Cecilia Mazzaro |
Configuración y reconfiguración de espacios de participación ciudadana. Un ejercicio metodológico en los clubes sociales de Berisso
Forma de citar | MAZZARO, Cecilia: “Configuración y reconfiguración de espacios de participación ciudadana. Un ejercicio metodológico en los clubes sociales de Berisso”, en Anuario de investigaciones 2011, La Plata, Facultad de Periodismo y Comunicación Social, UNLP, 2012. |
Como unidad de investigación, el LILSU expresa entre sus objetivos generales el “investigar sobre la generación/regeneración de lazos sociales en situaciones de crisis o rupturas de la trama urbana, así como los imaginarios sociales que estas generan”. En ese marco, y tal como fuera explicado en el proyecto de investigación 2010-2011 acreditado por UNLP y en publicaciones afines a la temática[1], la intención de hablar de la transición “del ostracismo social al compromiso colectivo” se concentró en comprender a los actores sociales históricamente situados e involucrados en barrios de La Plata , Berisso y Ensenada y sus instituciones, desde sus propias definiciones y los significados que le atribuyen a sus prácticas, asumiendo entonces no sólo la importancia de estas últimas sino la de los procesos sociales a ellas vinculados y la manera en que son representados (Sautú, 2005). Esto requirió pensar en un diseño metodológico flexible que permitiera el diálogo entre los actores sociales y el investigador, concibiendo por ende a los unos como sujetos reflexivos de su actividad, y al otro como participante activo del proceso de análisis. En este sentido, y de manera sintética, el proyecto implicó:
- un recorrido preliminar relevando los Clubes Sociales Culturales y Deportivos que aún mantenían una actividad barrial en la ciudad, y la selección de aquellos en donde se efectuaría el análisis según los principales criterios de ubicación geográfica y fecha de fundación;
- el análisis y observación de las prácticas que se llevan adelante hacia el interior de los clubes sociales y deportivos (encuentros, charlas, reuniones, planificaciones de eventos, asambleas extraordinarias, prácticas deportivas), tanto como de aquellas actividades que los clubes comparten con otras instituciones del barrio y de la ciudad (aniversarios, fiestas institucionales, colectas solidarias), para dar cuenta de las relaciones institucionales, de su presencia en las calles, en el barrio, en la ciudad en su conjunto. En gran parte, este análisis implica relevar por encuestas, entrevistas o informantes clave, cuestiones como la adscripción o nacimiento de la familia en el barrio, actividades de cada uno de sus miembros, conocimiento de las instituciones barriales, características específicas del club o la agrupación de referencia (actividades que ofrece, condiciones de admisión, autoridades, relaciones con otras instituciones barriales), vínculos de la familia con ese club o agrupación;
- el reconocimiento e interpretación de los clubes, a fin de identificar manchas urbanas donde algunos de ellos marcan enfáticamente los barrios de nuestra ciudad. Mediante la herramienta metodológica de mapear el club y las organizaciones sociales de referencia se pudo vincular a estas instituciones con el escenario barrial, con la construcción de límites marcados o difusos, y así reconocer el imaginario colectivo de cada comunidad. Para esto fueron de extrema utilidad los aportes de la colombiana Catalina García Barón[2] respecto de la metodología de cartografía social, entendida como “un medio para ordenar el pensamiento y generar conocimiento colectivo (…) Es una herramienta que nos permite ganar conciencia sobre la realidad, los conflictos y las capacidades individuales y colectivas. Abre caminos desde la reflexión compartida para consolidar lecturas y visiones frente a un espacio y un tiempo específicos, para generar complicidades frente a los futuros posibles en donde cada uno tiene un papel por asumir (García Barón: 2);
- la construcción de croquis sobre los planos (oficiales, satelitales) de la ciudad, que darían cuenta de lo que puede definirse como ciudad vivida (Silva Tellez, 1994), y permiten hallar socialidades, esto es, elementos icónicos portadores de sentido, memoria e historia, aspectos emblemáticos que generen cercanías o deslindes. Para esto fue indispensable realizar entrevistas en profundidad a miembros de la Comisión Directiva (C.D) de los clubes y a los socios considerados referentes del club y el barrio;
- el consenso y armado con los actores de estrategias de reconstrucción de lazos sociales entre el club y el barrio a partir de las cuales implementar trabajos de extensión entre la universidad y los actores e instituciones barriales.
En consideración a estos planteos iniciales destinados al relevamiento y trabajo con instituciones sociales y deportivas, se propone en este artículo evidenciar el ejercicio metodológico planificado para el proyecto de investigación, tomando como caso específico el análisis de dos clubes de la ciudad de Berisso: Club Atlético Estrella y Centro de Fomento Villa Roca[3].
El criterio de selección consensuado fue el de buscar dos instituciones con realidades a priori opuestas, dada su ubicación geográfica (centro y periferia de la ciudad), e histórica, teniendo en cuenta sus respectivos orígenes en la década del 20 y del 80 del pasado siglo. Además, fueron consultadas personas que, por razones de parentesco familiar o laboral, funcionaron como contactos iniciales del grupo investigador, pero sólo en una etapa de diagnóstico en la que se buscaba establecer la viabilidad y disposición de los clubes en formar parte de este proyecto de investigación.
La recolección de los datos
La investigación se basó fuertemente en la utilización de herramientas de orden cualitativo. Una vez determinadas las instituciones/objeto de estudio, se procedió a relevar las características edilicias de los clubes, su historia documentada u oral contada especialmente por cada comisión directiva (C.D) o participantes de larga trayectoria en ellas, la situación del barrio en términos de construcciones y servicios básicos, las instituciones o espacios con las que se relacionan los centros elegidos, los orígenes de la población predominante, las actividades que desarrollan vinculadas a los clubes y las propias de su vida cotidiana y los modos de participación de otras instituciones o personas, basados en entrevistas breves realizadas a estos agentes por fuera del club estudiado.
En definitiva, las herramientas utilizadas estuvieron vinculadas fuertemente con un trabajo de campo de características etnográficas complementadas con:
- Notas de campo sobre tres aspectos: a) las observaciones no participantes en los barrios; b) las opiniones de vecinos de cada club elegidos al azar para que comenten su percepción sobre los mismos; y c) las referidas a observaciones participantes, como los en que se propuso alguna actividad para obtener la opinión de diversos miembros del club (por ejemplo, un “taller” de fotografía por la que los chicos asistentes a la biblioteca del Villa Roca, utilizando la cámara de la investigadora, sacaron fotos a lo que les gustaba de ese lugar);
- Análisis de documentos: memorias del club (en especial de Villa Roca, que conserva un álbum con fotos y documentos producidos por ellos mismos desde que se fundó la institución), diarios locales (para relevar noticias sobre el barrio, referidas previamente por vecinos en las entrevistas realizadas), folletos (de las actividades y de los programas que otras instituciones tienen a modo de explicación de su relación con cada club);
- Registro fotográfico: de las instituciones y su barrio y/o comunidad de referencia, considerando además el registro fotográfico resultado de la actividad propuesta a los chicos asistentes al club, que aportaban así su mirada sobre la institución;
- Entrevistas en profundidad: a integrantes de las comisiones directivas y a participantes de las diversas actividades;
- Mapeo: de los barrios según su disposición oficial (mapa satelital detallando las instituciones de referencia), y social (el croquis co-construido con los integrantes del club según cómo ellos cuentan la relación entre el club y el barrio);
Con todos estos datos relevados, se sistematizó la información en base a ejes que permitieran comparar las instituciones estudiadas, aunque dejando ciertos puntos como particularidades de cada club. Tales ejes fueron:
- La ubicación y datos institucionales;
- La historia;
- El recorrido por el barrio (relevando espacios importantes y los respectivos mapas);
- Las actividades (en especial las promovidas desde las bibliotecas) y los convenios;
- Los logros y proyectos a futuro.
