Cecilia Ceraso y Vanesa Arrúa




La planificación como proceso de aprendizaje
y producción de conocimiento



Contenido
La Planificación como proceso de aprendizaje y producción de conocimiento
La Tecnología de Planificación de proyectos y los procesos de producción de conocimiento en el programa “Plazas para Varela”
Diagnóstico de Barrio San Rudecindo.
Qué se quiere hacer y para qué.
Nuevos escenarios / Nuevas racionalidades
Notas


A partir de las transformaciones aparecen nuevos escenarios y emergen nuevas racionalidades y modos de percepción para aprehender conocimiento, consideramos que la planificación es una tecnología que facilita estos procesos.

La planificación como proceso de aprendizaje y producción de conocimiento; recupera la memoria colectiva, construye y recupera identidades. Promueve la toma de decisiones, comprende la negociación desde el reconocimiento de la alteridad. Va a la comunidad como fuente de conocimiento: pero va desde la lógica del Hacer proyectos para mejorar, para conocer, para transformar.

El siguiente trabajo surge de la sistematización del Programa “Plazas para Varela” realizado en el año l997 en el Municipio de Florencio Varela ubicado en el tercer cinturón del conurbano bonaerense.
 Esta sistematización fue realizada en el marco de la Investigación “La Producción de mensajes propios con jóvenes en procesos de desarrollo local”.

Cuando llegamos a Florencio Varela para pensar en un trabajo con chicos de barrio que la mayoría no iba a la escuela, la demanda que sobre ellos hicieron los adultos fue Hacer algo para que no estén en la calle, para que no se droguen o tomen alcohol. Otra demanda era tratar de que hablen. Los adultos veían a estos jóvenes como habitando en otras dimensiones y a sus códigos como imposibles de ser descifrados.

Los jóvenes que participaron del programa “Plazas para Varela”, asumieron las responsabilidades de gestionar procesos de desarrollo tendientes a transformar su realidad. Los jóvenes aportaron ideas innovadoras como solución a los problemas del desarrollo de su barrio o su comunidad. Gestionaron promoviendo procesos de articulación entre diferentes sectores de sus comunidades. Demostraron una gran capacidad de integración, potenciando las posibilidades de articular recursos y saberes para que circulen en beneficio común. Los jóvenes tienen también una aptitud particular para producir procesos comunicacionales ricos en estrategias y productos comunicacionales creativos pensados para ir hacia los otros. Construyen fácilmente relaciones que les permite hacerse cuerpo con otros jóvenes, constituyendo redes por las circulan relaciones de contención, intercambio, identidad, organización, información, comunicación, etc.

La Planificación como proceso de aprendizaje y producción de conocimiento

Caracterizamos el proceso educativo mediante una frase de Paulo Freire: “La educación es praxis, reflexión y acción del hombre en el mundo para transformarlo”.

De esta manera vemos a la educación como un proceso permanente en el que el sujeto va descubriendo, elaborando, haciendo suyo el conocimiento; él hace desde su realidad, desde su experiencia, desde su práctica social junto a los demás.

 “...Más que una reforma de la enseñanza, es necesaria una revolución en el pensamiento, en la elaboración de nuestras construcciones mentales y en su representación. En pos de esas finalidades, la conjunción de las nuevas tecnologías con los métodos transdisciplinarios es la que puede ofrecer una inteligencia estratégica y a la vez estrategias inteligentes para que las mundializaciones en marcha desemboquen en una verdadera y nueva civilización, y no en una nueva barbarie... ”.(1)  

La educación en el nuevo paradigma es el resultado del aprendizaje. Aprehender es la capacidad que tienen todos los seres vivos para autoorganizar la vida. El aprendizaje como un proceso de autoorganización de la vida obedece a los mismos procesos que sustentan el nuevo paradigma: autoorganización e interdependencia. El proceso de vivir, es un proceso de cognición (conocer). El conocer (conocimiento) es, por lo tanto, uno de los elementos esenciales que hacen posible la autoconstrucción de los seres vivos. Maturana y Varela llaman a este proceso autopoiesis. El significado etimológico clarifica el nuevo concepto: auto significa “sí mismo” y se refiere a la autonomía de los sistemas para autoorganizarse, “poiesis” que tiene la misma raíz griega que poesía, significa creación. Así pues autopoiesis significa creación de uno mismo.(2)

Para promover el aprendizaje se vuelve imprescindible fomentar experiencias de aprendizaje. En este sentido, el programa analizado se articulaba a partir de una propuesta específica que promovía la producción de saberes y la planificación de proyectos con base en necesidades sentidas y reconocidas por la comunidad.

