Forma de citar / SANUCCI, María Elena




El discurso de la prensa gráfica *


I.Presentación de la problemática
II. Hipótesis y determinación espacio-temporal de lo investigado
III. Objetivos de la propuesta
IV. Principales temas trabajados por los investigadores
1. Comunicación política, identidad y modelo de Estado. La construcción del imaginario social en Clarín (1946-49/1996-99).
2.El discurso narrativo de Clarín sobre el accidente aéreo de LAPA: La Sociedad y el Estado a través de sus actores.
3. Prejuicio, racismo y discriminación en los titulares de las noticias policiales del diario Clarín en los períodos 1946-1949/1996-1999: Una comparación.
4. Una mirada acerca de la noción de cultura y de lo ideológico en determinados apartados de Clarín Porteño “Notas del amanecer”.
5. La argumentación como modo de construcción de la agenda en el discurso periodístico
6. El discurso narrativo de Clarín: Algunas cuestiones de estilo vinculadas con la primera época (1946-1949).
7. El discurso narrativo de Clarín: Algunas cuestiones de estilo vinculadas con la segunda época (1999).
8. La oralidad como estrategia en el lenguaje periodístico.
9. Nuevos modos de leer: las nuevas tecnologías y los medios audiovisuales.
10. Los modos de leer y el perfil del lector en los textos de “Opinión” de las dos etapas de Clarín.
11. Análisis del rediseño del diario Clarín.
V. Síntesis final




I.Presentación de la problemática

Las tecnologías comunicativas proponen otros códigos de identificación de las experiencias, de desciframiento de sus significados y de sus maneras de compartirlos, que se vinculan con el desplazamiento de la cultura de la imprenta a una cultura audiovisual. Los medios audiovisuales –en especial la TV- imponen modos de representación diferenciados de los cánones tradicionales del medio impreso. Por otra parte, la aparición de nuevos medios y nuevos lenguajes supone necesariamente un reacomodamiento de todo el sistema mediático, implica un cambio profundo en la combinación y relación de fuerzas entre los diferentes lenguajes que componen la cultura, particularmente entre la cultura escrita y la cultura audiovisual.

Este marco problematizador, inherente a nuestro trabajo de cátedra, está inscripto inclusive con otras modalidades, en el propio ámbito institucional de nuestra Facultad, no sólo en los encuentros de investigadores o en reuniones inter-cátedra, sino también en el propio “Documento curricular y Plan de Estudios 1998”. Allí se presenta la tensión tecnología/ escritura como una de las varias problemáticas clásicas y generales de las carreras de comunicación que ha dificultado la definición del campo comunicacional y la estructuración curricular, al mismo tiempo que se postula una interpretación equilibrada y no polarizada y una visión integradora de los lenguajes.

El par tecnología/ escritura aparece replanteando la tensión entre humanismo y cientificismo, potenciada a su vez por las versiones tecnofóbicas y tecnofílicas que inundan el campo y las preocupaciones por las formas disléxicas de comunicación impulsadas por el auge audiovisual. Aparece este par, a su vez, incorporado al debate de modernidad/posmodernidad, con lógicas escriturales y audiovisuales contrapuestas en las formas de aprendizaje y producción de conocimiento. Es decir, se han compartimentado espacios, donde los sectores en pugna se cuestionan o niegan mutuamente. Lo que habría que ir zanjando en términos claros es que no son contrapuestas ni contradictorias, aunque responden a diversas lógicas y concepciones.

Pareciera que la tecnologización de las comunicaciones es un hecho irrevocable, lo que no implica tecnologizar la mirada sobre esos procesos. Las nuevas tecnologías y su dinámica perceptiva, histórica y política se problematizan en el campo de la comunicación. Sin embargo, la escritura es también una tecnología. La escritura puede ser un instrumento, pero también una problemática de estudio: la expresividad o su limitación. Las diferentes perspectivas pueden ir desde los aprendizajes técnicos específicos hasta su historización como disciplina, saber y poder. (1)

II. Hipótesis y determinación espacio-temporal de lo investigado

La hipótesis general a partir de la cual se trabajó se relaciona con planteos vinculados con la actual primacía cultural de la imagen y el cambio profundo que tal situación genera en la cultura escrita. Para determinar el impacto del lenguaje audiovisual en la escritura de prensa y las transformaciones operadas en las prácticas sociales, en los sujetos, y en el imaginario social -evidenciadas, claro está, en el texto periodístico- se abordó el análisis contrastivo de un medio nacional, Clarín, en dos momentos: uno, anterior a la irrupción de la TV (1946/49) y otro posterior, que incluye la problemática de la cultura digital (1996/99).

