Alfredo Alfonso y Magalí Catino |
Reterritorializaciones emergentes. Nuevas formas de politicidad e identificaciones constitutivas de sujetos*
Contenido
Objetivos
Abordaje Metodológico
Bibliografía
Esta investigación tiene por objeto indagar las reterritorializaciones emergentes y los procesos de constitución de sujetos, en torno a la ciudad como formadora/ educadora, considerando como aspectos claves las nuevas formas que adquiere la politicidad en tanto producción de sentido, atendiendo en particular a las organizaciones que agrupan a nuevos sujetos urbanos. Se intentará visualizar cómo se imprimen nuevos sentidos a las prácticas culturales, formativas y políticas cotidianas y cuáles son los lugares de certidumbre e incertidumbre de la cultura urbana de la ciudad de La Plata. Se abordará el problema de los otros en los procesos de identificación así como las nuevas formas que adquiere lo político en las representaciones y las prácticas de estas agrupaciones, tanto en su constitución interna como en su reterritorialización, en el sentido que Ortiz le otorga a la recuperación simbólica del espacio, que influye en la presentación y el reconocimiento en cuanto se articulan con nuevos regímenes de visibilidad social (Ortiz, 1996). Por este motivo se ha optado por investigar tipos de organizaciones que agrupan a los sujetos urbanos, en y con las cuales esos sujetos se identifican y a partir de las que desarrollan novedosas modalidades de politicidad: el Movimiento Murguero y el Movimiento Piquetero, además de elaborar un mapa, bajo la metodología del cartografiado, de nuevas formas asociativas comunitarias productivas en la ciudad de La Plata. El período abarcado es el de 2000-2002.
Algunas de las preguntas e interrogantes que organizan el trabajo y que dan cuenta del abordaje desde el que nos situamos, son: Cuáles son las características de la organización de estos espacios sociales emergentes constituidos a partir de nuevas formas de lazo social, qué sentidos propios inscriben, cómo constituyen la relación con los otros, de qué manera se configuran las prácticas y sentidos tanto formativos como políticos, cómo y cuáles son las formas de reterritorialización de estos movimientos en la ciudad de La Plata.
Como equipo de investigación nos situamos en la perspectiva de los estudios culturales, en cuanto pretendemos comprender el espesor de las transformaciones de las prácticas, las instituciones y las formas culturales, relacionándolas con los cambios sociopolíticos. El propósito general es articular lo cultural con lo político o, dicho de otro modo, capturar el sentido cultural de lo político y el sentido político de la cultura, comprendiendo entonces a la cultura como terreno de lucha por la hegemonía.
Sin embargo, esta articulación no es universal: los “estudios culturales” dependen y se refieren a un contexto, a diferentes lugares y momentos; están determinados geográfica e históricamente (cfr. Morley, 1996). Son modestos en cuanto producen formas locales de discurso que necesariamente deben respetar las fronteras culturales y políticas; en este sentido, no pueden instituirse como una ortodoxia o como un cuerpo fijo de doctrina (impropiamente universalizadora). Por otro lado, capturan el sentido de la cultura como práctica, forma e institución, manteniendo el compromiso por articular las cuestiones teóricas con las cuestiones políticas, y considerando dos dimensiones de los procesos comunicacionales: una macrodimensión y una microdimensión, sin que una anule a la otra. Es decir, en el estudio de las prácticas culturales de comunicación lo que se procura es reconectar la dimensión de los macroprocesos históricos con los microprocesos biográficos (Murdock, 1989), así como percibir la articulación entre las grandes estrategias geopolíticas y las pequeñas tácticas del hábitat (cfr. Foucault, 1980; De Certeau, 1996).
Debido a estas características, los “estudios culturales” resultan apropiados para el abordaje de problemas producidos en el mismo proceso de transformación político-cultural, como lo es el que se presenta como objeto de esta investigación.
Por este sentido es que entendemos que la fuerza de lo simbólico y el papel que desempeña en la organización social debe ser analizado. Así, la tarea por las transformaciones sociales y culturales que se están operando pasa por la pregunta acerca de las fuerzas que actúan en las ciudades con relación a una visión del mundo, a un proyecto explícito o no, de lo pensable y lo prohibido, de lo deseable y lo intolerable y del papel que en el impulso de estos proyectos juegan los medios de comunicación. Se trata, por lo tanto, de intentar visualizar, develar, por dónde pasan las respuestas sociales y las formas culturales y cuáles son los lugares de certidumbre e incertidumbre de la cultura urbana de la ciudad de La Plata.
En el panorama actual necesitamos, entonces, reconocer que las prácticas culturales cotidianas no se llevan a cabo sólo en las instituciones modernas, sino en muchos otros polos con y en los cuales los sujetos se identifican y constituyen; y esos polos son más diversos, son múltiples e incluso más inasibles, no controlables ni regulables. Por esto, en las sociedades mediatizadas adquiere relevancia investigar la multiplicidad de polos de identificación alrededor de los que los sujetos se constituyen cotidianamente. A partir de allí posee relevancia, también, reconocer qué tipos diferentes de sujetos se constituyen, y si esos polos tienden a reproducir o a transformar las relaciones sociales vigentes; si contribuyen a fortalecer el conformismo social o a instituir distintas formas de oposición posibles de articularse en acciones de resistencia.