Desde nuestra perspectiva, los procesos de planificación y gestión de proyectos, son instancias de producción de saberes sobre la propia realidad.

Cada una de las fases del proceso de planificación promueve aprendizajes diferentes. Proceso integral, donde se pretende conocer la realidad para transformarla.

En esta instancia, los jóvenes de Florencio Varela se propusieron realizar diferentes estrategias que les permitieran recolectar la información necesaria para planificar una plaza acorde a los valores e intereses de los vecinos del barrio, incluyendo a los niños, los adultos y los abuelos. La mayoría de los grupos de Termo Joven (Agrupación que constituyeron durante este proceso) eligieron la realización de encuestas como metodología para recolectar información sistematizada sobre sus barrios.

El momento de la planificación del proyecto es un momento de síntesis que les permite a los jóvenes, no sólo definir el escenario futuro al que se quiere llegar en el proceso de desarrollo, sino que implica la definición de los pasos que construyen el camino hacia el desarrollo. El momento de la planificación conjuga el tiempo. Es presente, pero retoma el pasado de los procesos para redireccionarlos hacia el futuro. El equipo debe pensar profundamente en su potencial, en sus posibilidades de acción. El grupo define de qué manera se organizará la cooperación entre los diferentes actores involucrados, en pos de lograr objetivos comunes. Negocia entre lo que quiere como escenario futuro y lo que puede lograr desde su capacidad de gestión y plantea las estrategias de acción.

El producto de este momento, el documento de proyecto, es una herramienta fundamental en la gestión. Pero la gestión implica, además, muchas otras producciones comunicacionales, destinadas a facilitar las relaciones con los diferentes actores en los procesos de negociación para la acción. La gestión promueve un tipo de aprendizaje muy particular, ya que lo hace desde la intervención en la realidad. En esta instancia se aprende poniendo en juego mucho más que la racionalidad en el sentido moderno de la palabra.

Es un proceso continuo durante los distintos momentos de la planificación (diagnóstico, planificación, evaluación.).(3)

La evaluación, como momento metodológico, implica correrse de la concepción tradicional del aprendizaje, porque se trata de evaluar una práctica. Se trata de mirar procesos vividos por el grupo teniendo como marco el proyecto. Esta revisión no puede estar centrada en los viejos modos de evaluación que definen como bien y mal, según un único modelo posible. Evaluar una práctica en grupo también implica una negociación, implica plantear qué voy a mirar y desde dónde lo voy a mirar. Es el momento que le permite al grupo de trabajo redefinir los objetivos en función de los logros y las dificultades tenidas en el proceso.

La Tecnología de Planificación de proyectos y los procesos de producción de conocimiento en el programa “Plazas para Varela”

El programa “Plazas para Varela”, se proponía capacitar jóvenes de los barrios del municipio en Tecnologías de Diagnóstico y Planificación de Proyectos y en conceptos y tecnologías de comunicación para la producción de estrategias. De este modo, se planificó un proceso de capacitación con momentos bien diferenciados (presenciales y a distancia) que puso el eje en que los grupos lograran planificar y gestionar la construcción de la plaza de sus barrios, y que generaran las estrategias de comunicación necesarias para lograrlo.

Las instancias de capacitación se diferencian entre sí por el tipo de actividad propuesta para la promoción del aprendizaje.

Durante los encuentros presenciales, se trató de poner en común una metodología adecuada a la planificación de proyectos en la comunidad, así como herramientas que les permitieran reflexionar acerca de la comunicación.