En el caso de Villa Roca se tuvo en cuenta, además, la trascendencia de la publicación que editaba la institución (Páginas de Villa Roca), y las características del barrio donde más actividades promueven, el San José Obrero.
En el caso del Club Estrella, la nota particular la dio el programa de radio que sostiene desde el año 2011, “Los chicos de la cebra”.
Finalmente se expresan las observaciones generales respecto de la información relevada y se reflexiona en particular sobre la forma en la que fueron obtenidos y expuestos los datos, y el aporte que la metodología elegida implica para este tipo de investigaciones.
Primer caso: el club Villa Roca
1. Ubicación y datos institucionales
El Centro de Fomento Villa Roca está ubicado en calle 162 norte Nº 2759 e/29 y 30, en un barrio periférico de Berisso, con calles de tierra -como la de la entrada del club-, y algunos accesos principales pavimentados, tales como la calle 30 o la 162. El edificio, de ladrillos a la vista, consta de dos niveles: en planta baja, un hall de entrada, al fondo un amplio salón de usos múltiples (S.U.M) que incluye un escenario de madera, la guardería y los baños; en planta alta, sobre la entrada y dando al frente del edificio, la biblioteca (con dos salones), y una sala de Internet (ex—sala de conferencias).
Villa Roca forma parte de la “Federación Entidades de Bien Público de Berisso” que comprende la participación de más de doscientas asociaciones e instituciones de la ciudad.
Su comisión directiva está conformada por 15 miembros y está presidida por Ernesto. Los integrantes más activos (cuatro), tienen experiencia de trabajo comunitario como miembros de la cooperadora de la Escuela 17 (con la que la biblioteca del club trabaja aún asiduamente) y el Jardín 904 de la zona.
2. Historia (cronología)
1983/84: se forma una Unión Vecinal con el objetivo de mejorar la calle, poner luces y conseguir mayor cantidad de agua potable (si bien existía la red, el suministro se daba por una hora en la mañana y una hora a la tarde, proviniendo del vecino barrio Obrero).
1993/94: el Ente del Conurbano Bonaerense le otorga fondos (22.000 pesos, en la época de la paridad un peso=un dólar), para construir la biblioteca.
1997: surge la idea de agrandar el Centro. Para juntar fondos trabajan en conjunto con la Escuela N º17 organizando peñas, quermeses (de las que todavía conservan la ruleta), cenas-show. Con esta iniciativa compran los terrenos para el Centro de Fomento[4].
También en ese mismo año ganan un subsidio proveniente de un Programa nacional destinado a los diferentes municipios. En el caso de Berisso se eligieron cuatro instituciones a las que se les adjudicó un monto de 200.000 pesos (igual cantidad de dólares en ese momento), con lo cual se suman a un proyecto llamado “Construyendo oportunidades”, que ejecutaron en conjunto con la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP). Este fue el gran salto de la institución ya que con esa suma pudieron becar a veinte chicos de la zona, comprar insumos para la biblioteca (libros, fotocopiadora) y terminar con la edificación.
2000: el Centro inaugura una guardería, producto de una necesidad diagnosticada en el barrio. Para fundarla trabajaron con una cooperativa que reunía a madres cuidadoras, y a través de un subsidio otorgado por el Ministerio de Desarrollo Social. Eventualmente, como también alimentaban a niños, articularon con el PNUD (Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo).
Otra de las iniciativas para construir el Centro de Fomento fue gestionar con una empresa de Punta Indio la adquisición de material calcáreo a cambio de obras que realizó el Municipio. De la cantidad obtenida, 500 metros cuadrados fueron destinados a obras en el barrio.
3. Recorrida por el barrio
El barrio Villa Roca comprende desde la calle 164 a 156 y 26 a 30, siendo sus límites el barrio Villa España al noroeste, Villa Dolores al noreste, Barrio San José Obrero al este, el reservorio del canal Watzemburg al sudeste y al sudoeste, campo. Es para remarcar que aquello que la C.D llama “campo” es un lugar poblado, con casas muy precarias pero que evidencian una mínima organización espacial, tendiente a marcar territorio y establecer viviendas de material.
Geográficamente hablando, el barrio Villa Roca está en un bañado, según nos cuenta Yolanda que vive en la zona desde hace 41 años, aunque es de Córdoba. Esta característica del lugar hace que se sientan mucho las vibraciones en las casas ubicadas en calles por las que pasa tránsito pesado, como los micros. Sin embargo, los problemas más molestos son por los gases de YPF y COPETRO, y últimamente, las cenizas del volcán que también han llegado a esa zona[5].
Yolanda dice que en general es un barrio tranquilo, de gente trabajadora, lo cual se evidencia en cada cuadra, donde se ven casas de material -en construcción lenta pero permanente-, que reemplazan las originales de chapa. La vecina cuenta que a pesar de esto hay historias “de las otras”, como la de los mellizos de 163 y 26, que vivían en una casa que está sobre una de las calles ya asfaltadas. Eran menores y habían intervenido en varios delitos, entre ellos un asesinato[6].
Espacios relevantes
- Centro de Día (163 y 28): no se percibió identificación ni actividad visible durante el tiempo en que se desarrolló esta investigación.
- Depósito (162 y 28): estaba antes de que se construyera el barrio; eventualmente los vecinos se movilizan protestando por los roedores y los desperdicios, aunque ésta no es una movilización sistemática.
- Heladería (164 y 27): es muy concurrida por su cercanía a la Escuela y la plaza.
- Parrilla El Pampa, en el barrio Villa Dolores, sobre calle 30
- Unidad Sanitaria (27 y 164)
- Escuela Nº 17 “Ignacio Gorriti”: inauguró sus actividades en 1960[7]. Tanto la escuela como la salita están construidas sobre terrenos fiscales, pero en el medio de ambas instituciones hay una casilla de un particular, que según nos cuenta Yolanda fue entregada a su actual habitante en la época de los militares.
- El SUM del colegio, que lo hizo la gente del barrio y tiene 25 años.
- Enfrente de la escuela hay una plaza (Plaza 17 de octubre), de cuya comisión es miembro la propia Yolanda. Esta comisión se reúne en la escuela, para mantenerla y organizar actividades. En la plaza hay: juegos para discapacitados (colocados en junio de 2011), cancha de bochas y tejo, cancha de fútbol y un pequeño anfiteatro en donde, en verano, el área de Cultura de la Municipalidad organiza “Siete noches de folklore”.
- Media Caña, Astilleros y Defensa Civil son lugares de referencia.
- El gimnasio de la escuela está en 164 entre 27 y 28, sobre una calle asfaltada. Era una cancha de paddle comprada con el dinero del premio a la mejor escuela que ganó la institución en un concurso impulsado por la Nación en los años 90. Mide 18 x 60 metros , pero Yolanda dice que lo usan poco.
