Alfredo Alfonso y otros




Mercosur: identidades y
representaciones mediáticas regionales*



Contenidos
Identidad e identificación 
La importancia cultural 
La representación mediática
Consideraciones Finales
Bibliografìa
Notas 


Este trabajo reúne aspectos esenciales de lo producido en los dos años de desarrollo de esta investigación. En este recorrido inicial hemos generado dos líneas de producción que valoramos: en el marco interno, el comienzo de la práctica de investigación para muchos de los integrantes y en el externo, proponer líneas de interpretación de un objeto de estudio que reúne características inaugurales en nuestra Facultad. Mucho queda por hacer y profundizar, y esta síntesis nos encuentra en esa tarea.

Las ideas de la Unidad Latinoamericana se hicieron presentes desde las luchas emancipadoras y continuaron a lo largo de este siglo.

En los años ochenta, la globalización transformó las agendas de la economía, las comunicaciones y la demografía: cada mercado nacional debía abrirse al libre intercambio con todos los otros; las innovaciones tecnológicas y la reestructuración de la producción y del consumo le quitaron a los bienes materiales y simbólicos su arraigo en territorios particulares.

Pero de la mano del proceso de transnacionalización, empezamos a preguntarnos si hay una única forma de integrarse a los mercados globales.

Al percibirse los costos sociales, la agudización de contradicciones y desigualdades, emergen las diferencias locales y nacionales. En algunos casos, estas reacciones conducen a atrincherarse en las tradiciones de una etnia o una nación. En otros, lleva a repensar en forma crítica qué ganan con sumergirse en una economía mundial de bienes materiales y simbólicos, no sólo los empresarios y financistas, sino las sociedades con sus dramas cotidianos (García Canclini, 1996: 54).

En ese sentido, en el Mercado Común del Sur (MERCOSUR) que comenzó como un acuerdo aduanero, meramente económico, con el transcurrir del tiempo, en estos cinco años de tránsito, se han ido conformando estructuras inherentes a compartir problemáticas comunes en pos de una integración regional. A partir de estas políticas se han constituido Comisiones de Cultura, de Trabajo y de Economía del MERCOSUR y se ha avanzado en el intercambio de relaciones académicas entre Universidades de Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay.

Como consecuencia del desarrollo y consolidación de esas líneas de acción, en los discursos de los gobiernos que conforman el Mercado Común del Sur se hace recurrente el supuesto de que “la población empieza a reconocer paulatinamente el proceso integrador”.

En ese contexto, con el presente trabajo, pretendemos indagar qué sustento adquieren estas afirmaciones, en distintos sectores de nuestra sociedad.

Específicamente, nuestro estudio tiene como objetivo observar, la relevancia que se le otorga al concepto MERCOSUR, las referencias que implica, su presencia en la conformación de una identidad y la relación del campo material entre las representaciones imaginarias con la información televisiva difundida en torno al objeto MERCOSUR, a partir del discurso de distintos sujetos involucrados en los ámbitos económico, laboral, cultural y académico de la ciudad de La Plata.

La elección de esos ámbitos se fundamenta en primer lugar porque, tal como lo observamos, las propias estructuras del MERCOSUR los consideran prioritarios para el desarrollo del proceso de integración. Por otra parte, estos ámbitos son los que han predominado en el último año de la información televisiva sobre el objeto estudiado.

La decisión de centrar la mirada en instituciones con sede en la ciudad de la Plata, se justifica por la propia trascendencia política, económica, académica y cultural que adquiere la Capital de la provincia de Buenos Aires pero sustancialmente porque el desarrollo metodológico de nuestra investigación requiere una muestra que sea posible de abarcar.

Las instituciones relevadas que fueron seleccionadas a partir de la amplitud cultural que, a priori, referencian son: el Centro Cultural Islas Malvinas de la Municipalidad de La Plata; algunos gremios que integran la Confederación General del Trabajo regional La Plata, Berisso y Ensenada, la Confederación Económica de la Provincia de Buenos Aires y el Instituto de Relaciones Internacionales de la Universidad Nacional de La Plata.

