Gladys Cárdenas Palomino [1]




Comunicación, mujeres y migración


Contenido
El caso: Feminización migratoria
El aporte
La mirada comunicacional
Las percepciones
Las prácticas
El Círculo de Residentes
Las redes comunicacionales
Planificación y gestión del programa radial “Ecos del Perú”
Redes de sentidos a partir del programa radial
Bibliografía

Las migraciones, como tales, siempre han existido desde la aparición del hombre en la tierra. Este fenómeno, junto con los nacimientos y las muertes, integra los tres componentes del cambio en la población. Pero hoy por hoy, y como consecuencia de factores económicos, políticos, sociales y culturales, las migraciones adquieren un matiz complejo por el hecho de ser “forzadas”. De allí que su estudio sobrepase la cuestión estrictamente demográfica y requiera de una necesaria comprensión que lo sitúe en un contexto cultural y social.

En nuestro continente, observamos que los procesos de globalización nos ubican frente a una amplia diversidad cultural e histórica. En América Latina, este fenómeno es consecuencia de los programas económicos neoliberales implementados por los gobiernos de estos países, cuya aplicación está generando un incesante incremento de la pobreza, el hambre y el desempleo, y una creciente exclusión y marginación de millones de mujeres y hombres. En este sentido, es esencial la explicación de los valores que han de establecer la orientación de los modelos sociales en el presente milenio, situación que obliga a repensar acerca de lo que muy bien enfoca Alcira Argumedo (2000) cuando señala “el alcance otorgado al concepto de lo humano, sin silencios ni hipocresías”.

En este marco, pensar las migraciones hoy es repensar la cultura y la comunicación a partir de las prácticas sociales y culturales. Es pensar también las historias y vidas cotidianas de los sujetos que disputan lugares de desplazamiento, ya que en ese itinerario es donde construyen identidad, sentidos y significados. Porque el cruce de fronteras implica también un cruce cultural, y es de esta reflexión contemporánea de la cual nos apoderamos cuando analizamos las formas de organización comunicacionales en las mujeres peruanas residentes en la ciudad de La Plata. Así, observamos que las modalidades culturales tienen una especificidad comunicacional en términos de redes de socialización y comunicación, formas de organización que afectan tanto la interacción cotidiana como aspectos más amplios, entre los que se pueden mencionar las cuestiones identitarias y comunitarias.

En el estudio de los procesos de comunicación y los modos de percepción que se presentan en las migraciones, tomamos el concepto de “marco de referencia” desarrollado por Daniel Prieto Castillo (1983), quien señala que “este marco no desaparece necesariamente cuando se produce un cambio de residencia por migración sino que, por el contrario, es muy posible que en el nuevo lugar continúe el mismo esquema contextual, en virtud de la relación con otros migrantes y por el contacto con seres que mantienen idénticos patrones de conducta y de interpretación de la realidad”.

El caso: Feminización migratoria

Los datos señalan que Perú pasó de ser un país de inmigrantes a un país de emigrantes. Teófilo Altamirano (1992) refiere que en la década del noventa un poco más de un millón de peruanos se encontraba en el exterior, es decir uno de cada 22, lo cual significaba el 5% de la población total, aproximadamente. En el caso particular de los peruanos que migran a la Argentina, observamos que hasta la década del setenta, y parte de los ochenta, venían exclusivamente a seguir estudios universitarios, es decir que el objetivo principal era cultural, siendo muy escaso el porcentaje de trabajadores.

En la Argentina, las peruanas fueron las últimas en llegar -como lo hicieron antes las paraguayas y las bolivianas-, obligadas al destierro por la crisis económica. Antes viajaban a los Estados Unidos, España, Italia y Japón. La proporción de las migrantes peruanas es de seis mujeres por cada cuatro hombres. La deprimente situación social y económica en el Perú, reflejada en la desocupación, los bajos salarios y la incesante pobreza, ha provocado en la década del 90 la salida de miles de peruanos.