Mapas [8]
Para el desarrollo de la cartografía social de este barrio se realizaron dos mapas sobre la zona de injerencia del Club Villa Roca de Berisso. El primero es un mapa de la ciudad que fue co-construido con la comisión directiva; allí se marcó con un círculo rojo al propio club, con cuadrados rojos a las instituciones referentes, y en colores naranja, verde, amarillo, rosa y rojo los barrios circundantes a Villa Roca, que además de estar pintado se encuentra delimitado entre las calles mencionadas por los protagonistas. El segundo mapa muestra el lugar del club y las instituciones referentes indicadas en la construcción del primero, pero desde una vista satelital.
Es necesario aclarar que la co-construcción del primer plano no fue (ni tiene por qué ser) “prolija”. Se trató de una jornada que se inició con el dibujo de las cuadras, utilizando como punto de partida el club (ubicado en el centro de la hoja) y anexando folios allí donde se extendía la influencia del mismo.
Es importante en cambio tener resuelto previamente algunos argumentos para motivar a que el otro sea quien agarre el lápiz, que tenga opciones de colores e instrumentos, es decir, quitar al investigador como responsable de esa tarea y dejar que sea el protagonista quien dibuje a partir de las preguntas que el analista le va haciendo. También es conveniente que una vez terminado el mapa se haga hincapié en lo importante que es visualizar la situación como sea que haya quedado plasmada, y en devolverle al protagonista lo que para el investigador significa cada detalle sobresaliente. Es posible que a pesar de esto los protagonistas se vean más representados por el primer mapa, porque allí encuentran fácilmente las aclaraciones y referencias propias, los dibujos explicativos al margen de la hoja y elementos varios que el investigador debe capitalizar en la interpretación de cada cartografía.
La comparación entre ambos mapas es necesaria para evidenciar el contraste entre la disposición urbana de las instituciones y las representaciones que tienen los integrantes del club respecto del lugar que éste ocupa en el barrio, y de qué manera se vincula con cuáles instituciones. De esta manera, el primer mapa es la “transcripción” del original, en una escala más pequeña, y el segundo muestra los mismos lugares que marcaron como referencia, pero ubicados en el mapa “real” satelital. Al ir al barrio notamos que aún así, los espacios son más cercanos (en el caso de los del vecino barrio Obrero) o lejanos (en el caso de la parrilla) que los que habían relatado. A su vez pudo comprobarse cómo funciona el propio club en tanto referencia del barrio –ya que, según la C.D , a su institución la conocían todos por la zona- y, efectivamente, al preguntar por el club a los vecinos que se encontraba azarosamente caminando a menos de diez cuadras a la redonda, todos pudieron ubicar con relativa exactitud la dirección del mismo.
San José Obrero: el segundo barrio
El barrio San José Obrero —o, sencillamente, el barrio Obrero—, se extiende desde el ángulo que conforman el reservorio del canal Watzemburg y calle 30, hasta la avenida Montevideo. Desde el canal y hacia el norte, siguiendo la calle 30 y separadas por vías perpendiculares a ésta, se encuentran las llamadas “manzanas” (en contraposición a “cuadras”), con viviendas cuya construcción es similar a las de Villa Roca: casas sencillas pero de material, algunas incluso con rejas, separadas por calles de tierra algunas y pavimentadas otras; pero a diferencia de las cuadras, las manzanas son más largas y se curvan ligeramente. Desde la calle 31 y hacia el río el panorama cambia: las casas aún son de material pero dispuestas en forma de monoblock sobre un predio donde las calles son vías de tierra que separan una estructura de otra, y los únicos edificios que se diferencian son los referentes que habían marcado Adriana (integrante de la Comisión Directiva y esposa del presidente) y Osvaldo Rodríguez (bibliotecario de la institución) durante la recreación del primer mapa: la Iglesia Pascual Ruberto, el Centro de Estimulación temprana, la Escuela de Enseñanza Especial Nº 501, la Escuela Manuel Belgrano y la Guardería Cecilia Grierson.
Hacia el norte del barrio San José Obrero —cerca de la avenida Montevideo—, y al norte del Villa Roca, esto es, en lo que la C.D señaló como Villa Dolores, se mezclan las “marcas” que aparecen en forma de graffitis o carteles de espacios reconocidos formalmente. Nada se identifica con “Villa Dolores”, pero en cambio hay varias pintadas incentivando a asociarse al club Villa San Carlos (“La Villa te necesita. Asociate. 87 años”); y, más cerca de Montevideo que de 164, hay una plazoleta que se denomina “Pascual Ruberto”.
Esta superposición entre los límites de uno y otro barrio parece no incomodar a la C.D de Villa Roca que, como se ha señalado anteriormente, no sólo trabaja con instituciones ubicadas en otros barrios (principalmente el Obrero), sino que utiliza como referencia lugares que están por fuera de su barrio, como la Parrilla El Pampa, “a donde vamos siempre a comer”, lugar ubicado en barrio Villa Dolores, sobre calle 30, y que cuenta con estacionamiento de la mano de enfrente, sobre las manzanas.
4. Logros y proyectos
Dados los problemas iniciales que tenían en el barrio por la escasez de agua, uno de los principales logros que mencionan es el tener agua de red durante todo el día.
Fuera de esta cuestión, los proyectos se centran en generar buenas condiciones de tránsito y evitar inundaciones. Por esta razón pidieron, a través de la iniciativa municipal de presupuesto participativo, la mejora de las calles con cordón de cemento, ya que el asfalto es muy caro. Por el momento esto está “congelado por falta de fondos”. Por otro lado, como el barrio aún sufre inundaciones, en la actualidad están gestionando en el municipio una obra para instalar bombas y cambiar el curso del agua del canal Watzerborn ya que, como ese barrio antiguamente era campo, el canal desagua en esas tierras en vez de hacerlo en el río.
5. Actividades y convenios
La biblioteca. Comentarios del bibliotecario Osvaldo Rodríguez:
El 10 de junio de 1995 el Centro de Fomento Villa Roca fundó una Biblioteca Popular y se le asignó el nombre de “Presbítero Pascual Ruberto”, en reconocimiento a la personalidad del ex-párroco. Esta institución ofrece diversos servicios al público (referencia, préstamo de material bibliográfico en Sala y a domicilio, acceso a Internet), dispone el lugar para el desarrollo de talleres de cerámica, escultura, computación, yoga, gimnasia y voley, e incluso llegó a editar el boletín Páginas de Villa Roca. Cuenta con alrededor de 8.000 volúmenes, a lo que deben sumarse revistas, videos, CD ROM, juegos de mesa[9].
Los socios de la biblioteca son 1053 (según datos de 2011; en mayo de 2012 habían ascendido a 1091) y se reciben aproximadamente 500 consultas por mes[11]. Los motivos por los que se asocian son variados, aunque la mayoría van por demanda escolar. Los socios activos son alrededor de cien.
En las vacaciones el Club está abierto para el proyecto de la Municipalidad , “Vacaciones para todos”. Dicho proyecto consiste en actividades destinadas a los chicos (juegos y chocolatada), organizadas un día en cada club de Berisso.