La etapa de capacitación a distancia es el momento clave para propiciar la autoorganización del grupo, que quincenalmente se reunía con un coordinador. Este proceso estaba atravesado por la gestión de los distintos momentos de la planificación. Los equipos de trabajo asumieron la responsabilidad de producir un diagnóstico socioambiental de su barrio, para proyectar la plaza deseada por su comunidad. También se propusieron realizar un diagnóstico de comunicación para vislumbrar líneas de acción que les permitieran construir estrategias comunicacionales para llevar a cabo la gestión de los proyectos.

El primer paso fue tener en cuenta a los actores para definir qué información pueden brindar. De este modo, los jóvenes produjeron sus propios instrumentos para relevar información. Por ejemplo, los jóvenes del barrio San Rudecindo, se propusieron una metodología que combinaba herramientas del tipo cualitativo y del tipo cuantitativo. Los chicos, decidieron realizar algunas entrevistas en profundidad a algunos de los actores institucionales del barrio, como la Trabajadora social de la Unidad Sanitaria, algunos maestros de la escuela y a alumnos de la escuela del barrio. Además propusieron la realización de una encuesta entre los vecinos del barrio.

Los jóvenes se preguntaron acerca de los valores de los vecinos con relación a la plaza, teniendo en cuenta los diferentes criterios en adultos, jóvenes, niños y abuelos. Abordaron la dimensión histórica del barrio, realizando entrevistas en profundidad a los más viejos. Reconocieron la heterogeneidad en los grupos que conformaban su comunidad, comprendiendo las diferencias en sus costumbres y valores. Además, indagaron sobre la situación socio-económica de sus vecinos y reconocieron las instituciones barriales; los modos y canales de comunicación en su comunidad.

Diagnóstico de Barrio San Rudecindo.

El barrio San Rudecindo se fundó en el año 1962, las tierras pertenecían a Don Rudecindo Barragán. Limita con los barrios presidente Avellaneda, Las Margaritas, La Carolina II, Bosques Norte y el Partido de Berazategui.

La población es de aproximadamente 3.791 personas. Más del 50 por ciento es de clase humilde y con las necesidades básicas insatisfechas; la mayoría es del interior del país o proviene de los países limítrofes, Paraguay, Bolivia y Chile, cada cual con las costumbres de sus provincias y países. Los vecinos de nuestro barrio son gente trabajadora.

Algunas casas son de material y otras son casillas, las calles son de tierra, la principal está asfaltada, se llama Santa Sofía y nos comunica con el centro de Florencio Varela. Las líneas de colectivos que entran al barrio son: 504, que va al centro de Varela y 603 que va a Berazategui. Próximamente tendremos en el barrio una estación del tren que nos conectará con Gutiérrez, en distintas zonas del barrio hay teléfonos públicos.

Las instituciones del barrio son:

Sociedad de Fomento “Los Líderes”

Iglesia San Gerónimo

Escuela Nº59

Salita de primeros auxilios

Comedor guardería

Unidad Básica “30 de Marzo”

Termo Joven.

Descripción económica del barrio:

Comercios: carnicería. Verdulería. Ferretería. Autoservicio. Gomería. “Casa por 2 pesos”. Remisería. Panadería. Kioscos. Feria, una vez a la semana, cancha de papi fútbol, casa de video club, video juegos, rotisería, bicicletería, locutorio.

Fábricas: papelera, taller del Río de la Plata, fábrica de chapa, Sider color.

La gente del barrio trabaja:

El 30 por ciento de los vecinos en el taller del Río de la Plata.

El resto de albañil, plomero-gasista, choferes y camioneros, maestras, amas de casa, policías.(4)

Así, cada grupo fue evaluando y discutiendo los diferentes obstáculos que se podían presentar en la construcción de la plaza, ya sea por modificar de alguna manera el uso de los terrenos destinados a la plaza (muchos eran utilizados por otros vecinos como canchas de fútbol), o por no contar con terrenos asignados en el barrio y tener que enfrentar una serie de trámites burocráticos para conseguir la posesión de algún terreno.

