambio? Argentina: Grupo editorial Ciudad Nueva.
Jodelet, Denise. “La representación social: fenómenos, concepto, teoría”. En Moscovici, Serge. (1986) Psicología social II. Pensamiento y vida social. Psicología social y problemas sociales. Ediciones Paidós Ibérica. Francia.
Lacolla, Liliana (2005). “Representaciones sociales: una manera de entender las ideas de nuestros alumnos”. En Revista ieRed: Revista Electrónica de la Red de Investigación Educativa. Vol.1, No.3. Disponible en http://revista.iered.org/v1n3/pdf/llacolla.pdf
Martín Barbero, Jesús. (1990) “De los medios a las prácticas” en La comunicación desde las prácticas sociales. Reflexiones en torno a su investigación. Universidad Iberoamericana. D.F.
Moscovici, Serge. (1981). "On social representation". En J.P. Forgas (Comp.). Social cognition. Perspectives in everyday life, Academic Press. Londres. Citado en Álvaro, José Luis. “Representaciones sociales”. En Reyes, Román. Diccionario Crítico de Ciencias Sociales. Disponible en línea: http://pendientedemigracion.ucm.es/info/eurotheo/diccionario/R/representaciones_sociales.htm
Notas
[1] Las categorías Socialidad, temporalidad, cambio social y espacio público, fueron desarrollados por integrantes de este equipo de investigación en el Anuario 2011.
[2] Sostienen que no quieren transformarse en un movimiento más de teatro, sino que “realmente se generan y reavivan” en la vinculación profunda con la comunidad y en la necesidad de transformación de la misma, por lo que se consideran diferentes al teatro independiente, del absurdo, de barricada, o de la muerte.
[3] Desde niños hasta adultos mayores.
[4] Surgido en el año 2003, es reconocido como el iniciador del teatro comunitario en la región.
[5] Cristina Therzagui Profesora titular en la carrera de Muralismo y Arte Público Monumental (UNLP). Integrante de la Unión Latinoamericana de Creadores de Arte Mural.
[6] Ivern (2010, p. 26), señala que “Desde la perspectiva de un proyecto comunitario de cambio, es necesario primero reunirnos, concebir y compartir un nuevo imaginario que abarque lo que creemos que es cada uno, el otro, nosotros, el mundo, la sociedad. Luego, es necesario aprender a actuar en concordancia con ese nuevo imaginario social compartido”.