Se eligió como corpus de referencia el diario Clarín por diversas razones:

-          por ser el medio actual de circulación nacional de mayor tirada;
-          por abarcar un amplio espectro de receptores; su perfil, a través de una abultada cantidad de páginas, suplementos y revista, apunta a satisfacer a diversos sectores de la sociedad;
-          porque permite analizar todo el proceso desarrollado por el diario, ya que se toma la etapa de su nacimiento (se inicia el 28 de agosto de 1945) a través de sus tres primeros años cuando surge con un sentido innovador tanto en la diagramación como en la escritura, y con un carácter popular marcado por su bajo costo, por su parentesco con Crítica y con la necesidad propia de la época de homogeneizar y disciplinar a inmigrantes y a hijos de inmigrantes e inscribirlos en una nación.

El diario junto con la escuela fueron formadores de una identidad. Esta primera época está, además, signada por la radio. Por otra parte, en esta época ya se ha cumplido en nuestro país el proceso de modernización que caracterizó el primer tercio del siglo y que significó una notable transformación del campo intelectual y cultural argentino en todos sus aspectos, incluidos la popularización y el abaratamiento en los procesos de circulación de libros y publicaciones periódicas y la constitución de un público lector cada vez más amplio y diversificado.

La segunda etapa corresponde a los últimos años del diario, momento en que las modalidades audiovisuales en general, y televisivas en particular, han alcanzado un alto grado de difusión y popularización en la Argentina y han generado una fuerte transformación de la prensa gráfica, ganada por fotos de grandes dimensiones, color, una diagramación cuidadísima, nuevos modos de narrar, texto verbal menos profuso y más fragmentario, etc.

En esta temática amplia y compleja, se inscribió el trabajo de todos los investigadores, que abordaron cuestiones y tópicos diferenciados, pero interactuantes y complementarios. En todos los casos, los materiales a partir de los cuales se investigó, fueron los mismos –las mismas etapas del medio-, si bien, en función de los interrogantes seleccionados y los objetivos particulares por cumplimentar, el corpus de cada etapa fue variado. Para las diversas temáticas se elaboró una red conceptual que permitió establecer vasos comunicantes entre los diversos tópicos trabajados y focalizados por los integrantes del equipo, más allá de su aparente heterogeneidad.

Así, se partió del seguimiento de casos, del estudio de un género (las notas de opinión, la narrativa de catástrofes aéreas, las noticias policiales) de secciones o suplementos (las notas de cultura y el suplemento cultural, la sección de política nacional), de titulaciones o de la totalidad textual del periódico.

III. Objetivos de la propuesta

El proceso investigativo abarcó sucesivamente diversos objetivos que se vieron cumplimentados conforme se desarrolló la tarea:

1. Análisis de la prensa escrita en dos etapas decisivas a fin de determinar las transformaciones producidas y caracterizar los rasgos específicos de su retórica.

2. Caracterización del discurso televisivo a partir de la índole compleja del signo televisivo -visual y auditivo- y a las propiedades de la imagen de video que comportan principalmente una modificación en el modo de percepción del espacio y el tiempo.

3. Delimitación de las influencias de la retórica televisiva en el periodismo impreso (fragmentarismo, continuidad, instantaneidad, espectacularización, plenitud -“horror al vacío”-, autorreferencialidad, relación entre oralidad y escritura, homogeneización/ diversificación lingüística, desplazamiento de modelos lingüísticos y culturales: de la literatura a los modelos mediáticos...).

4. Análisis de estas influencias en el marco más abarcador de las transformaciones culturales y tecnológicas actuales.

IV. Principales temas trabajados por los investigadores

A partir del análisis de textos periodísticos de las dos etapas de Clarín, se han abordado como principales temáticas: la construcción del imaginario social y la cuestión identitaria en la comunicación política, las relaciones entre Sociedad y Estado y la configuración y desempeño de los actores sociales, lo ideológico y la discriminación, la concepción cultural, los estilos epocales, la constitución de la agenda y las estrategias argumentativas, la oralidad en la escritura periodística, el diseño gráfico y los modos de lectura.

