Nancy Díaz Larrañaga y María V. Martín




Los materiales educativos en la encrucijada
de los medios, la escuela y los jóvenes*


Contenidos
Introducción
Algunas referencias
El trabajo realizado
Algunos caminos a seguir
Notas

Introducción

La investigación denominada “Los materiales educativos y la enseñanza de la comunicación: perspectivas y abordajes” pretende indagar qué perspectivas teóricas y epistemológicas de la comunicación subyacen en los materiales educativos que se emplean para enseñar comunicación (o materias relacionadas a la comunicación como campo de saber) en las Escuelas Medias de la ciudad de La Plata.

Para ello, se concibe a los materiales como todo aquello que es utilizado para enseñar, como recurso didáctico. Se busca contemplar a los materiales como recursos, como herramientas que superan la noción técnica, para entenderlos como discursos, en un proceso comunicacional y educativo complejo. Por ello se abarca desde la lógica de producción hasta la lógica de recepción, incluyendo el proceso comunicacional en todas sus dimensiones.

Desde esta perspectiva, se relevan los materiales y también la forma en que son utilizados y puestos en prácticas. Por dicho motivo, no se tiene en cuenta únicamente a los materiales como recursos aislados, sino también el contexto institucional en que están insertos, el programa de estudio de las materias, los discursos de los docentes que los incluyen en las actividades de enseñanza y el discurso de los alumnos que los vivencian como parte de su proceso de aprendizaje.

Llegar a analizar qué se entiende por Comunicación y cómo se la enseña en el ámbito de la educación media a través de materiales educativos brinda, a nuestro entender, elementos para problematizar el campo y elaborar nuevas propuestas pedagógicas desde una mirada comunicacional, acorde a los objetivos institucionales y a las expectativas disciplinares.

En este artículo, lo que intentaremos es reconstruir en grandes trazos la labor realizada por el equipo de investigación durante el año 2001, bajo el marco del objetivo anteriormente expuesto.

Algunas referencias

Para poder construir y luego abordar nuestro objeto de estudio, nos vimos en la necesidad de definir conceptualmente algunos términos que nos permitieran sentar las bases para realizar una categorización acorde a nuestras expectativas. Los primeros pasos se realizaron estableciendo relaciones entre las nociones de: materiales, comunicación y prácticas. Como eje articulador de dichos conceptos estaba la educación, en sus procesos de enseñanza y aprendizaje.

Sintéticamente expuesto, concebimos que los materiales y los medios (que incluyen a los medios de comunicación masivos, pero no se limitan a ellos) deben contribuir al accionar pedagógico, facilitando, conectando, sintetizando, “disparando”, sugiriendo, problematizando, en suma, brindando un puente entre lo ya conocido (lo que se sabe) y aquello por conocer (lo que se quiere aprender).

Asimismo, se retoma una concepción de la comunicación basada en la interrelación de sujetos que se encuentran social e históricamente anclados y comparten universos y contextos de significados. Dicha interrelación (que no necesariamente es cara a cara, sino que puede ser mediatizada) genera un proceso de producción, circulación, recepción y reconocimiento de discursos, que en su faz dinámica nunca acaba.

Sin embargo, este proceso parte de los agentes y de sus posiciones en el ámbito social, en un contexto espaciotemporal. Es desde estas matrices históricas de los sujetos que se da el intercambio y los procesos de significación y resignificación, considerando a los agentes como sujetos activos y competentes.

La práctica fue entendida, en primera instancia, desde una concepción general, como práctica social, portadora de sentidos capaces de ser analizados. El planteamiento de las acciones y las prácticas cobra pertinencia, en esta investigación, si se concibe a la acción pedagógica y a la producción discursiva en tanto prácticas; es decir, la acción pedagógica, más allá de ser parte de un proceso de comunicación (y por tal motivo), se presenta socialmente como acciones realizadas por un sujeto con una intencionalidad y dirigidas hacia otros. De aquí en más, se profundizó la mirada en la práctica pedagógica, concibiendo que las acciones en el pasado se convierten en actos, posibles de ser analizados ya que pueden ser reconstruidos por los sujetos que los protagonizaron. Los materiales educativos, en algún sentido, también pueden ser concebidos como actos de la práctica pedagógica.

Con la base de estas nociones, se avanzó en la investigación reconstruyendo teóricamente la cultura masiva y mediática, la cultura juvenil y la cultura escolar, por considerar que constituyen los marcos dentro de las cuales se conforma nuestro objeto de estudio.