Horarios de la Biblioteca Popular Presbítero Pascual Ruberto:
Lunes, Miércoles y Viernes: de 16:00 a 19:30 horas
Lunes, Miércoles y Viernes: de 16:00 a 19:30 horas
Martes y Jueves: de 9:30 a 12:00 horas
Teléfono: 0221-464-3858
Teléfono: 0221-464-3858
Dirección de correo electrónico: pascualruberto@hotmail.com
Los convenios. Comentarios de Adriana y Diana (representante del PNUD):
El PNUD, a través del proyecto CTC -Centros Tecnológicos Comunitarios- le otorga dinero al club Villa Roca por 3 ó 6 meses en convenios renovables[12]. Como parte de dicho proyecto recibieron cinco computadoras y una beca para el coordinador del CTC en la institución. El mismo funcionaría en el club como un servicio gratuito para la comunidad, con la idea de organizar una sala de taller para adultos mayores que vayan “para hacer trámites, o para que aprendan a hacer una nota o algo” (Adriana).
Por otra parte, el convenio con el PNUD sirve para pagar la comida de los chicos de la guardería (aproximadamente veinticinco), y hasta el año 2011 también la de los sábados al mediodía destinada a la comunidad en general, esto es, para alrededor de cincuenta personas.
A la guardería del Club Villa Roca asisten niños del barrio homónimo, y algunos pocos del barrio Obrero. En total son unos veinte niños de entre 1 y 5 años que son traídos por los padres o madres. Aunque ellos no colaboran en las tareas de la guardería, sí transmiten en este espacio sus carencias y necesidades, tales como problemas de inseguridad, calles, iluminación, falta de zanjeos, etcétera.
Las encargadas del lugar realizan actividades de enseñanza, juegos didácticos y recreativos con los niños, que también desayunan, almuerzan y algunos incluso duermen allí. Se les brinda la atención de cuidados básicos, como por ejemplo el cambio de pañales, y se informa a los padres sobre el comportamiento de cada niño.
Otro convenio promovido desde Villa Roca es con el Ministerio de Educación en relación al Plan FINES (Finalización de Estudios Secundarios), por el cual dos veces por semana se prestan las instalaciones para el dictado de clases. Sin embargo, tal movimiento no ha sido percibido en el club a través de las observaciones hechas para esta investigación.
El boletín Páginas de Villa Roca:
Muchas de las actividades se informan a la comunidad mediante dos pizarras ubicadas a la entrada de la institución, pero antes de eso y durante algunos años el club llegó a editar un boletín denominado Páginas de Villa Roca. Aunque no mantiene esta publicación actualmente, la misma se editó, al menos, hasta 2008 (fecha del último ejemplar que conservan en su álbum histórico), y era resultado de un trabajo conjunto entre docentes y alumnos del taller “Patios Abiertos” de la Escuela 17, y la Asociación de Fomento Cultural y Deportivo Villa Roca. Cumplió su décimo aniversario en abril de 2008, siendo ése el Nº 21.
Segundo caso: el Club Atlético Estrella de Berisso
1. Ubicación y datos institucionales
El club tiene campos de deportes y sedes en:
- Calle 8 Nº 4078 esquina 163: sede principal, biblioteca y cancha de fútbol Infantil;
- Calle 8 e/ 165 y 166: gimnasio de básquet masculino y femenino; en primer piso, Taekwondo;
- Calle 8 y 169: cancha de fútbol mayor y juvenil.
La sede principal consta de dos niveles: en planta baja se encuentran las instalaciones de la biblioteca, los baños para mujeres y hombres y una pequeña cocina; en el primer piso están las oficinas de presidencia, secretaría, tesorería y una cuarta sin identificación pero que en su interior tiene estanterías y al menos un escritorio con equipo de computación e Internet. Además hay un salón amplio para desarrollar diversas actividades como Kick Boxing o el taller “Cuentocuentos”, y una última habitación pequeña que cumple la función explícita de “Roperito”. El estudio de radio se encuentra dentro del salón mencionado anteriormente. Es también en el primer piso, en el palier, en donde se encuentran las estanterías con los premios del club, una biblioteca con VHS de diversas películas, una fotocopiadora, un ropero de pino de tres cuerpos y una pequeña mesita sin ningún uso particular aparente.
La cantidad de socios alcanza las 800 personas, que pagan cuotas de 3$ y 5$ por mes. En 2012 se estuvo evaluando aumentar esta cuota por la falta de pago de algunos socios, lo que obligaba a la institución a incorporar a una persona que cobre casa por casa dicha cuota.
Como parte de las estrategias de asociación (ver cuadro siguiente), implementaron hace algunos años que los chicos que se asocian por los deportes automáticamente sean socios de la biblioteca.
En términos generales los vecinos se asocian por la actividad que les interesa y su permanencia depende de la continuidad de la misma.
Ante la pregunta por quiénes asisten y quiénes faltan en el club, el presidente de Estrella, Carlos Crisci, dijo que sus actividades están dirigidas a mujeres y varones, jóvenes y adultos, pero que aún están ausentes los jubilados, socios e integrantes de comisiones anteriores. Este público es importante para ellos porque buscan reconstruir su historia y retomar el vínculo con ex-jugadores, y a futuro les interesaría establecer un centro de jubilados o para la tercera edad, ya que consideran muy importante interactuar con este público que actualmente sólo se acerca al club por actividades que poseen la categoría senior o, en el caso de los mayores, a encuentros de poesía que se organizan a través de la biblioteca.
Respecto de los jóvenes, la C.D alega que si bien la oferta de actividades es mucha, también existe variada oferta en el barrio y en la ciudad para ellos, con la que sienten que no pueden competir.
2. Historia
El club se fundó el 20 de enero de 1921 y la biblioteca, el 9 de julio de 1935. Aunque es uno de los clubes más antiguos de la región, el presidente de la comisión directiva (que asumió sus funciones en 2005) mostró interés por realizar una reconstrucción histórica del club, ya que no tienen prácticamente información al respecto. Esta política fue particularmente evidente hacia el año 2012, cuando se encontraban en proceso de incorporar viejos actores del club, a través de actividades que les permitan “interaccionar con ellos”.
Respecto de la comunidad, no mencionaron ningún canal que hayan propuesto específicamente a tal fin, pero declararon ser sede del Presupuesto Participativo, del Foro de Seguridad, y tener vínculo con el Foro de la Niñez , la Fundación Crear de La Plata y el Hospital de Berisso.
Igualmente importante en este relevamiento histórico de la institución es la información seleccionada por los integrantes del club para publicar en su página web. En el momento en que fue realizada esta investigación, se exponían allí los datos principales del Estrella de Berisso, rescatando sobre todo la actividad deportiva, en especial la del fútbol, pero también la del básquet y el taekwondo. De esta manera contaban que “antes de que el club se fundara había cinco equipos de barrio. Como no tenían sede se reunían en la casa de algún integrante. Estos equipos se llamaban Viuda de Wilde, Independiente de Berisso, el 43 de Berisso, Deportivo Berisso y Defensores de Berisso. Con la intervención de algunos integrantes de estos equipos se llegó a un acuerdo para formar un solo club, llamado Club Social, Cultural y Deportivo, luego cambiado por el nombre de Club A. Estrella de Berisso recordando a los trabajadores del frigorífico que jugaban al fútbol y tenían una murga con ese nombre; además fueron los primeros que quisieron crear un club amateur en 1906. Se dice que se fundó el 20 de enero de 1921 por ser el día que consta en su estatuto con el nombre de Club A. Estrella de Berisso siendo por fin un club Amateur”.
También se rescataba en la web la importancia del básquet masculino y su nivel de competencia en la APB de 3ra división en la categoría superior, además de contar con categorías pre-mini, mini, infantiles y cadetes. El básquet femenino, mientras tanto, posicionaba al club como único en la zona en poseer esta disciplina y competir formalmente. Con este deporte el club participa en la Asociación Rioplatense de Básquet en la 1er categoría, donde han salido campeones en el Apertura del año 2011.