A continuación se sintetizan, a través de algunas producciones, los principales aportes realizados por el equipo:

1. Comunicación política, identidad y modelo de Estado. La construcción del imaginario social en Clarín (1946-49/1996-99).

La representación periodística entre 1946/49 construye modos identitarios mediante una acción ritual que mantiene la dialéctica identidad/ alteridad, a partir de la presencia del otro, el reconocimiento del grupo como destinatario del ritual, y el autorreconocimiento originado en la pertenencia a una comunidad de valores de los que el otro es portador, una modalidad identitaria sustentada en la sujeción al poder estatal, que convierte a los sujetos en receptores de sus dones, y a un ritual simbólico que moviliza multitudinariamente en torno a valores recurrentes, roles codificados y espectacularidad gestual. En los ’90, el discurso periodístico remarca la crisis entre el Estado y la sociedad, el proceso de desinstitucionalización, anomia y trasgresión, que desestabiliza los ejes identitarios tradicionales. Como contrapartida, construye lazos identitarios entre los individuos y el espacio local comunitario mediante mecanismos de exclusión-inclusión, la continuidad biográfica y el arraigo en el territorio por marcos de referencia. Opera así como reforzador de la conflictividad en la relación Estado/ Sociedad, a la vez que actúa como reparador de la ritualidad perdida al proponer nuevos modos de construcción de la identidad sobre la base de lo local comunitario y la memoria narrativa.

2.El discurso narrativo de Clarín sobre el accidente aéreo de LAPA: La Sociedad y el Estado a través de sus actores.

Estudio de un caso de la narrativa actual en Clarín (segunda etapa de la investigación): el accidente aéreo de LAPA a través de su seguimiento durante un año. El análisis de su construcción narrativa en relación con el desempeño actoral de los sujetos involucrados permite hallar tácticas y estrategias determinadas por el contexto y las distintas instancias de poder. La constitución del caso en paradigmático, en tanto devela toda la problemática contextual vinculada con las relaciones entre el Estado y la Sociedad en la posmodernidad, lo que se refracta en el modo narrativo, que resulta modelado por el contexto.

3. Prejuicio, racismo y discriminación en los titulares de las noticias policiales del diario Clarín en los períodos 1946-1949/1996-1999: Una comparación.

El cronista de policiales de Clarín de la primera mitad del siglo XX ofrecerá un “modelo del mundo” similar al dado por los escritores de relatos policiales clásicos o policiales de enigma. Estos relatos separaban el crimen de su motivación social, analizándolo como un problema matemático por resolver; donde el rol central del detective era el de restitutor de un orden o “cosmos”. Presentaban ideológicamente un mundo taxonómico de buenos y malos. Lo mismo hará el cronista, presentando una realidad simplificada, en la que la policía será siempre “eficaz” y “honesta” y los delincuentes, sencillamente criminales.

Del mismo modo, el cronista de la segunda mitad del siglo XX ofrecerá un “modelo del mundo” similar al dado por los escritores de relatos policiales negros. Estas narraciones, centradas en la motivación social, configuran los delitos como resultantes de una “cadena económica”. Así, la sociedad es vista a través del crimen porque el dinero es, ahora, el que legisla la moral y sostiene la ley. El “cosmos”, en este tipo de relatos, nunca se llega a restituir, dada la existencia de una cadena de corrupción. El cronista de policiales hará, en cierto sentido lo mismo, plasmando en su crónica una realidad en la que el límite entre buenos y malos se ha tornado difuso.

4. Una mirada acerca de la noción de cultura y de lo ideológico en determinados apartados de Clarín Porteño “Notas del amanecer”.

En los textos de la primera etapa se puede observar –además de la subjetividad explícita- un intento aleccionador permanente, una base de creencias socialmente compartidas como punto de partida determinante del deber ser. Mediante el rastreo de los modos en que esta base ideológica se muestra en la argumentación y sus modos discursivos, se confirma la construcción de los textos con un matiz deóntico, ejemplificador y educador que se despliega, aunque no de una manera explícita. Las ideologías pueden ser tomadas como la base del conocimiento de grupo, por lo cual ellas encarnan no sólo los valores sino también los criterios de verdad de ese grupo y, al mismo tiempo, controlan sus opiniones y actitudes. De ahí que las opiniones compartidas resulten fundamentales. Pero lo compartido no es necesariamente enunciado en el discurso. Se da por sentado y no se pone en tela de juicio. Entre las construcciones establecidas en las creencias compartidas se presentan como rasgos:

1.La adhesión a un sistema capitalista con su correspondiente admiración por los valores norteamericanos, con ellos la cultura del esfuerzo individual como posibilidad de crecimiento económico y social, también la cultura del ahorro pero en los organismos creados para tal fin, lo cual se corresponde con afianzar un sistema económico. 2. La descontextualización social y política de situaciones que se presentan como actos aislados o hechos individuales, ya sean heroicos, trágicos o conflictivos. Ejemplo: una huelga como obstáculo veraniego. 3. La importancia del rigor en la educación de niños y jóvenes –sin tolerancia ni indiferencia porque ello ocasiona la complicidad en los actos negativos futuros- con la finalidad de formar adultos valiosos. 4. La desvalorización de la opinión juvenil por carecer de fundamentos para defender sus argumentos y por pretender conocer más que los adultos. 5. La noción de cultura como lo culto.

5. La argumentación como modo de construcción de la agenda en el discurso periodístico

En la constitución de la agenda –corpus de noticias válidas para un destinatario prefigurado por un medio en un momento puntual-, día a día se actualiza la representación del sensorium, así como dispara modos específicos de leer lo real. Al confrontar registros de agenda de dos momentos determinados y diferentes, distantes cincuenta años, en la descripción de dos casos de considerable resonancia política y social, se revisaron e interpretaron las maneras de conferir estatuto al índice de lo noticiable, para concluir que se han modificado por cuestiones de índole económica, de modernización tecnológica y de funcionamiento corporativo, pero fundamentalmente en relación directa con los cambios socio-históricos en que el medio se ve envuelto.

Al modificar su configuración de lo real de manera paulatina y constante en reconocimiento de los cambios culturales manifiestos, compromete las prácticas argumentativas con lo cual genera nuevos regímenes de lectura, ya no solamente atinentes a las estrategias retóricas verbales, sino también a las del espacio y de la imagen como dispositivos de persuasión.

6. El discurso narrativo de Clarín: Algunas cuestiones de estilo vinculadas con la primera época (1946-1949).

Análisis del corpus referido a esta temática –catástrofes aéreas- en el período 1946-1949, seguimiento diacrónico y fichaje de la narrativa sobre catástrofes aéreas, consideradas como casos, para detectar las invariancias frente a los cambios, sustentadas en criterios paratextuales, léxicos, estructurales, enunciativos y contextuales vinculados con un estilo epocal asociado a un uso de la narrativa periodística con un valor paradigmático y moralizante que produce, reproduce y controla las prácticas sociales en consonancia con un modelo estadocéntrico. En lo discursivo, se observa como rasgo muy marcado, la transformación de las fuentes empíricas en textuales, en actantes narrativos productores, en esta época, de una doble línea narrativa: la crónica informativa y paralelamente el relato o metarrelato centrado en el modo de obtención de la información, lo que incide en el contrato mediático establecido entre el medio y sus lectores.

7. El discurso narrativo de Clarín: Algunas cuestiones de estilo vinculadas con la segunda época (1999).

Análisis del corpus correspondiente a 1999, con igual temática que el trabajo anterior, con seguimiento diacrónico de un caso. Frente a la cohesión manifestada en el primer período, este segundo estilo epocal se caracteriza por la dispersión. En este sentido, responde a los cánones propios de la Posmodernidad y a un “modelo para armar” característico de la cultura audiovisual. El fragmentarismo, la pluralidad temática y la heterogeneidad se corresponden con segmentaciones y “clivajes” de la Sociedad y el Estado, y con las conductas y lógicas particulares de los diversos actores sociales. En este sentido y en consonancia con las nuevas tecnologías, los textos están plagados de “vínculos” que remiten a otros tópicos informativos y de opinión del acontecimiento, con lo cual se producen polifonía e intertextualidad.