La intersección de estos tres espacios culturales, con sus lógicas diferentes, que dan pie a diversos modos de realización, de puesta en escena, van configurando un escenario muy particular para el desenvolvimiento de nuestro campo material de trabajo.

La cultura masiva, y dentro de ella la lógica de lo mediático, instala nuevas percepciones y modos de comportamiento, que se expresan en algún sentido en la cultura juvenil, aunque no es posible asimilar una a otra. Frente a estas nuevas configuraciones, parece seguir vigente la cultura escolar, casi impenetrable a los avatares de las reconfiguraciones actuales.

En este complejo contexto, aparece hace unos años en escena la reforma educativa, introduciendo en un lugar ambiguo, o por lo menos cuestionable, a la comunicación como campo de saber dentro del curriculum escolar. Este fue el siguiente paso que realizamos en la investigación, rastrear qué lugar ocupa la comunicación en la Reforma.

De esta búsqueda surgen imaginarios, concepciones y prácticas de la comunicación que van a atravesar el curriculum escolar en toda su extensión. Asimismo, aparece marcada a fuego la noción hegemónica que dista, como veremos luego, de las múltiples formas en que es entendida la comunicación en el espacio áulico y escolar en general, por parte de los docentes y alumnos.

El trabajo realizado

El equipo de investigación, previo a la realización del primer acercamiento al trabajo de campo, comenzó a capacitarse en cuestiones metodológicas, como punto de partida para la reflexión que potenciará la búsqueda y análisis de datos.

En octubre de 2001 se confeccionó una encuesta que fue aplicada en noviembre del mismo año. En cuanto a la encuesta, los datos fueron relevados mediante un cuestionario de autoadministración con ítems tanto cerrados como abiertos y en el transcurso de clases en los distintos establecimientos seleccionados. La misma se sistematizó durante el mes de noviembre de 2001 y abarcó distintas instituciones del ámbito público y privado de la ciudad de La Plata, alcanzando un total de 183 alumnos de escuelas públicas (97 del nivel Polimodal y 86 del Bachillerato de Adultos) y 167 alumnos de establecimientos privados. Asimismo, se encuestaron 74 hombres y 104 mujeres para el primer grupo y 90 y 77, respectivamente, para el segundo. Los resultados fueron procesados por planilla Excel por el equipo de investigación.

Se abordaron problemáticas en torno a los consumos culturales de los jóvenes, a las vinculaciones de las prácticas escolares con las cotidianas, a la producción mediática y a las percepciones respecto de la identidad juvenil.

Es de destacar las diversas confrontaciones planteadas en la encuesta. Por un lado, se relevaron datos de escuelas medias privadas y por el otro de escuelas públicas. Asimismo se diferenció entre Polimodal y adultos, y entre hombres y mujeres. Estas distinciones marcaron datos significativos en el análisis, teniendo en cuenta los ítems relevados.

En el momento de aplicación de la encuesta -que se contestaba de forma individual en horarios de clase de materias relacionadas a comunicación-, nos encontramos con diversos problemas para su concreción. El problema fundamental fue el alto índice de días sin clase que tuvieron los alumnos, por motivos de paros y retención de servicios. La no presencia de docentes y alumnos demoró significativamente el levantamiento de datos. Cuando finalizaron los paros, se aproximó la finalización de las clases, con la necesidad por parte de los docentes de evaluar a sus alumnos.

Por los motivos antes expuestos, el trabajo de campo en las escuelas (observación de clases, diagnóstico institucional, entrevistas a alumnos y docentes) se vio postergado para el siguiente año lectivo.

Paralelamente, realizamos el análisis de diversos materiales escolares impresos (manuales), específicamente destinados a la enseñanza de la comunicación. Dicho análisis contempló la diagramación, el formato, las temáticas y las concepciones de comunicación, los objetivos que se plantearon, el público meta, las actividades y propuestas para los docentes y alumnos, etc.

La interpretación de los materiales se confrontó con la postura de producir los propios materiales, como forma emancipadora y contextualizadora de la práctica pedagógica, tanto en el ámbito formal como no formal.