Dejar de lado o pasar por alto, hoy en la investigación, esas prácticas socioculturales, esos múltiples polos de identificación, implicaría asumir, epistemológica y políticamente, una perspectiva desmovilizadora. Significaría ignorar el papel que juegan esos polos en la conformación de los nuevos espacios públicos, en los cuales se pugna por la hegemonía de múltiples maneras.
Esta situación puede ser captada en la descomposición de la política como referente colectivo, histórico/ social, y en la crisis de su credibilidad. Lo político refleja la condensación de las distintas instancias del poder social, los intereses económico-sectoriales y valores fundantes, las identidades sociales y culturales que se manifiestan como voluntades colectivas (Argumedo, 1996). Entendiendo lo político como el espacio de vertebración entre diferentes factores (económicos, sociales, culturales, etc.) alrededor del enfrentamiento entre proyectos históricos, expresando la síntesis de las contradicciones entre fuerzas sociales, históricamente determinadas. Lo político se rige según la lógica de cooperación o antagonismos entre voluntades colectivas e incorpora diversas concepciones culturales, esquemas de alianzas y proyectos de acción.
Es en este contexto donde adquiere relevancia la pregunta por las formas organizativas de distintos actores sociales. La emergencia de “nuevos movimientos sociales” que pueden caracterizarse como nuevos en la medida que sostienen la defensa de la sociedad civil sin tener el carácter de revolucionarios y/o totalitarios y en la medida que otorgan nuevos sentidos de subjetividad política y social y una especificidad identitaria característica de las formas concretas de organización y lucha de dichos procesos. Estas nuevas formas organizativas plantean propuestas de gestión y de acción, escapando a las formas tradicionales de concebir el ejercicio político y sus escenarios, e interpelan a la capacidad de la sociedad para existir como un conjunto articulado, vinculado por relaciones de interdependencia.
Dado el abordaje en el que nos situamos, es necesario colocar en el centro de la escena al sujeto, entendiendo que el sujeto social se constituye en prácticas sociales diversas, mediante interpelaciones de distinta índole que aluden a múltiples polos de identidad, racial, de clase, nacional, sexual, generacional, etc. Estos espacios sociales pueden ser considerados espacios formativos diferenciales, que se trasuntan en una forma particular del saber, construida en la relación con los otros y que constituyen al sujeto y al grupo como tales. Estos espacios sociales son susceptibles de convertirse, en momentos específicos, en formativos en tanto que autorizan y permiten la transformación y enriquecimiento personal del sujeto a partir de las concepciones y relaciones con otros. Los puntos de debate respecto de la constitución del sujeto social se plantean con relación al de la relativa unicidad, o multiplicidad de identidades a que aluden las prácticas constitutivas del sujeto y el relativo al carácter específico de dichas prácticas que pueden tener mayor relevancia en un determinado momento. (Buenfil Burgos, 1992).
Objetivos
- Relevar las organizaciones emergentes que nuclean a los nuevos sujetos urbanos en la ciudad de La Plata.
- Indagar acerca de la relación entre los procesos de identificación de los nuevos sujetos urbanos y las nuevas formas de politicidad en el marco de las nuevas organizaciones.
- Explorar la constitución de espacios formativos y procesos de producción de sentido en los espacios públicos que generan agrupamiento sociales y procesos de reterritorialización.
- Rastrear la interpretación subjetiva de las propias trayectorias y la identificación con las organizaciones.
- Indagar acerca de las formas que adquiere lo formativo tanto en la comunicación instituyente interna como en el espacio público y su visibilidad pública.
- Desarrollar formas de abordaje diversos (revistas, periódicos, ciclos radiales o televisivos, documentales, CD Rom etc.)
Abordaje Metodológico
Las estrategias metodológicas planteadas son complementarias y articuladas entre sí, inscriptas en una perspectiva del análisis cultural designada como cartografía cultural, la cual pretende mapear la construcción del significado en las formaciones sociales contemporáneas (Mc Laren, 1995). De un primer relevamiento cartográfico de identificación de los nuevos sujetos se articulará con el desarrollo de historias de vida de modo de establecer cartografías o mapas situacionales de segundo orden. Estos constituirán elementos que posibilitarán, historizando los grupos, identificar los acontecimientos y las condiciones materiales que las impulsaron y dieron lugar.
Como metodología analítica, adoptaremos la “descripción densa” de las prácticas culturales de los sujetos y los grupos que esté atenta a las formas en que los sujetos incorporan el mundo y en los movimientos de creación y reproducción que le dan sentido. Este abordaje consiste en desentrañar las estructuras de significación que hacen a las prácticas culturales. Aparecen así tres niveles de descripción: la descripción del hecho en sí, la interpretación que de ese hecho hacen los actores, y la interpretación que de las narraciones de los sujetos hacen los investigadores desde las perspectivas teóricas asumidas. Estos tres niveles pueden ser entendidos como tres fases metodológicas de la investigación, aunque no considerándolas como estadios discretos de un método secuencial, sino como dimensiones distintas de un proceso interpretativo complejo. A partir de este abordaje metodológico se define organizarlo en niveles analíticos:
Nivel I: Relevar las organizaciones emergentes que nuclean a los nuevos sujetos urbanos en la ciudad de La Plata.