8. La oralidad como estrategia en el lenguaje periodístico.

Clarín, con la tradición temática y lingüística de Crítica, utilizó, en sus primeros años, los rasgos de la lengua oral y, particularmente, generó una ficción de cercanía entre el referente, el texto y el receptor. Esta oralidad artificial, estrategia discursiva para profundizar sensación de proximidad, apela a todos los recursos textuales posibles, pero la mayor insistencia se encuentra en los recursos contextuales, conducentes a la generación de un efecto “cara a cara” entre el periodista y su lector, que se traduce en la presencia de crónicas resueltas como anécdotas o folletines, con vocabulario efectista y permanente apelación al lector, y también la instrumentación de material gráfico ,como fotos y dibujos, recursos poco frecuentes y hasta desmerecidos por la prensa tradicional, más propensa al predominio del texto escrito con gran nivel de formalidad. En la actualidad, estos procedimientos se han acentuado, posiblemente por la relevancia que la oralidad ha adquirido en diversos ámbitos intelectuales, como la docencia, el nuevo periodismo y las especies dramáticas vigentes en la televisión, el teatro y el cine, que pretenden mostrar la vida cotidiana y, por su puesto, su lenguaje.

9. Nuevos modos de leer: las nuevas tecnologías y los medios audiovisuales.

Los cambios sufridos en la prensa responden a nuevos sujetos-lectores, a cambios de la percepción. Hay una correlación directa y un feedback entre los paratextos de los periódicos de las dos etapas analizadas y las estrategias de lectura, que reflejan rasgos culturales epocales. Las nuevas formas de leer en el contexto de la videocultura exigen establecer relaciones entre lo verbal y lo visual, analizar el protagonismo del ojo (en su percepción de palabra e imagen) y del oído a través del tiempo, y especialmente en la última década estudiar las nuevas competencias lectoras a partir del hipertexto y señalar la incidencia de esta competencia en la lectura del diario, así como la articulación entre el nuevo diseño del periódico y los nuevos modos de leer y ver.

También se plantea la problemática de la autonomía del lector y los modelos de lector que postulan los medios gráficos. Si se cotejan las dos etapas, se observa que la primera se caracteriza por una presentación más inestable de los artículos en el espacio de la página, la aparición de la opinión a partir de hechos concretos, -especialmente de la vida cotidiana-, la apelación a la ficcionalización como recurso, una predominancia de tramas narrativas y descriptivas y la presencia de enunciados programáticos –rasgo percibido en las dos épocas-que postulan un deber ser. La segunda, en cambio, reviste una mayor estabilidad en los espacios que ocupan los textos y brinda una mayor orientación al lector desde los elementos paratextuales y la diagramación; se mantienen los temas cotidianos, pero predomina el análisis de la vida política, se diluye la ficcionalización y surge las argumentación como trama predominante. Asimismo, se estableció la posible relación entre las diferencias de diagramación, los hábitos de lectura y el modelo de lector en las dos etapas que marcan estilos de vida diferentes, según las épocas.

10. Los modos de leer y el perfil del lector en los textos de “Opinión” de las dos etapas de Clarín.

A partir del análisis general antes planteado (ítem 9), focalización de la problemática en textos de opinión y detección de rasgos de ambas etapas que configurarían distintos hábitos de lectura en relación con diferentes estilos de vida. 1) Un modelo de lector más uniforme, perfilado como hombre de trabajo, que pasa la mayor parte del tiempo en la calle, sensible a las problemáticas políticas y sociales, desde su cotidianidad concreta; el hombre o la mujer del sector popular que es capaz de pensar la vida social como un mundo problemático que requiere soluciones. 2) Un perfil de lector más amplio y heterogéneo, que incluiría al sector más popular pero también al sector clase media, más instruido, que reflexiona sobre su vida cotidiana como algo que está anclado en los movimientos y decisiones políticas, pero que también se interesa por la política en sí misma. La fuerte presencia de lo anecdótico y ficcional en los cuarenta responde a una modalidad didáctica en la que podemos advertir una relación de mayor verticalidad entre el enunciador -el medio gráfico, desde una posición de posesión del saber- y el enunciatario –los lectores-. Los textos con argumentación secuencial e incluso dialéctica, propios de la actualidad, postulan un perfil de enunciatario que puede medirse más con el enunciador en una relación de mayor horizontalidad.

11. Análisis del rediseño del diario Clarín.

Análisis de las modificaciones en el diseño de Clarín, desde sus inicios hasta la actualidad. En la determinación de factores que incidieron en la evolución de dicho medio, se consideraron la autonomía del diseño gráfico, los cambios sustanciales en los modos de leer ante la hegemonía de lo visual, la complementariedad de medios gráficos y audiovisuales desde la constitución de grupos multimedia y, consecuentemente, la competitividad entre los diferentes grupos, la reinversión de capitales en nuevas tecnologías de edición y desarrollo de hipertexto, las ediciones digitales e Internet. El análisis se centró en rasgos estrictamente morfológicos y permitió, también, caracterizar dos perfiles de lector: el de la primera época del diario: homogéneo, popular, habituado a la oralidad de la radio, con una lectura del código verbal lineal, ordenada, racional; otro, correspondiente a la época actual, más heterogéneo, familiarizado con los medios audiovisuales y las nuevas tecnologías, con un comportamiento lector más próximo a los códigos visuales, desordenado, intuitivo, asociativo.