Durante la instancia de planificación, los diferentes grupos formalizaron la propuesta de desarrollo en un documento de proyecto que era redactado según un índice propuesto en las cartillas de capacitación.(5)

Este material acompañó la reflexión de los grupos en el momento de definir objetivos y metas a alcanzar, así como en la distribución de los roles y responsabilidades para la ejecución de las actividades propuestas para el logro de los objetivos.

Los primeros tres puntos a tener en cuenta para la formulación del documento: presentan el nombre del proyecto, en qué consiste y quiénes serán los responsables de la ejecución de las actividades.

En los proyectos producidos, los chicos describen claramente cuál es su propuesta de desarrollo tratando de sintetizar las ideas principales.

En la definición del ente ejecutor, aparecen nombrados cada uno de los miembros del equipo planificador. Por lo general, los grupos relatan sus experiencias previas como equipo de trabajo, tratando de demostrar su propia capacidad de gestión.

A continuación, el índice propuesto a los jóvenes sugiere la descripción del diagnóstico de la comunidad a la que pertenecen y en la que van a ejecutar el proyecto. En este punto los jóvenes incluyeron la información producida durante el proceso de diagnóstico, tratando de contextualizar el problema de desarrollo que se trata de resolver con el proyecto que se proponen.

La definición del problema de desarrollo, la propuesta de solución y la justificación de la propuesta también parten de la información recolectada y producida durante la etapa diagnóstica. Desde cómo vive la comunidad el problema, se piensan las posibilidades de solución y es la misma realidad la que justifica una propuesta de intervención y no otra.

Esta instancia obliga a los jóvenes a construir argumentos que defiendan sus propuestas; dichos argumentos se desprenden de los análisis y discusiones del grupo, a medida que avanzan en los procesos de conocimiento de la propia realidad. Los jóvenes aumentan sus niveles de percepción y de abstracción y profundizan su análisis pero para transformar su propio mundo.

Ya no se trata de transmitir saberes, sino de facilitar que el otro se apropie de estos y en su uso produzca otros que sean y en la acción transformen. La gestión, además, enfrenta a los jóvenes permanentemente con los obstáculos y potencialidades que enmarcan su acción.

La formulación de los objetivos, es el corazón del proyecto. Para esto los jóvenes deben consensuar, dentro del grupo y con el barrio, lo que se proponen lograr. Los objetivos logrados, los resultados o metas, deben describir el escenario futuro que se desea alcanzar. El objetivo general u objetivo de desarrollo, trata de resolver el problema presentado en los argumentos antes descriptos. Es comprendido como el horizonte utópico al que nos vamos acercando con el logro de los objetivos específicos, pero que nunca se cumple totalmente.

En este momento, los jóvenes definieron el escenario deseado. Para definir las líneas de acción, más allá de la comprensión del problema de desarrollo y sus causas, se requiere el análisis sobre los recursos que controlan los actores sociales, para poder definir las alianzas y acuerdos, las negociaciones que debemos realizar y las potencialidades propias del equipo. Es un camino de autoreconocimiento y de reconocimiento de las relaciones entre los actores y la circulación de los recursos.

Qué se quiere hacer y para qué.

Los objetivos específicos, más claramente, marcan las principales líneas de acción del proyecto para ir construyendo la situación deseada.

Fijar las metas, es decir, cuantificar los objetivos, permite medir el logro de los resultados. Los proyectos de desarrollo, enfrentan dificultades para cuantificar objetivos y medir resultados, cuando se trata de impacto cualitativo. De todas maneras, este ejercicio de análisis sobre los modos en que se nombra el escenario deseado, y las formas de corroborar el alcance de dichos objetivos, exige de los grupos de jóvenes un profundo nivel de análisis sobre su entorno, los procesos de transformación y los diferentes caminos a seguir para lograr superar los obstáculos del desarrollo.

