Resumen La autora aborda cómo, en ciudad de La Plata, adquiere dimensiones insoslayables la percepción generalizada de que las ciudades han estallado, de que el espiral de la decadencia es lo que las marca y las nomina, pareciera ser compartida por los habitantes de la gran mayoría de las ciudades actuales, y especialmente de las latinoamericanas. Percepción que la capital provincial se multiplica porque su identidad misma fue definida a partir del proyecto del progreso, anclado en la razón. Para la investigadora, la certeza de que el progreso se esfumó como proyecto, que no existe ningún destino cierto y de que el caos es lo que impregna y define la sociabilidad urbana que aparece como señal fuerte del cruce de siglos.