V. Síntesis final

De todos las líneas y tópicos asumidos como cuestionamientos e interrogantes por todo el equipo, por distintas vías se determinó un mismo análisis contrastivo que marcó coherencias y homogeneidades en los rasgos y en su descripción e interpretación. Hubo coincidencias tanto desde los procedimientos enunciativos y argumentativos, como estilísticos, formales, expresivos y semánticos. Esas coincidencias se vinculan con un modo de enfocar y concebir el mundo, con un pensamiento situado en las coordenadas sociohistóricas y culturales de cada época, es decir, con las condiciones de posibilidad de conocimiento e interpretación de cada período, expresadas y construidas mediante el lenguaje.

Los rasgos de índole diversa coadyuvan a la conformación de un determinado mundo que en cada etapa se plasma en el diario, como mapa representativo, por la palabra y la imagen. Por otra parte, los rasgos actuales vinculados con lo audiovisual surgen como más evidentes a la luz de su contraposición.

En el caso de la tríada 1946-1949 el discurso del diario da cuenta de diversas cuestiones que integran un imaginario épocal que se traduce no sólo en enfoques o miradas similares sobre los acontecimientos o en las formas de selección y tratamiento de la información y de la publicidad sino también en los modos y estrategias enunciativas y discursivas en general.

Identidad, cohesión nacional, Estado de Bienestar, una realidad simplificada y organizada en un cosmos con fuerte contraste entre buenos y malos en el caso de las noticias policiales. Se hacen evidentes la subjetividad, la intención aleccionadora, ejemplificadora y educadora. Todo ello se traduce, en general, en una narrativa unitaria, monoblóquica y sin fisuras, donde también se pone en juego la transformación de fuentes empíricas en textuales. La crónica se desdobla en el relato sobre la información obtenida, y en el relato más intimista del modo en que el enunciador ha obtenido la información, lo que incide en el contrato mediático establecido entre el medio y sus lectores, caracterizado por una ficción de una relación de cercanía y de proximidad entre el referente, el texto y el receptor. Para ello el medio se vale de los rasgos de la lengua oral como estrategia discursiva, utilizando recursos textuales y contextuales. Por otra parte, se advierte que el diario construye a su lector a partir de rasgos paratextuales que marcan un sensorium. A partir del paratexto, se revela un lector más homogéneo, popular y más habituado a la oralidad de la radio, con un modo de lectura disciplinado y estructurado, y adecuado a la linealidad y racionalidad de la escritura propia de los cuarenta.

En la segunda tríada, la del período 1996-1999, se pone en evidencia la crisis, la anomia y la dispersión propias de la dilución del Estado de Bienestar y del surgimiento del Estado Neoliberal; el caos, el desorden y la corrupción observables en la realidad compleja presentada en la sección policiales hacen que se vuelva ambiguo el límite ético en las conductas de los sujetos. El relato se vuelve abierto y fragmentario, polifónico y multigenérico, en consonancia con la impronta, en la escritura, de las nuevas tecnologías. Por otra parte, la oralidad artificial o ficcional se ha acentuado, lo que puede ser vinculado con la relevancia actual que el registro de la lengua oral ha adquirido en diversos ámbitos y medios. Desde lo paratextual, se constituye un lector más heterogéneo y selectivo, familiarizado con medios y lenguajes audiovisuales, con un modo lectivo más cercano a los lenguajes visuales, caracterizado por un cierto desorden, intuición y asociación.

*El presente trabajo se inscribe en el primero de los subproyectos mencionados: “La prensa escrita en el contexto de la cultura audiovisual” dirigido por la profesora Ma. Elena Sanucci y llevado a cabo entre el 01/05/99 y 31/12/01. Formaron parte del equipo de investigación los profesores: Anahí Brunelli, Patricia Coto, Susana Souilla, Adriana Coscarelli, Claudia Fino, Luis Maggiori y María Antonieta Teodosio.