Por su parte, el taekwondo se destaca en el club dado que, por un lado, supieron tener a los profesores más jóvenes de la disciplina dictando las clases (Belén R. IV Dan y Emanuel R. IV Dan) y por otro, se ha convertido en una actividad de convocatoria creciente.
Finalmente, el fútbol resultaba ser la actividad más mencionada en la página web, tal como sucede en la actualidad, lo que evidencia el perfil deportivo de la institución en torno a la presencia de esta disciplina en campeonatos locales. Además, se reconoce al fútbol como el deporte que prácticamente dio origen al club, ya que participa desde el año 1921 en forma ininterrumpida de los campeonatos organizados por la Liga Amateur Platense de Futbol, coronándose campeón en 18 oportunidades, lo que es récord en la historia de esa Liga. El Futbol Juvenil empieza a participar desde el año 1999 con categorías desde la 5ta división hasta 9na, además de contar con una categoría infantil jugando en cancha de once. Al futbol infantil, por su parte, se le da impulso desde 1987 y desde entonces ha sido protagonista de los torneos organizados por las ligas LAFIR y AFIRE.
3. Recorrida por el barrio
El Club Atlético Estrella está ubicado cerca del centro comercial y administrativo de Berisso, lindante incluso a sus principales accesos (avenidas Génova y Montevideo). Es por tal razón un barrio de calles pavimentadas, arquitectura relativamente baja pero de viviendas estables y de instituciones educativas, sanitarias y gubernamentales geográficamente próximas.
No aparenta problemas de servicios, ni son éstos temas de debate que hayan mencionado quienes trabajan en el club. En cambio, sí les preocupa la situación social de los chicos porque, aunque la trayectoria del club hace que sus actividades sean relativamente convocantes, el encontrarse en una zona céntrica los relega tanto al club como a su Biblioteca –donde recaen algunas tareas sociales-, como único centro de reunión para los jóvenes.
Espacios relevantes:
Colegios públicos provinciales:
- Escuela N° 1 / ESB Nº5: Av. Montevideo e/ 5 y 6 N° 335
- C.E.C (Centro de Educación Complementaria) N° 802: 6 y Av. Montevideo
- Escuela N° 6 / ESB nº10: 158 e/ 8 y 9 N° 601
Colegios privados:
- Instituto Fray Justo Santa María de Oro: 10 y 166
- Instituto Canossiano San José (Primaria, Secundaria e instituto de Formación Docente y Técnica): 166 e/ 11 y 12 N° 948
Educación para adultos - Municipal:
- C.E.F. N° 67: 169 e/ 8 y 9 (Gimnasio Municipal)
Servicios y comercios:
- Bomberos, a una cuadra del Club Estrella de Berisso
- Gimnasio Athila, ubicado en el barrio del Club
Mapas
En el caso del Club Estrella se estudió la viabilidad de la realización de una cartografía, en un contexto donde la institución se encuentra distribuida en diferentes sedes, cercanas geográficamente pero con una relativa autonomía en términos de sus funciones. Por esta causa, se utilizó un mapa satelital de Berisso para indicar la ubicación del Club Atlético Estrella, las instituciones que la C.D. y la bibliotecaria han marcado como referentes para ellos y para la zona, así como los barrios circundantes. En este caso no fue posible contrastar tal herramienta con la construcción de una cartografía social de la institución, por la dificultad de reunir en un mismo momento a una cantidad representativa de integrantes del club que pudieran, justamente, socializar su mirada respecto del mismo. Aún así, la imagen resultante de esta experiencia evidencia lo anteriormente mencionado respecto de la cercanía y relaciones de la institución respecto de otros centros de formación, cultura y deporte.
4. Actividades y convenios
Las principales actividades deportivas del club según sus sedes son:
- 8 e/ 165 y 166: Gimnasio de básquet. Allí se hace básquet masculino y femenino y se dictan clases de taekwondo;
- 163 entre 7 y 8: fútbol infantil;
- 8 y 169: fútbol mayor y juvenil.
Además tienen funcionando clases de futbol senior (para mayores de 35 años) y femenino (se incorporó en 2012), lacrosse, gimnasia, aerobic, reggaeton para chicas, yoga y el ya mencionado Kick Boxing.
Ante la pregunta sobre las actividades que les gustaría desarrollar, el presidente Carlos Crisci mencionó la idea de ofrecer más actividades para las chicas, empezando por el Hockey y el Voley, pero también el Handball, para lo cual están analizando si a través del Presupuesto Participativo pueden obtener los recursos para construir la cancha reglamentaria.
En cuanto a las actividades culturales y de relación con el barrio, realizan todos los meses en un día sábado el evento Voces en el parque donde tocan bandas de Rock, realizan talleres de plástica, etcétera: “La idea de Voces en el Parque es incentivar a los niños y niñas, jóvenes y adultos a acercarse a la biblioteca, a leer libros, a realizar talleres, incentivar la lectura, y que sepan que todas y todos tenemos derechos, es un espacio abierto, para cualquiera que quiera participar, los eventos se estarán realizando cada dos meses aproximadamente”.[13]
Por otra parte, desde 2005 cuentan con una radio que en 2012 se encontraba en proceso de buscársele una frecuencia en el marco de la nueva Ley de Servicios Audiovisuales. La misma tiene el ya mencionado espacio en el primer piso del club y trabajan con chicos del barrio.
Muchas de las actividades del club son impulsadas desde su biblioteca, como por ejemplo:
- “Programa de promoción de la lectura”: es realizado en conjunto con la Dirección de Educación del Distrito. En ese marco las escuelas de la zona acuden a la Biblioteca Popular Pestalozzi donde se ofrecen distintos talleres según la edad de los chicos y le dan chocolate y alfajores: “los chicos ya lo toman como un picnic, tren coca-cola, galletitas”, informa el presidente del club.
- Tuvieron un convenio con el Hospital de Berisso (calle 5 –Londres- Nº 4453 e/ 166 y Av. Montevideo), donde la biblioteca llevaba libros y revistas a los pacientes, proyecto que replican hace un año en el Hospital de Niños[14], llevando mensualmente 25 libros.
La biblioteca [15]
La biblioteca fue declarada de interés comunal, por poseer los escasos elementos originales de la creación de la ciudad y también un patrimonio bibliográfico de suma importancia en el ámbito primario, secundario y terciario.
La nueva sede de la biblioteca fue inaugurada, en su primera etapa, el 25 de agosto de 1981, y comprendía la Sala de Lectura General, el depósito de libros, las dependencias para la reparación de los mismos y la Sala de Lectura Infantil; en la planta alta se dispuso la Secretaría , Presidencia y el Salón para conferencias; posteriormente se anexó la Videoteca. Según indica el presidente del club, desde que la actual comisión directiva inició sus actividades se duplicó o triplicó el número de ejemplares de la biblioteca -que anteriormente había alcanzado la cifra de 23.000 volúmenes-, además de ofrecer como material de consulta revistas, videos, CD ROM. Sin embargo, la bibliotecaria dice que la institución cuenta “apenas” con más de 35.000 libros.
Sus servicios al público son: referencia, préstamo de material en Sala, préstamo de material bibliográfico a domicilio, acceso a Internet, cursos, taller de electricidad, extensión a hospitales, asilos y guarderías. Estiman que tienen 420 de visitas por mes.