Identidad e identificación 

Para abordar la articulación entre cultura e identidad regional partimos de la concepción de que la identidad regional se materializa cuando por lo menos una parte significativa de los habitantes de una región ha logrado incorporar a su propio sistema cultural los símbolos, valores y aspiraciones más profundas de su región. Puede entenderse identidad regional como la imagen distintiva y específica que los actores sociales de una región se forjan de sí mismos en el proceso de sus relaciones con otras regiones y colectividades. Esta imagen de sí puede ser más o menos compleja y tener por fundamento, ya sea un patrimonio pasado o presente, un entorno natural valorizado, una historia, una actividad económica específica, o finalmente una combinación de todos estos factores.

Concientes de esa multidimensionalidad en la construcción de la identidad, asumimos como funcionales para el tipo de enfoque que pretendemos construir, la distinción entre tres tipos de identidad introducida por Centlivres y retomada por Bassand (1990:219-220): Identidad histórica y patrimonial; Identidad proyectiva e Identidad vivida.

A partir de aquí, las alusiones a los testimonios de los sujetos entrevistados, que se incorporan sistemáticamente en el desarrollo del abordaje conceptual del trabajo, permiten reconocer el alcance en ellos de la información y opinión temáticas.

1- Identidad histórica y patrimonial, construida en relación con acontecimientos pasados importantes para la colectividad y/o con un patrimonio sociocultural natural o socioeconómico.
- “El MERCOSUR es sin duda un producto del regreso a la democracia. Si el continente no hubiese vuelto al sistema democrático de gobierno, el MERCOSUR sería impensable. No nos olvidemos que el principal socio que tenemos hoy en el MERCOSUR es Brasil, que era nuestra principal hipótesis de conflicto” (Javier Surasky. Secretario de Relaciones Institucionales del Instituto de Relaciones Internacionales-UNLP).
-   “Paraguay es todavía un pueblo oprimido. No hubo un momento de libertad. Esto es preocupante desde mi punto de vista. También cuando fue el levantamiento de Oviedo los otros países del MERCOSUR tuvieron que salir a presionar para defender la democracia en Paraguay” (María Isaberl Ricciardi. Coordinadora de Derechos Humanos del IRI. UNLP).
 
Tal como surge de los fragmentos seleccionados, en el caso específico del MERCOSUR, los 6 años de proceso de constitución no garantizan un arraigo específico. Sin embargo, los países miembros cuentan con procesos sincrónicos de políticas comunes a lo largo del siglo XX que se pueden reconocer en las últimas décadas en la aplicación de políticas desarrollistas; constitución de movimientos de transformación social; dictaduras militares con una fuerte presencia represiva y constitutiva de un notable incremento de la deuda externa, y experiencias democráticas que reúnen las debilidades lógicas producto del accionar de estas dictaduras.

El MERCOSUR, de hecho, es consecuencia de la apertura de procesos democráticos en la región y la ratificación de esto es la vigencia de la cláusula que excluye automáticamente como país miembro a cualquiera que sufra las consecuencias de un golpe de estado.

2- Identidad proyectiva, fundada en un proyecto regional, es decir, en una representación más o menos elaborada del futuro de la región, habida cuenta de su pasado.

Desde esta perspectiva se alcanzan a visualizar referencias indiciales como por ejemplo la urgencia coyuntural de la Argentina en aceptar la hegemonía política en la región por parte de Brasil. Pero estas referencias no constituyen un espíritu común:

- “Concuerdo absolutamente con la posición de Brasil en el sentido que señala el canciller actual, negociar desde el MERCOSUR (en referencia a la conformación del ALCA). No se puede negociar en el mundo a nivel individual, salvo el caso de EE.UU o China. Por eso la cancillería brasileña piensa en términos MERCOSUR y no en términos de Brasil solo” (Norberto Consani. Director del Instituto de Relaciones Internacionales. UNLP).
- “Argentina cree que está en las mismas condiciones que Brasil. La potencia de Sudamérica es Brasil. Es más, la capital del MERCOSUR, si uno lo ve desde ese punto de vista, es San Pablo” (Aldo Servi. Secretario Académico del IRI. UNLP). 
- “Es la posibilidad de conformar un bloque fuerte en América Latina para competir con el resto del mundo, pero las condiciones no están dadas en este momento, porque cada uno defiende su terreno; ya nos ha pasado con Brasil, estamos todo el tiempo acusándonos de que “vos me invadís el mercado”, como con la devaluación del real que nos perjudicó a nosotros. Me parece que todavía falta limar muchas cosas, que Argentina tome una postura más fuerte de defensa de su industria. Me parecería algo bueno que se conformara el MERCOSUR y pudiera salir a competir en el mundo, y no competir entre nosotros como está pasando ahora. Me parece interesante y podría servir para movilizar la industria de nuestro país, colocar productos que no tengan Brasil, Paraguay o Uruguay. Yo lo veo como algo positivo, lo que pasa es que en la práctica las cosas son distintas a como se dicen” (Liza Gagna. Secretaria de Prensa de la Confederación Económica de la Provincia de Buenos Aires). 
-   “El MERCOSUR está diseñado para Brasil. Es una integración de fronteras donde el pez grande se come al chico. El único que termina desarrollando su mercado, comiéndose todas las empresas que estaban instaladas en los países del MERCOSUR, como somos la Argentina, Paraguay y Uruguay, es Brasil. Aparentemente, en alguna parte el sistema decidió que era mucho más peligroso una masa de 34 millones de desocupados en Brasil, que una masa de dos millones de desocupados en Argentina. El objetivo real del MERCOSUR no se difunde, es inconfesable; si todas las grandes empresas que están instaladas hubieran dicho que lo que buscaban era unificar sus factores de escala -porque su productividad hacía que tuvieran capacidad ociosa y la producción era anti económica, fundamentalmente en la Argentina y en Brasil-, y que por eso necesitaban chuparse el mercado uruguayo y el paraguayo y destruir el argentino para proveer todo desde Brasil, la postura no resultaba muy simpática. Recién ahora se va conociendo la verdad, pero el discurso nunca fue ese” (Ángel Cadelli. Secretario Gremial de la Asociación de Trabajadores del Estado. Regional Provincia de Buenos Aires). 
- “El único contacto que hemos tenido ha sido el acto en contra del Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA), pero fueron solamente saludos, así que no tengo conocimiento de cómo se manejan en otros países” (Claudio Bernis. Secretario Adjunto de la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina. Regional La Plata, Berisso y Ensenada).

3- Identidad vivida, reflejo de la vida cotidiana y del modo de vida actual de la región. Este último tipo de identidad puede contener, en forma combinada, elementos históricos, proyectivos y patrimoniales.

El MERCOSUR presenta desde las estructuras políticas, de las cuales se hacen eco los medios de comunicación, una fuerte presencia de la temática económica (mercados bilaterales, arancelamientos, etc.).

En ese marco, desde la experiencia de los sujetos relevados, se visualiza un marcado descontento debido a la crisis económica argentina.

“Pienso en Brasil como un país mucho más nacionalista que el nuestro, como un país que en cierta forma pudo defender su industria, que Argentina no lo supo hacer; que tiene una política nacional, que también tiene un montón de excluidos y un montón de problemas sociales, que Argentina hasta hace poco no los tenía... Si vos pensás en la identidad nacional, creo que no hay, la gente prefiere un producto importado porque considera que es de mejor calidad, “lo nacional es caro, es malo”. Qué es hablar de lo nacional en este momento cuando todo el mundo está haciendo cola para irse del país, cuando todo el mundo dice “la mejor salida que hay es Ezeiza” (Liza Gagna, Secretaria de Prensa de la Confederación Económica de la Provincia de Buenos Aires).
- “Lo que sucede con la economía en la Argentina sucede en el plano de lo real, lo demás es discurso, lenguaje, no tiene ningún tipo de influencia sobre la vida cotidiana de la gente. Los funcionarios y políticos lo utilizan para acomodarse según las circunstancias y coyunturas y la sociología para leer esos acomodos o esas estrategias que son constantes. Y así como es constante la estrategia acomodaticia de los políticos, es constante también la estructura económica de la Argentina. Está siempre mostrando sus imperfecciones a través de dos o tres síntomas: los créditos al exterior, los ajustes. El ajuste me parece una cosa tan cotidiana para nosotros, tan apegada a la estructura que no me parece un país en el que se pueda pensar que puede producirse algo. Y me parece que estas cuestiones de la economía producen el valor táctico del país. La Argentina es un país que está atado a una serie de circunstancias que se extienden en el tiempo y no se pueden modificar. Y aparece una idea de la fatalidad, también, cuando uno piensa en la economía argentina. Que no se sale y que no se sale, y que paradójicamente las pruebas son siempre las mismas. No hay ninguna alteración del sentido. No se altera el orden que está fijo” (Juan José Becerra. Director del Centro Cultural Islas Malvinas de la Municipalidad de La Plata). 
- “Si los países hicieron un tratado para tener un beneficio, tienen que buscar la manera de tener ese beneficio. Hasta ahora no sé si tuvieron ese beneficio porque, ya te digo, cuando entra algo brasileño es más barato que algo argentino. Creo que todo tendría que ser equilibrado, para que la gente tenga la posibilidad de elegir por lo bueno y no por lo barato, porque en estos momentos es así” (Carolina Levi. Recepcionista. Confederación Económica de la Provincia de Buenos Aires).