La técnica metodológica que aquí se utilizará será el cartografiado. El cartografiado nos permitirá, en un primer momento, el relevamiento de los sujetos urbanos y sus organizaciones emergentes en la ciudad de La Plata. Este proceso se focalizará, a priori, en tres grupos: Movimiento Murguero, Movimiento Piquetero y nuevas formas asociativas comunitarias productivas. Esta estrategia se inscribe en la cartografía cultural, por la cual a partir de inventarios de información en primer término, simple y acotada a los grupos, se profundizan las prácticas culturales y los acontecimientos generándose nuevos mapas que den cuenta de la emergencia cultural y política y su articulación con otros espacios políticos culturales hegemónicos. La estrategia permite establecer una mirada topológica y temporal del espacio urbano, identificando y reconociendo la localización de los grupos emergentes, en cuanto grupos y sus prácticas. Se realizará a modo de mapa situacional en la que se ordena la información. Se trata de formar unidades témporo-espaciales, donde todo acontecimiento puede ser ubicado en un punto de relaciones, dado que los mapas situacionales tienen una dimensión presente y una histórica. El mapa situacional ordena rutinas y trayectos de los grupos emergentes, desde la perspectiva de las interacciones sociales planteada por A. Giddens estas son una ocurrencia oportuna y ritualizada de encuentros de sujetos, de los que se va delineando, o no, el carácter de identidad de los nuevos sujetos.
Nivel II: Explorar la constitución de espacios formativos y procesos de producción de sentido en los espacios públicos que generan los agrupamientos sociales emergentes y los procesos de reterritorialización.
Las técnicas metodológicas que se utilizarán serán: a) entrevistas temáticas y b) relatos biográficos.
a) Teniendo en cuenta los ejes centrales definidos desde el marco teórico y los emergentes del cartografiado, se diseñarán y llevarán a cabo entrevistas temáticas que permitan identificar los espacios formativos así como las formas de nombrar y percibir las relaciones nosotros/ otros, lo permitido/ lo prohibido, lo público/ lo privado, lo seguro/ lo inseguro, encuentro/ desencuentro, identificación/ distinción. La técnica de la entrevista tiene el propósito de producir un discurso conversacional, continuo y con una cierta línea argumental, que permita profundizar los emergentes del cartografiado. La entrevista en profundidad, permite abordar comunicativamente a la realidad donde la palabra muestra una experiencia personalizada, biográfica e intransferible, articulada con diferentes contextos histórico-sociales. Con lo que la entrevista puede dar cuenta de los procesos microsociales. La cantidad de entrevistas no podrá fijarse de antemano ya que depende de la posibilidad de saturación temática. Se analizarán y sistematizarán los datos construidos a través de las entrevistas temáticas.
b) Esta estrategia de relatos biográficos, se realizará, con el objeto de acceder a aquellos elementos que permitan reconstruir competencias socio-culturales, es decir se explorarán aquellos condicionantes estructurales y estructurantes de las prácticas de los sujetos conformados a través de historias individuales/ sociales. Los relatos de vida están formados por relatos que se producen con la intención de elaborar y transmitir una memoria, personal o colectiva, que hace referencia a las formas de vida de una comunidad en un período histórico concreto. No son estrictamente individuales, sino la articulación personal frente a formas de racionalización o de explicación de los cambios sociales que se presentan con características de universalidad y unidireccionalidad. Es decir, se entienden como las historias de un sujeto, individuo o grupo, que se construye en las determinaciones del sistema social. Relatos de vida efectuados por un narrador ubicado en el presente y en su contexto institucional o grupal que le da identidad, rastreando en el pasado las estaciones de un itinerario personal de construcción de su subjetividad. Tal como plantea Paul Ricoeur “el relato es acto configurante, que de una simple sucesión, obtiene formas temporales organizadas en totalidades cerradas. Ese tiempo configurado está estructurado en tramas que combinan intenciones, causas y azares” (Ricoeur, 1991). Al igual que las entrevistas temáticas la cantidad de las mismas no puede fijarse de antemano.
Nivel III: Se correlacionarán y analizarán las informaciones obtenidas a través del cartografiado, las entrevistas temáticas y los relatos biográficos. Se pondrá en relación a través de categorías teórico/ analíticas la información recolectada, de manera de poder realizar un análisis e interpretación creativo que aporte elementos de explicación compleja.
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*El presente trabajo se inscribe en el Proyecto de Investigación: “Reterritorializaciones emergentes. Nuevas formas de politicidad e identificaciones constitutivas de sujetos”, dirigido por Alfredo Alfonso e iniciado el 01/01/03 en el marco del Programa de Incentivos a Docentes e Investigadores. Forman parte del equipo de investigación: Magalí Catino, Guillermo Quinteros, Cristian Jure, Néstor Daniel González, Susana Martins y Laura Gómez.