A partir de las entrevistas realizadas a Andrea Albornoz, bibliotecaria de la B.P .Pestalozzi, se conoce además que la biblioteca a nivel provincial es una de las más antiguas: está anotada con el número 006 entre las bibliotecas populares, que son más de 2000 en Argentina.
Aunque se reconoce que la actividad del club que más convoca es el fútbol, la biblioteca realiza muchas actividades, y en especial fomenta la relación con escuelas, de donde provienen muchos de sus socios. Entre ellos, existe una “franja ausente”, que son los chicos del secundario, pero a pesar de esto asisten muchos jóvenes y adultos. Los que van a la primaria van a buscar cuentos a la sala juvenil y para los más chiquitos hay una colorida y luminosa bebeteca, cuyos talleres de cuentos funcionan los sábados a la tarde.
También cuentan con una pequeña biblioteca de libros donados por descendientes de inmigrantes, para lo cual Andrea tiene un proyecto destinado a potenciar en cantidad y uso ese material.
Desde el año 2010 están trabajando en la conformación de un catálogo en línea. El proyecto es de Nación y empezó con 50 bibliotecas, entre ellas la Pestalozzi. A través de este programa, la Nación les da un software en donde ellos cargan los datos (hasta 2012 llevaban 11.000 ejemplares indizados), incluyendo contenidos. La idea es que esta base pueda ser consultada por los socios, para lo cual, paralelamente, se está armando una base con los datos de los asociados.
Otras actividades que realiza la biblioteca están vinculadas a acercar el material a la comunidad, como lo denota el ya mencionado proyecto con los hospitales. A éste se le suma:
- La “Suelta de libros”, proyecto por el cual en determinada fecha (el Día del libro) y desde 2008 hacen circular ejemplares en los bares. Se trata de 4 libros por ocasión, a los cuales les incluyen una leyenda para que todo aquél que los tome escriba a una determinada dirección (e-mail), contando cómo llegó el libro a sus manos y demás datos pertinentes para seguir su recorrido.
- El Programa de Fortalecimiento de la Ciudadanía Juvenil , que tiene por objetivo, justamente, “fortalecer la ciudadanía juvenil potenciando a l@s jóvenes como líderes institucionales, promotores/as de derechos, generando una transformación institucional que permita su inclusión en el espacio social como sujetos de la construcción colectiva”.
- El “Changuito Cuenta-Cuentos”, en el que se cargan algunos ejemplares y se los traslada por ese medio a escuelas ubicadas a cuatro cuadras a la redonda (4 públicas y 2 privadas), puesto que en Berisso no hay biblioteca municipal y “el acceso de información tiene que ser para todos”, según cuenta Andrea. La entrevistada concluye que esta situación hace que recaigan en la biblioteca del club cualquier tipo de consultas referidas a la búsqueda de información. Por ejemplo, un lector pidió las ordenanzas municipales y a partir de ello Andrea habló con las autoridades correspondientes para promover que las bibliotecas populares tuvieran ese material.
Horarios de la Biblioteca Popular Pestalozzi:
Lunes, Martes y Jueves: de 13:00 a 19:00 horas
Miércoles y Viernes: de 9:00 a 12:00 horas y de 16:00 a 19:00 horas
Sábados: de 14:00 horas a 16:00 horas
Teléfono: 0221-4613298
Dirección de correo electrónico: bppestalozzi@yahoo.com.ar
bppestalozzi@hotmail.com
Lunes, Martes y Jueves: de 13:00 a 19:00 horas
Miércoles y Viernes: de 9:00 a 12:00 horas y de 16:00 a 19:00 horas
Sábados: de 14:00 horas a 16:00 horas
Teléfono: 0221-4613298
Dirección de correo electrónico: bppestalozzi@yahoo.com.ar
bppestalozzi@hotmail.com
El Club Estrella tiene como eje central la integración juvenil a las actividades deportivas y culturales que brinda la institución, lo que incluye el taller de radio que se encuentra en la Sede Central. El grupo se autodenomina “Los Chicos de la Cebra ”, y transmiten por FM Difusión 98.1 noticias sobre el club y todas las actividades que se realizan en la Biblioteca Popular Pestalozzi.
Hacia el momento en que se realizó esta investigación, se juntaban en la Sede , en 8 y 163, los días martes a las 19:00 horas, y la transmisión del programa se podía escuchar los jueves a las 18:00 horas por www.fmdifusionberisso.com.ar
En función de conocer cuestiones específicas sobre el programa se entrevistó a Guillermo Di Girolamo, el más grande de los chicos que allí trabajan, quien nos contó que “inicialmente el club Estrella trabajó con dos grupos, uno de chicos del taller de radio que hay en el club y otro conformado por ex integrantes de los talleres más chicos que estaban haciendo sus primeras armas en el periodismo deportivo. Ahora se cambió un poco y a partir de la semana que viene tendremos un programa de dos horas de duración que tendrá información cultural, social y deportiva. La conducción estará a mi cargo y habrá un par de periodistas deportivos. A ellos se agregarán los chicos del taller de radio (…) En todos los casos hacemos el programa porque somos hinchas de Estrella, nos gusta el periodismo y sentimos el compromiso afectivo con la entidad. En mi caso -tengo varios años más que el resto-, siempre estuve cerca del club, mientras que los más chicos se sumaron porque les gustó el ambiente familiar y de plena participación que hay, y que les brinda la posibilidad de practicar deporte, pero también con la intensa tarea que hacen desde la biblioteca Pestalozzi. En algunos casos ya tenían o tienen familiares que desarrollan actividades en Estrella”.
Interrogado sobre las fuentes de donde obtienen la información que brindan por la radio, Guillermo nos contó que “la información se obtiene directamente de cada actividad del club ya que hay muy buena comunicación interna, charlando con los protagonistas, y haciendo un buen trabajo de producción que implica salir a buscar notas”.
Por el lado del diálogo que tienen con sus públicos, el entrevistado indicó que “el contacto (con los oyentes) es directo y participativo ya que buscamos que haya un ida y vuelta constante. Como la mayoría de los oyentes son gente cercana afectivamente con la institución eso es quizás más sencillo de lograr. Ahora con esta nueva propuesta pensamos en ampliar la llegada a los vecinos de la zona donde está la sede ya que Estrella está llevando adelante una política deportiva, social y cultural muy intensa que involucra necesariamente a los vecinos, sean o no hinchas de Estrella”.
Finalmente, se le preguntó a Guillermo si el grupo tiene alguna actividad o espacio para trabajar con el barrio o se dedican específicamente a lo que genera el club, a lo que observó que “Estrella desde su nacimiento tuvo un fuerte compromiso con los vecinos; como entidad barrial busca estar cerca de las inquietudes de la gente y por lo tanto todo lo que tenga que ver con los temas de interés para Berisso en general y el barrio en particular tiene un espacio en nuestro programa. Con la nueva propuesta vamos a buscar los mejores canales de comunicación y para ello estamos trabajando”.
Resultados y discusiones de la investigación [16]
El relevamiento de datos que acompaña este tipo de metodologías conserva las marcas de las subjetividades de los entrevistados, los olvidos no intencionales, la jerarquización de los éxitos, las omisiones forzadas o forzosas, los vínculos recomendados y los hechos y relaciones censurados. Es importante que ese primer relevamiento sea entendido y trabajado de esta manera, buscando no intervenir con clasificaciones disciplinares para “traducir” lo dicho por los protagonistas. Existen otras instancias para completar posteriormente esta primera mirada y obtener con otras dinámicas un mapa social más complejo, pero partiendo siempre de las vivencias, usos y representaciones de los vecinos de cada barrio.