En la siguiente instancia de planificación, el grupo describe todas las actividades que son necesarias realizar para lograr los objetivos y las metas propuestas. Este momento es fundamental para la planificación de la gestión. En esta instancia el equipo distribuye roles, define tiempos y calcula los recursos necesarios para la ejecución de todas las actividades. El resultado de esta etapa, es un cronograma detallado, que sirve al grupo para prever situaciones, sin dejar de considerar la posibilidad de imprevistos, que serán resueltos en el momento de la gestión.

Una vez finalizada la planificación de las actividades y considerados todos los recursos necesarios, se puede presupuestar el proyecto. Esta etapa de trabajo, pone en juego saberes con relación a la administración de los recursos económicos y financieros pero también valores con respecto a la responsabilidad, la libertad, el trabajo y el capital material y simbólico que se obtienen colectivamente, también los costos y esfuerzos que se hacen colectivamente.

Por otro lado, es necesario un análisis de las posibilidades financieras de la gestión. Se trata de prever los desembolsos de dinero, en los diferentes meses, según las actividades propuestas; considerar las fuentes de esos recursos y los modos en que se recuperará la inversión.

Una vez estimado el costo total del proyecto, es necesario realizar el cálculo del impacto social alcanzado. Este permite a los jóvenes lograr un nuevo argumento de justificación del proyecto, así como un cálculo aproximado de la relación entre costo total del proyecto y cantidad de beneficiarios directos e indirectos. Ver el impacto social, además, le permite a los jóvenes tomar conciencia de hasta dónde pueden llegar, hasta cuánta gente pueden involucrar en su mirada de transformar el mundo, y les permite negociar con el mundo hegemónico de los adultos otras y diferentes opciones de transformar la realidad.

El proceso de planificación del proyecto es un momento de síntesis para el grupo. Los jóvenes tienen la posibilidad de objetivar un camino a seguir en la construcción de un escenario futuro, partiendo de los problemas del presente, pero teniendo en cuenta las diferentes dimensiones de la realidad que construyen esos problemas.

De este modo la planificación de un proyecto se convierte en una tecnología adecuada para la producción de conocimientos para la acción.

El momento de definición del proyecto, es normativo en tanto construye un marco para la acción. De todas maneras, los procesos de gestión son muy flexibles en relación con la planificación. Siempre es necesario que el grupo se vaya adaptando a los cambios en la gestión que provocan los imprevistos. La Planificación entendida de éste modo no es controladora, es una tecnología que permite transformar el propio mundo, es una tecnología que una vez apropiada produce emancipación.

Durante la gestión de los proyectos, los jóvenes produjeron diferentes documentos que les permitían sintetizar sus demandas sus necesidades y sus deseos. Estos documentos les fueron útiles para comunicarse con los actores sociales con poder de decisión sobre recursos necesarios para el desarrollo de los proyectos.

La producción de este tipo de documentos pone a los jóvenes en situación de repensarse y definirse como equipo, que gestiona un proceso de cambio.

Los documentos, además son acompañados por diferentes actividades de gestión, reuniones con dirigentes de instituciones vecinales, charlas con comerciantes, reuniones con secretarios municipales, etc.

Esto permite a los jóvenes conocer otros códigos, ponerse en situación de negociación, construir criterios argumentativos, propiciar acciones, disparar procesos.

La gestión de proyectos se completa con instancias de evaluación del trabajo del grupo que lleva adelante la realización del proyecto. Esta actividad muchas veces es realizada sin la debida rigurosidad metodológica, desde charlas informales, en los encuentros de trabajo. Las reuniones grupales, son el momento de producción y toma de decisiones para la gestión.

Cada una de las instancias aporta saberes diferentes desde distintos modos de relación con la realidad. El eje principal de esta producción es la relación entre realidad actual y construcción de la realidad futura, atravesado por un proceso permanente de reflexión y acción. Este permite objetivar la realidad en el proceso de conocimiento para tomar decisiones de acción para transformarla.

Podemos aquí retomar las palabras de Freire: “La educación es praxis, reflexión y acción del hombre en el mundo para transformarlo”.