Asimismo como mecanismo de identificación se visualiza un reconocimiento a los productos culturales (artistas, expresiones típicas, etc.) de los otros países y la posibilidad de conocerlos geográficamente.

- “La música brasileña, ¿a quién no le gusta la bossa nova? Compro discos de música brasileña. Benedetti, quién no ha comprado. Chile creo yo que ha producido una muy buena literatura, narradores de menos de 45 años, tres, cuatro tipos que son como Gonzalo Contreras, aunque vengan por sellos españoles” (Juan José Becerra. Director del Centro Cultural Islas Malvinas de la Municipalidad de La Plata). 
- “A Brasil lo asocio fundamentalmente con las playas, con la música y también con lo trucho, con las cosas baratas, con “50 remeras por 2$” (Liza Gagna. Secretaria de Prensa de la CEPBA). 
- “En lo cultural, me gusta mucho la “bossa nova”. No desde lo institucional, pero es como que empieza a haber un contacto de compartir la música, los ritmos. Los ritmos del norte de Brasil o la música del Paraguay, valorar el arpa” (María Isabel Ricciardi. Coodinadora de Deechos Humanos del IRI-UNLP).

Frecuentemente estos tres tipos de identidad (histórica, proyectiva y vivida) se imbrincan entre sí para definir y constituir la identidad regional. Pero a veces pueden ser asumidos en forma aislada por los actores regionales.

En el caso de nuestra muestra, de carácter regional con epicentro en la ciudad de La Plata, esta tipología permite evidenciar las variantes del sentido identificador con el tema MERCOSUR.

La importancia cultural

Con respecto a la cultura, no sólo está socialmente condicionada, sino que constituye un factor condicionante que influye profundamente sobre las dimensiones económica, política y demográfica de cada sociedad. Max Weber, por ejemplo, ha ilustrado magistralmente la influencia de la religión sobre la economía en su obra La ética protestante y el espíritu del capitalismo (1985). Y después de él, numerosos investigadores han demostrado que la cultura define las finalidades, las normas y los valores que orientan la organización de la producción y del consumo.