Algunos caminos a seguir

Del análisis de la encuesta, surgen interrogantes y puntos claves que se presentan como cuestiones interesantes a seguir indagando. Un punto importante es el consumo cultural de los alumnos fuera del espacio áulico. Aquí resulta relevante la comparación entre alumnos de escuelas privadas y alumnos de escuelas públicas, así como entre jóvenes y adultos. Las distinciones se evidencian en el manejo de las llamadas “nuevas tecnologías”, sobre todo en el uso de Internet, por parte de los alumnos de escuelas privadas en primer lugar, públicas en segundo lugar, y muy poco uso por parte de los adultos. El consumo de medios se evidencia como transversal a todas las actividades, sobre todo la radio y la televisión.

Existe un amplio espacio dedicado a la música por parte de los jóvenes, que se manifiesta de múltiples maneras. El tiempo destinado al trabajo y a la familia, restringe actividades en los adultos, que sí son posibles en aquellos jóvenes que no trabajan.

Las problemáticas extraescolares son incorporadas de manera más sistemática en el espacio áulico con adultos. También se retoman temáticas de actualidad relevadas por los medios. Frente a esto, en las escuelas privadas, se manifiesta como central la búsqueda de información en Internet, así como el envío de trabajos entre compañeros por este mismo medio.

Entre los materiales señalados por los encuestados para la búsqueda de material cuando es solicitado por los docentes, los diarios y revistas aparecen en primer lugar: el 59.43 por ciento de los alumnos señaló esta posibilidad. Muy cerca se ubica Internet, con un 54.57 por ciento. Los manuales escolares y las enciclopedias son los que siguen en la lista, ambas opciones fueron seleccionadas por el 40.57 por ciento. La biblioteca, en tanto, es tenida en cuenta por el 36.57 por ciento, mientras que “pedir el material a un compañero” alcanza un 33.71 por ciento de las respuestas. Finalmente, un 22 por ciento de los encuestados dijo buscar material en “otro tipo de libros”. El resto de las fuentes, englobadas como “otros”, fue señalado por el 8.57 por ciento.

Para este punto, se evidencian diferencias notorias entre escuelas públicas y privadas. Mientras que el 72.68 por ciento señala a los “diarios y revistas” como fuente, la cifra desciende a 44.94 por ciento para las instituciones privadas. A la inversa, mientras que el 79.04 por ciento de los estudiantes de escuelas privadas buscan en Internet, sólo el 32.24 por ciento de los que asisten a establecimientos públicos lo hacen.

Es evidente el predominio de la lógica escritural en el aula, en todos los niveles. Si bien en muchas oportunidades el manual o las fotocopias se ven reemplazadas por el diario o las revistas, siguen manifestándose como centrales frente a la imagen y al audio. También es de destacar el lugar conflictivo que asumen los medios en la escuela. A veces son negados pero, la mayoría de las veces, son incorporados limitando su capacidad como materiales posibles de ser educativos. Ingresan al espacio áulico, pero el trabajo que se realiza con ellos no deja de ser lineal.

Siguiendo esta tendencia, el manejo de los medios por parte de los alumnos y de los docentes suele presentarse solamente desde el rol de consumidores, y muy en menor medida como productores.

Otros datos interesantes a tener en cuenta, son las diferentes referencias identitarias que los jóvenes enuncian con relación a cómo son vistos por ellos mismos, por la escuela, por sus familias y por los medios masivos. Las tipificaciones son muy altas, resultando significativas la de los medios y de la escuela.

El trabajo realizado se completará y complejizará en el cruce con la observación de las clases de materias afines a comunicación, entrevistas a alumnos y docentes, la realización de un marco institucional y curricular, y el análisis de mayor número de materiales educativos (sobre todo los trabajados por los docentes en el aula). Recién aquí estaremos en condiciones de aproximarnos a contestar nuestra pregunta sobre las concepciones teóricas y epistemológicas de la comunicación que subyacen en los materiales educativos que se emplean para enseñar comunicación.

Notas
*El presente trabajo se inscribe en el Proyecto de Investigación: “Los materiales educativos y la enseñanza de la comunicación. Perspectivas y abordajes” dirigido por Nancy Díaz Larrañaga e iniciado el 01/01/01. Forman parte del equipo de investigación: Graciela Falbo y Cecilia Ceraso, Codirectoras; María Victoria Martin, Pedro Roldán, Irene Irigoitía, Germán Retola, María de la Paz Echeverría, Lourdes Ferreira, Luis Donadío y Alejandro Díaz.