En este sentido estos procesos de desarrollo protagonizados por jóvenes nos muestran que la tecnología de planificación de procesos de desarrollo, es una herramienta que acompaña y sistematiza la reflexión para la acción. En este sentido, la posibilidad de planificar y gestionar un proyecto es un camino de práxis.

El aprendizaje sólo es significativo cuando logra modificar la conducta (en términos de práxis, de modificar el hacer). De no ser así, lo más que podría lograrse sería el aumento de caudal de conocimiento, y eso en ninguna forma podría llamarse aprendizaje.

El proceso de planificación y gestión, además de promover la reflexión y la acción, promueve la posibilidad de que los actores sociales se piensen a sí mismos, en relación con la comunidad. En este sentido, potencia las posibilidades de reflexión crítica sobre uno mismo. En este punto las posibilidades de aprender de la realidad se multiplican, se potencian porque somos sensibles al dato de lo real. Buscamos conocerlo para intervenir en él.

Francisco Gutiérrez rescata la importancia de los procesos que promueven la reflexión que conduce a la autoorganización. “...He llegado a descubrir que el único aprendizaje que puede influir significativamente en la conducta de los demás es el que el individuo descubre e incorpora por sí mismo”.(6) La autorrealización y la maduración son características esenciales a las que tiende el ser humano “...Los individuos que se autorrealizan, además de disfrutar de una salud mejor, se ven libres de temores, de inhibiciones... se aceptan a sí mismos y asumen plenamente las propias responsabilidades”.

Como dice Freire “todo saber auténtico lo es desde el momento en que se torna praxis... mientras más reflexiona el hombre sobre la realidad, sobre su situación concreta, más emerge plenamente consciente, comprometido, listo a intervenir en la realidad para cambiarla”.(7)

Lo que en realidad necesitan los niños para el año 2000, en sus esquemas de asimilación, es una enorme flexibilidad en la acción y un poder no sólo de adaptación sino de transformación creadora del medio que les rodea.(8)

En el año 1975, Francisco Gutiérrez ya planteaba la necesidad de que los niños contemporáneos posean herramientas que les permitan pensar y modificar su entorno.

Nuevos escenarios / Nuevas racionalidades

Según Foucault las prácticas sociales engendran dominios de saber que generan nuevos objetos, conceptos y técnicas que constituyen nuevos sujetos de conocimiento.(9)  

La noción de sujeto de conocimiento desarrollada aporta un marco para comprender los procesos de producción de conocimiento como parte constitutiva de las prácticas sociales, que a su vez constituyen nuevos sujetos de conocimiento.

La revolución científico tecnológica, el auge y la incorporación de las tecnologías, además de generar exclusión, desocupación, fragmentación... le dieron la posibilidad al hombre de transformar su realidad a un ritmo antes desconocido. Esto genera un nuevo dinamismo en los modos de organización social, que se traduce en la necesidad de adaptarse a contextos que cambian permanentemente.

“...La sociedad del conocimiento se hace cada día más compleja por diversas tendencias, entre ellas porque introduce nuevas tecnologías de información y comunicación y por que, a la vez, esas técnicas y las dinámicas económicas están creando mutaciones a escala mundial, subordinando a las partes de las naciones, incluso de las más poderosas, a ese todo planetario...”.(10)  

En contraposición a estas nuevas tendencias, las instituciones de enseñanza, se encuentran ancladas en una vieja racionalidad, la que deriva de la lógica aristotélica, la de las divisiones metodológicas propuestas por Descartes y la del determinismo newtoniano; cuando ya hemos empezado a construir la sociedad posindustrial (a pesar de la pobreza que caracteriza el intento de industrialización de América Latina), la sociedad de la información y del conocimiento.


Para Sergio Vilar(11), la nueva racionalidad que esta sociedad demanda debe desarrollar nuevas lógicas de comprensión de la realidad, superando las explicaciones causa-efecto, desde una mirada transdisciplinar.

La Planificación es una tecnología que permite racionalizar la acción para el logro de los objetivos propuestos. Si pensamos en una nueva racionalidad, implica sostener los procesos de planificación desde una mirada integral de la realidad.

