Cecilia Mazzaro |
Configuración y reconfiguración de espacios de participación ciudadana.
Un ejercicio metodológico en los clubes sociales de Berisso
Un ejercicio metodológico en los clubes sociales de Berisso
Como unidad de investigación, el LILSU expresa entre
sus objetivos generales el “investigar sobre la generación/regeneración
de lazos sociales en situaciones de crisis o rupturas de la trama urbana, así
como los imaginarios sociales que estas generan”. En ese marco, y tal como fuera explicado en el proyecto de
investigación 2010-2011 acreditado por
UNLP y en publicaciones afines a la temática[1],
la intención de hablar de la transición “del ostracismo social al
compromiso colectivo” se concentró en comprender a los actores sociales históricamente
situados e involucrados en barrios de La Plata, Berisso y Ensenada y sus
instituciones, desde sus propias definiciones y los significados que le
atribuyen a sus prácticas, asumiendo entonces no sólo la importancia de estas
últimas sino de los procesos sociales a ellas vinculados y la manera en que son
representados (Sautú, 2005). Esto
requirió pensar en un diseño metodológico flexible que permitiera el
diálogo entre los actores sociales y el investigador, concibiendo por ende a
los unos como sujetos reflexivos de su actividad, y al otro como participante
activo del proceso de análisis. En este
sentido, y de manera sintética, el proyecto implicó:
- un
recorrido preliminar relevando los Clubes Sociales Culturales y Deportivos que
aún mantenían una actividad barrial en la ciudad, y la selección de aquellos en
donde se efectuaría el análisis según los principales criterios de ubicación
geográfica y fecha de fundación;
- el
análisis y observación de las prácticas que se llevan adelante hacia el
interior de los clubes sociales y deportivos (encuentros, charlas, reuniones,
planificaciones de eventos, asambleas extraordinarias, prácticas deportivas),
tanto como de aquellas actividades que los clubes comparten con otras
instituciones del barrio y de la ciudad (aniversarios, fiestas institucionales,
colectas solidarias), para dar cuenta de las relaciones institucionales, de su
presencia en las calles, en el barrio, en la ciudad en su conjunto. En gran
parte, este análisis implica relevar por encuestas, entrevistas o informantes
clave, cuestiones como la adscripción o nacimiento de la familia en el barrio,
actividades de cada uno de sus miembros, conocimiento de las instituciones
barriales, características específicas del club o la agrupación de referencia
(actividades que ofrece, condiciones de admisión, autoridades, relaciones con
otras instituciones barriales), vínculos de la familia con ese club o
agrupación;
- el
reconocimiento e interpretación de los clubes, a fin de identificar manchas
urbanas donde algunos de ellos marcan enfáticamente los barrios de nuestra
ciudad. Mediante la herramienta metodológica de mapear el club y las
organizaciones sociales de referencia se pudo vincular a estas
instituciones con el escenario barrial, con la construcción de límites marcados
o difusos, y así reconocer el imaginario colectivo de cada comunidad. Para esto
fueron de extrema utilidad los aportes de la colombiana Catalina García Barón[2]
respecto de la metodología de cartografía social, entendida como “un medio para
ordenar el pensamiento y generar conocimiento colectivo (…) Es una herramienta
que nos permite ganar conciencia sobre la realidad, los conflictos y las
capacidades individuales y colectivas. Abre caminos desde la reflexión
compartida para consolidar lecturas y visiones frente a un espacio y un tiempo
específicos, para generar complicidades frente a los futuros posibles en donde
cada uno tiene un papel por asumir (García Barón: 2);
- la
construcción de croquis sobre los planos (oficiales) de la ciudad, que darían
cuenta de lo que puede definirse como ciudad vivida (Silva Tellez, 1994), y
permiten hallar socialidades, esto
es, elementos icónicos portadores de sentido, memoria e historia, aspectos
emblemáticos que generen cercanías o deslindes. Para esto fue indispensable
realizar entrevistas en profundidad a miembros de la Comisión Directiva (C.D) de
los clubes y a los socios considerados referentes del club y el barrio;
- el
consenso y armado con los actores de estrategias de reconstrucción de lazos
sociales entre el club y el barrio a partir de la cual implementar trabajos de
extensión entre la universidad y los actores e instituciones barriales.
En consideración
a estos planteos iniciales destinados al relevamiento y trabajo con instituciones
sociales y deportivas, se propone en este artículo evidenciar el ejercicio
metodológico planificado para el proyecto de investigación, tomando como caso
específico el análisis de dos clubes de la ciudad de Berisso: Club Atlético
Estrella y Centro de Fomento Villa Roca[3].
El criterio de
selección consensuado fue el de buscar dos instituciones con realidades a priori opuestas, dada su ubicación
geográfica (centro y periferia de la ciudad), e histórica, teniendo en cuenta
sus respectivos orígenes en la década del 20 y del 80 del pasado siglo. Además,
fueron consultadas personas que, por razones de parentesco familiar o laboral,
funcionaron como contactos iniciales del grupo investigador, pero sólo en una
etapa de diagnóstico en la que se buscaba establecer la viabilidad y
disposición de los clubes en formar parte de este proyecto de investigación.