En cuanto al ámbito político, sabemos que la base del poder no es sólo la fuerza, sino también la legitimidad (que es un concepto cultural), y que las grandes familias políticas invocan siempre fundamentos ideológicos, filosóficos y hasta religiosos. Por último, Talcott Parsons se ha empeñado en demostrar a través de toda su obra que, si bien la energía y los recursos materiales condicionan la acción, la cultura la orienta y la controla. Aplicando esta tesis a nuestros propósitos, podemos considerar que la cultura puede influir sobre el desarrollo social y económico de una región sólo por la mediación de la identidad.
 - “El asunto es si un argentino que vive en la Argentina está identificado con el país en el que vive. No digo con el Estado, con el gobierno de turno, sino con la historia. Yo pienso que la Argentina siempre está deseando otro país. Quizá hay alguien que quiera vivir aquí, a algunos quizá les falta la zozobra, el malestar, el malhumor, los ajustes, viven en un mundo demasiado previsible y necesitan aventura, pero no es que no me identifico con cosas, yo creo que soy re-argentino. Lo que pasa que es una trampa, porque uno es argentino, trabaja acá, tiene un hijo, una red social que lo sostiene y trata de cultivar. Lo que tiene de interesante el país es que tiene un objeto de lectura impresionante. Es todo tan dinámico, desde el punto de vista del síntoma. El país, en el fondo, siempre es el mismo: la redistribución de la riqueza, el perjuicio para los que no tienen protección social, eso es lo histórico. Al acentuar la estructura (ajuste, Cavallo, ajuste) repetición, repetición, produce como una farsa de movimiento. Estas cosas que pasan aquí, que hay tres ministros de economía en tres días, no es para mí movimiento, al contrario es un país que produce una falsa dinámica para sostener una estructura fija. Yo hago una lectura literaria del Estado” (Juan José Becerra. Director del Centro Cultural Islas Malvinas de la Municipalidad de La Plata). 
- “Las relaciones laborales se modifican en que, si se copia lo bueno se va a nivelar para arriba, si se copia lo malo se va a nivelar para abajo. Brasil tiene más desocupados proporcionales que Argentina. En caso de una integración por la baja, nosotros deberíamos multiplicar aún más nuestros desocupados. Y para poder nivelar -tipo ecuación oferta-demanda, costos-beneficios- los salarios de los brasileños, tendríamos que ganar mucho menos. Para poder nivelar la falta de formación de los brasileños tendríamos que tener un poco menos de educación; entonces eso sería el equilibrio por la baja. El equilibrio por la alta, para que Brasil alcance el desarrollo que tiene Argentina en energía nuclear, tendría que dejar de comprar llave en mano, tendría que empezar a desarrollar en uniones transitorias de Estados su propia tecnología y demás, lo cual sería muy beneficioso porque como nosotros estamos muy desarrollados tendríamos ocupación para un nicho de altísimo valor agregado. Para que Brasil logre equilibrar el acceso a la alimentación de su propia población debe consumir muchos más alimentos de los que consume, muchas más calorías por persona, lo cual tendría que ser abastecido por la Argentina y sería altamente beneficioso para nosotros porque se trataría de un mercado cercano que crecería. Pero para esto los pobres tendrían que dejar de ser pobres, o tener poder adquisitivo o políticas de Estado que de alguna le garanticen el acceso a la comida. Si ellos levantaran el nivel cultural de la población en general, estamos hablando de millones y millones -no de casos puntuales que es lo que el sistema destaca: un gran escritor, un gran músico- sino el acceso masivo a la cultura. Muy interesante también para nosotros, que somos fabricantes de máquinas y herramientas relativamente complicadas, es que se desarrollaran también Uruguay y Paraguay, porque no solamente podríamos venderles productos terminados sino que también podríamos enseñarles a instalar industrias. Aquí hay una gran capacidad para eso. Pero bueno, esto sería el equilibrio por lo alto: apuntar a lo mejor” (Ángel Cadelli. Secretario Gremial de ATE. Regional Provincia de Buenos Aires).
La representación mediática

Se reconoce que las representaciones mediáticas no son un medio transparente para la aprehensión del objeto, sino que derivan su significado de la práctica social y contribuyen a definir y configurar aquello que quiere describir. Aquí se considera su importancia desde el fuerte protagonismo que han adquirido los medios de comunicación, fundamentalmente la televisión, en la identificación del imaginario social:

- “Un ejemplo claro lo tenemos cuando sale (por televisión) Cavallo por un lado, y Rodríguez Giavarini por el otro; uno defendiendo al ALCA y el otro al MERCOSUR. Ahí aparece la ambigüedad de nuestro país, que se refleja claramente en las declaraciones de nuestras autoridades. Después, cómo podés pretender que la gente tenga una conciencia del MERCOSUR cuando no está claro” (Liza Gagna. Secretaria de Prensa de la CEPBA). 
- “Quiere decir que como un lector no calificado para este tipo de noticias me parece que siempre está presente en todas las cosas que yo pesco (más por atención flotante que por interés concreto) la idea de la apertura como principal beneficio. Porque toda la información que me llega y no la busco, pero supongo también que la gente que está detrás de este diseño del MERCOSUR debe pensar no sólo en el que busca información sobre el MERCOSUR sino en aquel que puede ser un espectador o un observador cautivo. Bueno, yo no quiero decir que sea mala la difusión, pero me parece que para el contribuyente común está muy fragmentada. Hay mucha información pero no está organizada, no hay una unidad –no sé como decirlo-, no veo una remisión física del MERCOSUR pero sí veo una remisión imaginaria del MERCOSUR, aquello que podría ser el Mercado Común de países... Pero no una entidad física me refiero desde un logo hasta no sé, información de mano, o publicidad televisiva o gráfica del MERCOSUR. La presencia está como tamizada a través del Estado argentino. Y supongo que según el Estado esté más o menos interesado en que el MERCOSUR avance le deben dar más bola o no. Otro detalle, siempre que pienso en el MERCOSUR, pienso casi automáticamente en Brasil, no pienso en Uruguay, ni en Chile que es el Estado Histérico de la región, que no se sabe si quiere o no quiere” (Juan José Becerra. Director del Centro Cultural Islas Malvinas de la Municipalidad de La Plata). 
“También es muy ambiguo porque entre el MERCOSUR o el A.L.C.A. no se define bien y uno lo que ve son problemas, complicaciones y creo que hay descreimiento porque no hay información. Yo no puedo entender por qué dos políticos se pelean por el A.L.C.A. o el MERCOSUR cuando no entiendo bien que son cada uno. Cuando me acostumbro a esa desinformación digo “los políticos son todos corruptos...” (Alejandro Pérez, Responsable de Relaciones Públicas de la CEPBA).
Consideraciones Finales


