Javier Carou |
El aporte de la comunicación a la gestión
“Y los pueblos, como los hombres -una vez más, Señor,
como los hombres!- no son dueños de sus fines, sino de sus caminos”.
Eduardo Mallea. “Historia de una pasión argentina”.
Este proyecto de investigación fue generado por el equipo docente del Taller de Planificación de Procesos Comunicacionales de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la UNLP con la finalidad de analizar experiencias de gestión en organizaciones sociales y comunitarias y con el propósito de evaluar el aporte de la comunicación a la gestión de esas entidades.
El objetivo inicial, que hoy se considera demasiado ambicioso, fue reformulado atendiendo a las dificultades de implementación surgidas –entre otros motivos- por la crisis sin precedentes que enfrentó el país desde fines del 2001. La investigación –en particular el trabajo de campo- requería de condiciones que no pudieron lograrse, ni en tiempo de dedicación por parte de los integrantes del equipo, ni por condiciones materiales.
El objetivo del trabajo se redefinió de la siguiente manera: “analizar experiencias de gestión en organizaciones sociales y comunitarias situadas en el área del Gran La Plata, para evaluar el aporte de la comunicación a la gestión de esas entidades y proponer estrategias comunicacionales que las potencien”. Creemos que todo lo sucedido y experimentado constituye un buen insumo para repensar las condiciones en las que se desarrolla la investigación en la universidad pública y en nuestra facultad en particular. No obstante, pensamos que los pasos dados han permitido crecer en sistematización y producción de conocimiento.
Relevancia actual de las organizaciones de la sociedad civil (OSC´s)
El fenómeno de las organizaciones no gubernamentales, contiene formas “viejas” y “nuevas”. La organización social en Argentina a través de sindicatos, clubes de barrio, bibliotecas populares, cooperadoras escolares y asociaciones vecinales y de fomento, tiene una larga historia que data, en algunos casos de la época colonial.
El panorama se vuelve más complejo si se consideran a los diversos subgrupos institucionales ubicados bajo el paraguas conceptual del “Tercer Sector”. Por esta vía, el término ONG aparece como una categoría pensada desde la negación -organizaciones que “no” son gubernamentales ni comerciales- que da lugar a la inclusión de una variedad muy amplia de situaciones.
Las reformas económicas y sociales llevadas a cabo en los últimos años han puesto en evidencia la relevancia de la Sociedad Civil junto con el Estado y el mercado, en el fomento del progreso social. En este contexto, los ciudadanos organizados asumen crecientes y heterogéneas responsabilidades, procurando lograr mayor identidad y protagonismo en un modelo de interacción centrado en la complementariedad de los actores.
Los países de América Latina, y Argentina en particular, no han sido ajenos a esta tendencia internacional en cuanto al fortalecimiento, el desarrollo y la participación de las organizaciones de la Sociedad Civil (OSC) en los procesos sociales. Reflejo de ello ha sido la irrupción en el escenario público de organizaciones comunitarias, de prestación de servicios sociales que trabajan en cultura y deportes, de defensa y ampliación de derechos de todo tipo –humanos, cívicos, del consumidor, de la infancia, de la mujer, etc., asociaciones profesionales, gremiales y patronales, centros académicos y organizaciones filantrópicas-.
Se considera que estas organizaciones se caracterizan por su potencial para contribuir a dar respuestas frente a las necesidades, su capacidad de innovación y establecimiento de relaciones directas, su estímulo a la participación, su relación costo/ eficiencia, la responsabilidad y rendición de cuentas de sus acciones y la realización en forma de diagnósticos de los problemas(1).
La amplitud, la diversidad y la heterogeneidad amenaza la propia identidad del sector, le hace perder visibilidad y poder y, dificulta su gobernabilidad. Falta, por tanto, un estudio profundo de las OSC y una organización que las incluya, haga crecer las relaciones de confianza mutua y las represente como actores sociales(2).
El trabajo de investigación partió de una categorización preliminar que comprendía tres grandes tipos de organizaciones:
- Organizaciones que desarrollan trabajo de asistencia directa a las poblaciones beneficiarias.
- Organizaciones que prestan asistencia técnica a otras organizaciones.
- Organizaciones de estudio e investigación.
El aporte de la comunicación a la gestión
Comprender los acontecimientos es, al mismo tiempo, comprenderse en medio de los acontecimientos. Aún en aquellos que aparezcan como más cotidianos, habituales y hasta banales. Porque somos parte de los acontecimientos... también cuando decidimos “hacernos los distraídos”.
La gestión de procesos comunicacionales es un conjunto de acciones y procedimientos mediante los cuales se despliegan o ponen en juego una variedad de recursos de comunicación para apoyar la labor de los grupos, las organizaciones y las comunidades.