En este sentido los resultados y conclusiones de esta investigación –que abrevan a los del proyecto general mencionado al inicio-, sistematizan y comparan la realidad de los dos clubes relevados en términos descriptivos, principalmente, pero también analíticos en torno a las herramientas metodológicas utilizadas.
De esta manera se evidencia, por ejemplo, cómo se construye la comunidad de referencia de uno y otro club: mientras Villa Roca se vinculaba con el barrio vecino (San José Obrero), el club Estrella se remitía a unas cinco cuadras a la redonda, hacia el centro de la ciudad. Esto puede ser explicado por la historia de ambos clubes, tanto como por el contexto institucional de sus respectivos barrios. No es menor recordar, por caso, que los vecinos de Estrella tienen variedad de propuestas deportivas, todos los servicios y cercano el centro comercial de la ciudad, pero en cambio es reconocido por los espacios y actividades organizadas en torno al fútbol, el básquet y la biblioteca. En cambio, en sus inicios, los vecinos del club Villa Roca dependían del agua proveniente del barrio Obrero y por tanto reconocen como referentes a instituciones de dicho barrio, en especial la iglesia y los centros de salud. En este último caso, además, fue notable la manera en la que dichos vínculos se volcaron en la construcción del mapa: cuando se les pidió que identificaran el club en el barrio, mostrando las instituciones más importantes con las que se relacionan, empezaron dándole indicaciones a la investigadora sobre dónde ubicar cada referencia en una hoja oficio y luego tomaron el lápiz que se les había ofrecido de entrada. En este ejercicio es notable cómo, si bien en principio pusieron al club en el centro de una hoja, la misma dinámica de las relaciones interinstitucionales que iban mencionando los llevó a adjuntar otras dos, “borrando” los límites rectangulares del papel en pos de fabricar la representación fiel de lo que iban contando.
En términos metodológicos el mapa se construyó principalmente con los aportes de Osvaldo y Adriana -bibliotecario e integrante de la C.D del Villa Roca respectivamente-, a partir de la experiencia y metodología de cartografía social propuesta por la colombiana Catalina García Barón, mencionada en este trabajo. Al respecto es relevante señalar que dicho mapa se sigue construyendo más allá del dibujo cartográfico: la mención de los integrantes de la C.D de Villa Roca respecto de sus lugares de referencia en términos de recorridos y rutinas cotidianas revela claramente que no se rigen por los límites “formales” de los barrios, ni genera conflicto trabajar o juntarse a comer en barrios vecinos; todo esto aporta una mirada sobre la identidad del grupo que no tiene referencia tanto espacial como laboral (la cooperadora de la escuela de donde se conoce la mayoría de la C.D , el barrio vecino en el que trabajan o a cuyas instituciones asisten, entre otras), indicando que son ésas actividades las que marcan un grado de pertenencia con la zona más que con el barrio, al menos desde la percepción de la Comisión Directiva. Al evaluar la mirada externa, es decir, las representaciones que la gente de la zona tiene respecto del club, encontramos que los peatones encuestados azarosamente sobre la ubicación del mismo respondían prácticamente con exactitud sobre su dirección y todos conocían la existencia de la institución. Sumado a esto, en general a las actividades del Villa Roca asisten niños, adolescentes y adultos del barrio Obrero especialmente (tal como evidencia lo documentado desde la biblioteca); distinto es el caso de la Guardería , a la que acuden chicos casi exclusivamente del barrio Villa Roca y aún así los padres no participan de las actividades del lugar.
El caso del Estrella es similar en términos de reconocimiento de los vecinos sobre la existencia de la institución, pero se estima que esto tiene más relación con la larga historia que representa el club en la ciudad y la amplitud de las actividades ofrecidas, que con la interacción entre las autoridades y su contexto, en términos de funcionar como vehiculizador de los reclamos vecinales, por ejemplo, tal como sí ocurre en el Villa Roca.
Esto se evidenció en parte en la reconstrucción del mapa de Berisso, sus barrios y las referencias tanto del Club Atlético Estrella como de las instituciones que la C.D y la bibliotecaria habían marcado como importantes para ellos y para la zona. Allí la imposibilidad de contrastar el mapa satelital con una cartografía social, nos privó de conocer las representaciones que se tienen sobre los espacios y actividades de la institución y sus protagonistas. Lo que sí aparece es el perfil del barrio como zona donde convergen varios centros de formación, cultura y deporte. Entre esos espacios es particularmente significativo el lugar y reconocimiento que tiene la biblioteca, impulsora de múltiples actividades, aunque de forma casi autónoma respecto del club. En este aspecto, no sólo notamos que son propuestas de las que se encarga principalmente la referente, sino que además percibimos que hay información sobre este espacio que no estaba del todo certificada por las autoridades del club, tal como mencionamos en el caso de la cantidad de libros que poseen.
A pesar de esto, la entrevista al integrante de “Los chicos de la zebra”, Guillermo Di Girolamo, refiere a una muy buena circulación de información entre las áreas de la institución, por lo que los datos que requieren para el programa de radio “se obtiene directamente de cada actividad del club ya que hay muy buena comunicación interna”. Es posible diferenciar entonces entre la circulación de la información y la participación conjunta en las actividades del club. El hecho de que las propuestas de cada área sean responsabilidad de sus referentes no necesariamente implica que la información sobre las mismas no circule. Lo relevado en este proyecto da cuenta de que, aún con la autonomía relativa de las actividades, hay efectivamente un circuito de información entre las partes, aunque su funcionamiento sea desigual. Un ejemplo de esto es la forma en que se encontraron establecidas ciertas vías de comunicación, como la página web, consideradas como intermediarios principales con los distintos públicos y miembros de la institución. Su relativamente poca actualización obligó a contrastar en forma permanente dicha información con entrevistas a los participantes, a quienes se los identificaba por la actividad o función que cumplían dentro del club. Cabe aseverar entonces, que ese es el panorama con el que se encuentra cualquier persona que, como la investigadora, sea ajena a Estrella o a Berisso mismo.
Por otra parte, esta forma de comunicación con los públicos implica una diferencia con el club Villa Roca, donde los contactos deseados y establecidos tenían mayor relación con el “boca a boca” o directamente con las consultas y reuniones presenciales o telefónicas.
Llegado este punto se evidencia más claramente que la diferencia entre uno y otro club sobre cómo se vinculan con el barrio o su zona de influencia, no depende tanto de hechos formalmente reconocidos (fecha de fundación, tipo de institución, grado de dependencia o legitimidad respecto del municipio, cantidad de socios o actividades, etcétera), sino de la manera en que establecen sus lazos con los distintos grupos y vecinos y las representaciones mutuas que tienen ambas partes. Los nombres de las bibliotecas pueden ser detalles sin demasiada importancia si no consideramos estos aspectos, pero el conocer que el club Villa Roca nombró a la suya como Presbítero Pascual Ruberto, que fue el primer cura local –y en rigor, del barrio Obrero-, mientras que Estrella bautizó la suya con el nombre de un importante pedagogo suizo de la educación popular, Enrique Pestalozzi, habla, al menos, de la impronta que se les quiso otorgar en tiempos de su fundación. En sintonía con esto, los contextos históricos no son tampoco un detalle menor, y por lo tanto es relevante el conocimiento e interés que cada institución muestra sobre su historia. Por distintas razones, ya que hay una distancia de más de sesenta años entre la fundación de uno y otro club, el vínculo con la propia historia se manifiesta de formas diversas: en el caso de Villa Roca, en la conservación del boletín pero mucho más especialmente, en el álbum de fotos y documentos que con orgullo muestran a todo aquél que se interese por estos aspectos de la institución; en el caso de Estrella, en el interés en reconstruir su historia y retomar el vínculo con ex-jugadores.