Atravesamos por un periodo de reconfiguración o transformación de las identidades en el cual estamos estableciendo un nuevo tipo de relaciones interculturales que por su importancia, deben formar parte de la agenda de investigación sobre el MERCOSUR.

Por consiguiente, la identidad constituye una dimensión importante del desarrollo regional. Sin identidad no hay autonomía, y sin autonomía no puede haber participación de la población en el desarrollo de su región. Lo que equivale a decir que no puede existir un desarrollo endógeno sin identidad colectiva.

Consideramos que la comprensión del proceso de comunicación masiva implica reconocer la rearticulación de las fronteras simbólicas, y cómo estas nuevas fronteras confirman el valor y poder de las identidades colectivas (Martín-Barbero,1993:26). Los medios de comunicación crean una densa red por la que circulan los productos culturales. O sea, tal como lo define Arjún Appadurai conforman, midiapanoramas que tienen un papel importante en la construcción de nuestras subjetividades, demandas y expectativas ya que constituyen, tanto un tiempo y un espacio compartido, como cristalizan demandas que deben ser respondidas por los sistemas políticos. Estas industrias culturales no sólo organizan el flujo de bienes simbólicos sino que son poderosos actores concretos en los procesos de integración, con gran poder performativo y un impacto profundo en los sistemas de identidades. Como ejemplo, el salto cuantitativo de flujo informativo a partir de la reunión en Buenos Aires que definía la agenda para constitución o no del ALCA produjo un correlato informativo sobre el MERCOSUR y la implicancia de su posible disolución.

El Mercosur, entonces, podría derivar de un proceso económico en crisis a uno político-económico con profundas implicaciones para el campo de la cultura, pero no se corresponde término a término desde el presente con el surgimiento de una “identidad Mercosur”. Los sujetos consultados evidencian una marcada retroacción y desconfianza con el modelo en el que se está desarrollando el MERCOSUR, no así con su existencia. El MERCOSUR pensado como proceso político, puede ser invocado para reorientar un sistema de identidades preexistente, con diversas raíces culturales, que podría transformar el actual sentido.

En ese marco, las comunicaciones y la dimensión cultural adquieren particular importancia para la construcción de una nueva identidad de la ciudadanía y su relación con el Estado en nuestra región de La Plata. 

Bibliografía

APPADURAI, Arjun (1994), “Discusión y diferencia en la economía cultural global”, en MIKE Featherstone (org.), Vozes, Petropolis.
BASSAND, Michel (1990), Culture et régions d’Europe, Presses Polytechniques et Universitaires Romandes, Lausanne.
GARCÍA CANCLINI, Néstor (1996), “Culturas en globalización. América Latina-Europa-Estados Unidos: libre comercio e integración”, en Nueva Sociedad, Caracas.
GARCÍA CANCLINI, Néstor. (1989), Culturas Híbridas. Estrategias para entrar y salir de la modernidad, Grijalbo, México.
MARTÍN-BARBERO, Jesús (1993), “La comunicación, centro de la modernidad: Una peculiar relación en América Latina”, en Telos N° 36, FUNDESCO, Madrid, pp. 39- 46.
WEBER, Max (1985), La ética protestante y el espíritu del capitalismo, Premiá, México.

Notas
*El presente trabajo se inscribe en el proyecto de investigación “Políticas de comunicación. Mercosur: identidades y representaciones mediáticas regionales” dirigido por Alfredo Alfonso e iniciado el 01/05/00. Forman parte del equipo de investigación: Ileana Matiasich, Codirectora; Oscar Lutczak, Gastón Rodríguez, Mercedes Torres, Cora Gornitzky, Germán Gómez y Carlos Castro.