“Gestionar –decíamos en otro trabajo– es el arte de hacer posible un rumbo y alcanzar una meta en medio de las dificultades y de la imprevisibilidad de los acontecimientos. Para ello es necesario ponderar, negociar y producir siempre nuevos consensos”. Y agregábamos que “en ese sentido, cuando nos referimos a la gestión estamos hablando de una acción política”(3). Este accionar está estrechamente vinculado a la noción de participación; a su vez sólo podrá lograrse una participación plena a partir del reconocimiento de la simetría y complementariedad de saberes entre el comunicador y los sujetos sociales que participan de la organización.
Desde otro lugar, gestionar es también encontrar y desarrollar los medios y las acciones, los caminos más adecuados para vincular, mediante la planificación, el presente con un horizonte utópico. La eficacia de la gestión está determinada también por la planificación, es decir, por los objetivos que se tracen y las acciones que se programen a partir de una mirada diagnóstica sobre la situación que nos ocupa.
“En materia de gestión o de estrategias de gestión –sostiene Ramón Martínez Guarino– no existen recetas preestablecidas. En general, no hay un solo camino para llegar a un destino. Tampoco se puede decir que el camino está predeterminado. Puede haber ventajas o preferencias derivadas de situaciones concretas, por las coyunturas de un momento y de un lugar”(4).
En este sentido podemos afirmar que la gestión es una acumulación de prácticas llevadas adelante por actores en las que estos buscan proyectarse, es decir, trascender su individualidad para ejercer influencia, para incidir, sobre lo institucional y lo social.
La comunicación aparece como un componente clave en cualquier espacio de la sociedad, porque todo problema social entraña un problema comunicacional. Pero a la vez, aquella siempre se produce en un contexto socioeconómico y cultural. Es por ello que resulta imposible pensar la vida social sin la instancia que la articula y sostiene.
La comunicación brinda la oportunidad de desencadenar procesos capaces de crear las condiciones para la transformación de la situación actual de las comunidades y los grupos, apostando a un enriquecimiento y desarrollo de su existencia. Podemos decir, al mismo tiempo, que la comunicación se puede entender también en este marco como la construcción de un proceso educativo que tiene por objetivo la definición de las prioridades y la elección conjunta de los caminos concretos para acercarse a las soluciones demandadas.
En la sociedad de nuestros tiempos la comunicación se ha constituido en una herramienta fundamental para entender y para entendernos, por lo tanto, en un recurso imprescindible para la gestión. El desarrollo tecnológico de los sistemas comunicativos, pero también la manera en que los aspectos propios de nuestra disciplina adquirieron relevancia en la cultura moderna, hace que no se pueda prescindir de la mirada y los recursos de la misma.
Desde esta comprensión se puede entender que la comunicación contribuye a:
- La construcción y el fortalecimiento de escenarios de participación comunitaria. Esto significa que la comunicación contribuye a la promoción de los sistemas de comunicación e intercambio destinados a mejorar las relaciones de los diferentes actores y a favorecer la participación de los ciudadanos en la gestión.
- Generar mecanismos para el intercambio de experiencias y conocimientos compartidos.
- Desarrollar espacios de diálogo necesarios para promover el cambio de las formas de relación de los actores involucrados en el proceso.
- Facilitar el diagnóstico de los problemas y la articulación de esfuerzos grupales e institucionales para la búsqueda de soluciones.
- Apoyar la reflexión colectiva y la toma organizada de decisiones.
- Establecer estrategias de transferencia e intercambio de conocimientos para solucionar los problemas sociales.
- Fortalecer las identidades culturales.
- Promover el entendimiento y el reconocimiento mutuo.
- Fortalecer la capacitación de quienes trabajan en relación con actores sociales locales, mejorando la capacidad de comunicar y de mediar la información e impulsando la producción de materiales didácticos.
Todo lo anterior suponer entender la comunicación como un intercambio de sentidos y de productos simbólicos y no meramente como la transmisión de información o de contenidos. Supone comprenderla también como un componente esencial de la cultura de cada comunidad local.
Notas
* El presente trabajo se inscribe en el Proyecto de Investigación: “La planificación de la comunicación aplicada a la gestión de organizaciones sociales, comunitarias y educativas, que actúan en espacios urbanos”, dirigido por Washington Uranga e iniciado el 01/01/01 en el marco del Programa de Incentivos a Docentes e Investigadores. Forman parte del equipo de investigación: Martín Iglesias, María Bosch, Daniela Bruno, Hernán Díaz, Lucía Guerrini, María Flor Gianfrini, Graciela Radulich, Héctor Thompson, Teresita de Jesús Vargas, Andrea Iotti, Isabel Peyssé, Javier Carou, Cecilia Huarte y Carolina Arribi.
1 PERFIT, Janine. “A modo de prólogo”, en El Capital Social. Hacia la Construcción del Índice de Desarrollo Saciedad Civil Argentina.
2 JIMÉNEZ, Mónica. “A modo de prólogo”, en El Capital Social...
3 URANGA, Washington y equipo de cátedra. Comunicar utopías, Mimeo, 2002.
4 MARTINEZ GUARINO, Ramón. Estragegias de gestión y microplaneamiento, Buenos Aires, Ed. Lumen Humanitas, 1996, p. 23.