Finalmente, merecen un párrafo aparte las repercusiones obtenidas al terminar este proceso. Con respecto a las instituciones participantes, se forjó un lazo útil entre la facultad y los clubes a través del contacto promovido especialmente entre sus bibliotecas, y con el Laboratorio de Investigación de Lazos Socio-Urbanos. Esto resultó ser de gran interés para futuros proyectos de extensión e investigación específica promovidos desde la unidad mencionada. Además, en el marco reuniones organizadas a tal efecto, se hicieron devoluciones a las autoridades de cada club, por lo que se rescata como beneficio para las mismas el hecho de haber reconocido (visualizado) los límites y alcances de sus actividades, tal como los puede explicitar un investigador ajeno a estas instituciones, y algunas políticas estratégicas para potenciar los lazos con la comunidad de referencia.
En ambos casos, el Laboratorio ha regresado eventualmente para reencontrarse con sus integrantes y ha mantenido vigentes lo lazos entre la universidad y las instituciones de sus ciudades vecinas.
Bibliografía
GARCÍA BARÓN, Catalina: “Barrios del mundo: historias urbanas. La cartografía social… pistas para seguir”. Disponible en: www.insumisos.com/lecturasinsumisas/Historia%20urbana%20de%20los%20barrios.pdf (Consultado en mayo de 2011).
ROSBOCH, María Eugenia, TELLECHEA, Ofelia y CÁNEVA, Virginia: “Diálogo con los clubes sociales. Espacios transgeneracionales de reconstrucción y consolidación de vínculos urbanos”, en: Anuario de Investigaciones 2007, La Plata , Facultad de Periodismo y Comunicación Social (UNLP), 2010.
ROSBOCH, María Eugenia y Ofelia Tellechea: “Estrategias frente a la crisis. Los clubes sociales: del estatuto a la organización flexible” en: Anuario de Investigaciones 2008, La Plata , Facultad de Periodismo y Comunicación Social (UNLP), 2010.
ROSBOCH, María Eugenia, TELLECHEA, Ofelia y CÁNEVA, Virginia: “Del ostracismo social al compromiso colectivo. Configuración y reconfiguración de espacios urbanos de participación ciudadana”, en: Anuario de Investigaciones 2010, La Plata , Facultad de Periodismo y Comunicación Social (UNLP), 2011.
SAUTU, Ruth y otros: Manual de Metodología, Buenos Aires, CLACSO, 2005.
SILVA TELLEZ, Armando: Imaginarios urbanos, Bogotá y Sao Paulo: cultura y comunicación urbana en América Latina, Bogotá, Tercer Mundo Editores, 1994.
TELLECHEA, Ofelia y otros: “Mapear el Club de barrio: Una herramienta metodológica para el análisis de la ciudad”, en: XI Congreso REDCOM Cultura de masas y nuevos procesos de comunicación, Universidad Nacional de Tucumán, 2009.
Notas
[1] Gran parte de los aspectos teóricos del proyecto de investigación “Del ostracismo social al compromiso colectivo. Configuración y reconfiguración de espacios urbanos de participación ciudadana” han sido explicados en diversas publicaciones y en el propio Anuario de Investigaciones 2007, 2008 y 2010 por la directora del proyecto, Dra. María Eugenia Rosboch, y las investigadoras Lic. María Ofelia Tellechea y Lic. Virginia Cáneva.
[2] Nos referimos al apunte “Barrios del mundo: historias urbanas. La cartografía social… pistas para seguir”. En el mismo la autora explica y ejemplifica en detalle la experiencia de la cartografía social, argumentando sus bases fundamentales y desarrollando los criterios guía para su práctica.
[3] Los datos iniciales de esta investigación fueron relevados entre junio de 2010 y octubre de 2011, mientras que las entrevistas se realizaron principalmente entre julio de 2011 y mayo de 2012.
[4] Según lo dicho posteriormente por Yolanda —vecina del barrio y de la escuela Nº17 que además colabora eventualmente en la cocina del club—, los terrenos fueron comprados a una mujer de origen búlgaro cuyo nombre no recordaba.
[5] Se refiere a las cenizas emanadas por el volcán chileno Puyehue en el año 2009 http://www.berissociudad.com.ar/nota.asp?n=&id=10239 (consultado el 2/2/2014).
[6] Al respecto, se pueden consultar las siguientes notas: http://www.eldia.com.ar/edis/20090309/policiales3.htm o http://www.eldia.com.ar/edis/20090304/policiales0.htm (links consultados el 2/2/2014).
[7] Así aparece documentado en los diarios locales (por ejemplo, en http://www.semanarioelmundo.com.ar/archivo_2009/1185/instituciones_1185/instituciones_1185_02.html), ya que en 2010 el colegio cumplió 50 años. Sin embargo, en las entrevistas realizadas en 2011 a vecinas del club Villa Roca esta información era diferente: contaron que la escuela tenía 42 años, y que llevaba 5 con el cambio a Polimodal.
[8] Los materiales que se encuentran citados en el presente artículo, en especial las fotos y los mapas correspondientes al desarrollo de las cartografías sociales de los barrios y clubes estudiados, forman parte de la propuesta metodológica del equipo de investigación del LILSU y pueden ser consultados en este Laboratorio por intermedio de cualquiera de sus contactos, disponibles en www.perio.unlp.edu.ar/node/3019.
[9] Estos datos fueron extraídos de la Guía 2004 del Sistema Provincial de Bibliotecas (Daniel Ramos Ríos, Dir.) Una red cultural de acceso a la información, Instituto Cultural de la Provincia de Buenos Aires, Fondo Editorial.
[10] Son los subsidios que otorga la CONABIP (Comisión Nacional de Bibliotecas Populares) a todas las instituciones de este tipo para que adquieran los libros de la Feria a mitad de precio.
[11] Guía 2004 del Sistema Provincial de Bibliotecas. Op. cit.
[12] Anteriormente el programa que sustentaba estas acciones se llamaba FOPAR, sigla referida al Fondo Participativo de Inversión Social (ver en: http://www.casarosada.gov.ar/sitios-de-gobierno/planes-de-gobierno/2661)
[13] Referencia extraída del facebook del proyecto, www.facebook.com/pages/Voces-en-el-Parque-por-los-Derechos-de-Todas-y-Todos/121685567913404
[14] Andrea contó que el Hospital de Niños también se ve beneficiado con una iniciativa de Rayuela, donde se pueden comprar libros en sus locales para que luego el negocio los lleve al hospital.
[15] Guía 2004 del Sistema Provincial de Bibliotecas. Op. cit.
[16] Los resultados generales del proyecto en el que está incluida la presente investigación sobre los clubes de Berisso han sido presentados oportunamente en los informes parcial y final requeridos por la UNLP.