Es necesario que la nueva racionalidad reúna las consideraciones que especifican lo real, la investigación de lo potencial y la heterogeneidad. La nueva racionalidad debe tender a la construcción de realidades nuevas, a comprender la vida como proyecto, a la organización individual y colectiva del porvenir-devenir. La Planificación de proyectos de desarrollo es una herramienta que permite pensar sobre la propia realidad desde múltiples dimensiones, proyectando su transformación, definiendo situaciones deseadas y sorteando imprevistos.

Los procesos de planificación y gestión de proyectos de desarrollo, promueven entre los jóvenes acciones compartidas dónde se ponen en juego, saberes, actitudes, aptitudes, que se desprenden de una nueva racionalidad reticular, compartida, integradora de nuevos criterios, imaginativa e inventiva.

En este sentido, las experiencias vividas por los jóvenes en éstos procesos de desarrollo local, generaron lazos entre ellos y con su entorno de profundo compromiso y deseo de transformación, pensaron y definieron un escenario futuro deseado por ellos, y comenzaron a construirlo.

A nadie le gusta aprender algo si no sabe para que sirve. A los jóvenes que hoy habitan en nuestro país les gustaría una educación que les ayude a resolver los problemas concretos.

Ya Celestin Freinet (1896-1966) después de la primera guerra, al sur de Francia, en un contexto de pobreza, produce una revolución pedagógica al encontrar el sentido de la educación a partir del trabajo cotidiano de producir un periódico con una imprenta manual.

Pensar otras modalidades para nuestra educación, construir un cambio importante en este sentido, es urgente para Argentina y para América Latina.

 “...Hay que cambiar radicalmente la manera de razonar heredada del pasado, su memorismo normativo, su reproducción simple. El mundo de hoy necesita una racionalidad diferente, trenzada por las iniciativas, la cooperación, el sentido de la responsabilidad, la capacidad de relacionar unas cosas y fenómenos con otros y así descubrir en todo momento los brotes emergentes de lo nuevo...”.(12)

Notas
1 VILAR  Sergio. La nueva racionalidad. Comprender la complejidad con métodos transdisciplinarios. Pág.14.
2 Cfr. Gutierrez Francisco, Seminario de Comunicación/Educación. Maestria PLANGESCO. UNLP. La Plata, 2000. Pág 13.
3 Ver Espiral de Planificación. Relatoría del seminario de introducción a la Planificación. U de P. UNLP. La planificación es vista como un proceso donde los diferentes momentos analizados se dan en forma simultanea, de un modo integrado. El diagnóstico, la planificación, la gestión y la evaluación, son momento que constitutivamente vinculados. Unos se desprenden de otros. No son etapas lineales ni estancas. Ver Espiral de Planificación. Relatoría del seminario de introducción a la Planificación. U de P. UNLP.
La planificación es vista como un proceso donde los diferentes momentos analizados se dan en forma simultanea, de un modo integrado. El diagnóstico, la planificación, la gestión y la evaluación, son momento que constitutivamente vinculados. Unos se desprenden de otros. No son etapas lineales ni estancas.
4 Idem anterior.
5 Ver “Cartilla Plazas para Varela”. Publicación de La Red, Comunicación y Cultura; La Plata, 1997.
6 Francisco GUTIÉRREZ. Pedagogía de la Comunicación, Buenos Aires, Editorial Humanitas, 1975.
7 Francisco GUTIÉRREZ. Pedagogía de la Comunicación. Editorial Humanitas. Buenos Aires. 1975. Pág. 112-113.
8 Idem anterior.
9 DIAZ Esther, “Hacia una visión crítica de la Ciencias”. Editorial Biblos. Buenos Aires, 1992.
10 VILAR, Sergio. La Nueva racionalidad. Comprender la complejidad como método transdisciplinario. Kairos. Seminario de Educación Popular y Comunicación, dictado por Francisco Gutierrez. Maestría PLANGESCO. UNLP, 2000. Pág. 13.
11 Idem anterior.
12 VILAR, Sergio. La nueva racionalidad. Comprender la complejidad con métodos transdisciplinarios. Pág.13.