La recolección de los datos
La
investigación se basó fuertemente en la utilización de herramientas de orden
cualitativo. Una vez determinadas las instituciones/objeto de estudio, se
procedió a relevar las características edilicias de los clubes, su historia
documentada u oral contada especialmente por cada comisión directiva (C.D) o
participantes de larga trayectoria en ellas, la situación del barrio en
términos de construcciones y servicios básicos, las instituciones o espacios
con las que se relacionan los centros elegidos, los orígenes de la población
predominante, las actividades que desarrollan vinculadas a los clubes y las
propias de su vida cotidiana y los modos de participación de otras
instituciones o personas, basados en entrevistas breves realizadas a estos agentes
por fuera del club estudiado.
En definitiva,
las herramientas utilizadas estuvieron vinculadas fuertemente con un trabajo de
campo de características etnográficas complementadas con:
- Notas de campo sobre tres aspectos: a) las
observaciones no participantes en los barrios; b) las opiniones de vecinos de
cada club elegidos al azar para que comenten su percepción sobre los mismos; y
c) las referidas a observaciones participantes, en aquellos casos en los que
como investigadora propuse alguna actividad para obtener la opinión de los miembros
del club (por ejemplo, un “taller” de fotografía por la que los chicos
asistentes a la biblioteca del Villa Roca, utilizando mi cámara, sacaban fotos
a lo que les gustaba de ese lugar);
- Análisis de documentos: memorias del club (en
especial de Villa Roca, que conserva un álbum con fotos y documentos producidos
por ellos mismos desde que se fundó la institución), diarios locales (para
relevar noticias sobre el barrio, referidas previamente por vecinos en las
entrevistas realizadas), folletos (de las actividades y de los programas que
otras instituciones tienen a modo de explicación de su relación con cada club);
- Registro fotográfico: de las instituciones y su
barrio y/o comunidad de referencia, considerando además el registro fotográfico
resultado de la actividad propuesta a los chicos asistentes al club, que
aportaban así su mirada sobre la institución;
- Entrevistas en profundidad: a integrantes de las
comisiones directivas y a participantes de las diversas actividades;
- Mapeo: de los barrios según su disposición oficial
(mapa satelital detallando las instituciones de referencia), y social (el
croquis co-construido con los integrantes del club según cómo ellos cuentan la
relación entre el club y el barrio);
Con todos estos
datos relevados, se sistematizó la información en base a ejes que permitieran
comparar las instituciones relevadas, aunque dejando ciertos puntos como
particularidades de cada club. Tales ejes fueron:
- La
ubicación y datos institucionales;
- La
historia;
- El
recorrido por el barrio (relevando espacios importantes y los respectivos
mapas);
- Las
actividades (en especial las promovidas desde las bibliotecas) y los convenios;
- Los
logros y proyectos a futuro.
En el caso de Villa Roca se tuvo en
cuenta, además, la trascendencia de la publicación que editaba la institución, (Páginas de Villa Roca), y las
características del barrio donde más actividades promueven, el San José Obrero.
En el caso del Club Estrella, la nota
particular la dio el programa de radio que sostiene desde el año 2011, “Los
chicos de la cebra”.
Finalmente se
expresan las observaciones generales respecto de la información relevada y se
reflexiona en particular sobre la forma en la que fueron obtenidos y expuestos
los datos, y el aporte que la metodología elegida implica para este tipo de
investigaciones.
Primer caso: el club Villa Roca
1. Ubicación y
datos institucionales
El Centro de Fomento Villa Roca está
ubicado en calle 162 norte Nº 2759 e/29 y 30, en un barrio periférico de
Berisso, con calles de tierra -como la de la entrada del club-, y algunos
accesos principales pavimentados, tales como la calle 30 o la 162. El edificio
consta de dos niveles: en planta baja, la entrada, salón de usos múltiples
(S.U.M, al fondo), guardería y baños; en planta alta, sobre la entrada y a un
costado, la biblioteca (con dos salones), y una sala de Internet (ex—sala de
conferencias).
Villa Roca forma parte de la “Federación
Entidades de Bien Público de Berisso” que comprende la participación de más de
doscientas asociaciones e instituciones de la ciudad.
Su comisión directiva está conformada por
15 miembros y está presidida por Ernesto. Los integrantes más activos (cuatro),
tienen experiencia de trabajo comunitario como miembros de la cooperadora de la
Escuela 17 (con la que la biblioteca del club trabaja aún asiduamente) y el
Jardín 904 de la zona.
[1] Gran parte de los aspectos teóricos del
proyecto de investigación “Del ostracismo social al compromiso colectivo.
Configuración y reconfiguración de espacios urbanos de participación ciudadana”
han sido explicados en diversas publicaciones y en el propio Anuario de Investigaciones 2007, 2008 y 2010
por la directora del proyecto, Dra. María Eugenia Rosboch, y las investigadoras
Lic. María Ofelia Tellechea y Lic. Virginia Cáneva.
[2] Nos referimos al apunte “Barrios del
mundo: historias urbanas. La cartografía social… pistas para seguir”. En el
mismo la autora explica y ejemplifica en detalle la experiencia de la
cartografía social, argumentando sus bases fundamentales y desarrollando los
criterios guía para su práctica.
[3] Los datos iniciales de esta
investigación fueron relevados entre junio de 2010 y octubre de 2011, mientras
que las entrevistas se realizaron principalmente entre julio de 2011 y mayo de
2012.