Una característica predominante de esta ola migratoria es el alto porcentaje de mujeres casadas y solteras que decidieron cruzar la frontera buscando trabajo. Si bien la mayoría tiene título profesional, o estudios superiores, lo contradictorio es que casi todas aceptan emplearse como "trabajadoras de hogar", en tareas de niñera, cuidando ancianos o limpiando casas por hora. Muy pocas consiguen un trabajo compatible con su profesión o capacitación técnica. La urgencia y la necesidad de trabajar las obliga a aceptar este tipo de empleo generalmente a “puerta cerrada”. Son mujeres que decidieron afrontar la manutención de sus familias, frente al desempleo de sus cónyuges o de sus padres. Este protagonismo de las mujeres peruanas como jefas de hogar es notable. “Las mujeres en razón de los roles de género en la división sexual del trabajo continúan siendo las responsables de la salud familiar y la sobrevivencia de sus hijos, resultando en esta década multiplicadas sus tareas” (A Beijing, 1995). No es extraño ver que cada fin de mes todo el dinero ahorrado a cambio de su trabajo es enviado a Perú, para afrontar los gastos de alimentación, vivienda, educación, vestido y salud de sus familias. Relatos que no hacen más que confirmar que la pobreza tiene “rostro de mujer”.

Se calcula en 50 millones el número de migrantes mujeres en el mundo. En América Latina, como señala Argumedo, seguimos presenciando esas maldades, esos estragos, esas tantas y tan fieras injusticias: más de dos tercios de los habitantes condenados a la miseria crítica; la catástrofe demográfica que se insinúa con el nacimiento en masa de deficientes físicos y mentales, debido a la desnutrición en el nordeste de Brasil y otros países; la reaparición del cólera y enfermedades de la pobreza que habían sido erradicadas en el mundo; el incremento de una población excedente absoluta empujada hacia conductas sociales de desesperación por el “látigo del hombre” y “la carencia de un porvenir”.

Al analizar estas estrategias de “supervivencia” en las formas simbólicas, Silvia Delfino (1999) explica que “ellas desafían las operaciones de la crítica, ya que debe especificar los alcances de las diferencias entre similitudes de símbolos en diversas experiencias culturales como las migraciones forzadas, las persecuciones étnicas o la violencia económica”.

El aporte

Según los datos que hemos obtenido a través de nuestra investigación, se sabe que un 56% de los inmigrantes peruanos residentes en La Plata tiene la secundaria completa, un 27% nivel superior y un 12% cuenta con título técnico o nivel terciario. Sumadas, estas dos últimas cifras porcentuales nos dan como resultado que un 39% de los peruanos que trabajan en La Plata, tiene nivel superior y terciario. Siguiendo con la descripción, se sabe que sólo el 3% del total de los inmigrantes cuenta con estudios primarios y un 2% con estudios secundarios incompletos. El alto nivel educativo de los inmigrantes peruanos ha sido destacado por Lelio Mármora (1998) como un aporte positivo a la sociedad argentina respecto del manejo del idioma: “en este empobrecimiento diario del idioma que estamos sufriendo -globalización mediante- aportan, especialmente en el caso de los peruanos, una indudable riqueza a nuestro cada vez más castigado castellano”.

Asimismo, Susana, una ciudadana argentina, y oyente del programa radial “Ecos del Perú”, se refiere así a la presencia de las mujeres peruanas en la Argentina: “... yo creo que fundamentalmente ustedes son muy bien recibidas por los hogares argentinos, por la cultura que ustedes traen, no? Por la instrucción que ustedes tienen, todas son mujeres con estudios secundarios y algunos con estudios universitarios y terciarios también, y por lo mismo que uno, por lo atenta que son, por lo responsable que son, por lo competente que son como profesionales, no? Yo he tenido posibilidades de hacerme tratar con una persona que es kinesióloga, una peruana kinesióloga, acá en La Plata, que es excelente. Pero lo que te estaba diciendo es que ustedes son muy buenas personas para tenerlas cerca, eh. Porque son competentes en cuanto a sus consideraciones este, de la vida, de lo político...”.

Al constatarse las condiciones de vida de las inmigrantes peruanas en Argentina, queda evidente que hay diferentes formas de inserción laboral de las mujeres y que varía según la edad, el estado civil y, especialmente, el nivel cultural. Hay mujeres que se dedican todo el tiempo a trabajar, exclusivamente, y son las que vienen con este objetivo. Por lo general, estos casos se presentan en mujeres casadas de más de 40 ó 45 años. Estas últimas, generalmente se emplean en casas de familia en la modalidad de “cama adentro”, y sin ningún contrato de trabajo.

El número de mujeres jóvenes que también es importante en La Plata corresponde al grupo de inmigrantes que viene con proyectos más personales: estudiar y trabajar. Lo que tenemos registrado al respecto, es que un 68% de los peruanos (hombres y mujeres) residentes en La Plata, se dedica a trabajar, mientras que el 32% restante estudia en la Universidad Nacional de La Plata, siendo las carreras de mayor preferencia Medicina, Odontología y Humanidades.

Entre las dificultades que enfrentan casi todos están aquellas de carácter cultural (tiene que ver con situaciones como el desarraigo cultural y afectivo, y algunas formas de discriminación) y, básicamente, legal.

Los análisis acerca de la temática migracional refieren que los individuos que migran no son seres vacíos de contenido que tendrán que llenar su existencia con lo que la nueva situación les ofrece o depara, sino que son portadores, al decir de Liliana E. Tamagno (1984), de un universo simbólico y de comportamiento propio de su cultura. Así, podemos ver que los peruanos “no vienen solos” sino que traen consigo diversas y arraigadas formas de vida, creencias, valores, costumbres, vivencias, prácticas culturales, hábitos alimenticios, música, formas particulares de vestirse y hasta el modo singular de comunicarse y de hablar.

La mirada comunicacional

En la tesis abordamos las diferentes situaciones de comunicación considerando la idea de Daniel Prieto Castillo (1999): “Podemos hablar de situación de comunicación de un país, de una institución, de un proyecto, de una comunidad, de una familia incluso”. Esto implica tener la mirada comunicacional, una mirada particular y específica sobre los procesos sociales. En palabras de Washington Uranga (1999), es leer situaciones sociales desde lo comunicacional: “Leemos situaciones de comunicación en la trama de relaciones que los actores construyen en el espacio social”.

Nos ayudaron en la comprensión de esta temática las nociones comunicacionales acerca de la “vida cotidiana”, como el espacio donde se desarrolla la situación de comunicación: “La vida cotidiana, es todo aquello que la gente comparte a diario en sus relaciones grupales inmediatas (familia, trabajo y esparcimiento); esto supone todo un conjunto de conductas, de creencias, de conceptos y estereotipos, de expectativas, que se comparten día a día y que determinan la forma de enfrentar la realidad, actuar, concebir y evaluar, tanto a los demás como a sí mismo” (Prieto Castillo, 1983).

En este sentido, el análisis tuvo en cuenta el papel de las redes de comunicación como estrategia en la búsqueda de “empleo femenino” y supervivencia. Destacamos aquí la perspectiva de género, entendiendo el término “género” como una categoría analítica y social, para comprender los roles y las relaciones sociales entre el hombre y la mujer. Según Joan Scott (1993), el género se transforma en una manera de señalar las “construcciones culturales”, la entera creación social de ideas sobre los roles apropiados de la mujer y del hombre. Estas referencias, también nos posibilitaron vislumbrar la construcción de espacios de relaciones sociales, las prácticas culturales y las formas de organización comunicacionales que desarrollan las peruanas residentes en La Plata.

Asimismo, la tesis puso énfasis en el diagnóstico, planificación y gestión de procesos comunicacionales del programa radial “Ecos del Perú”, dirigido a la colectividad peruana de la ciudad. Una idea clave fue considerar la radio como espacio relacional o puente comunicacional de interacción entre los inmigrantes y, a la vez, como espacio de contención frente al desarraigo cultural y familiar. En este proceso, estuvieron presentes las ideas de proyecto y las utopías que nos motivaron de sobremanera a construir los pasos para ir de un punto inicial a un punto de transformación. Coincidiendo con Uranga, “proyectar nuestros sueños, imaginar el futuro, es asumir la necesidad y la posibilidad de cambio. No hay futuro sin cambio, no hay sueños que no apunten a modificar el presente. Lo mismo ocurre con la planificación”.

Este camino implicaba reconocer el contexto cultural, las prácticas sociales, y la historia de los inmigrantes peruanos residentes en la ciudad de La Plata. Así como detener nuestra mirada en la diversidad cultural, en las diferentes situaciones comunicacionales y en la trama de relaciones que se tejen en la vida cotidiana de los inmigrantes, entendida ésta última como el lugar donde se ponen de manifiesto las relaciones de comunicación, las relaciones de los hombres y mujeres, es decir, de lo humano.

Un aspecto relevante y significativo en este proceso comunicacional fueron las redes de sentidos que a partir del programa radial “Ecos del Perú” fueron construyendo los interlocutores, en el marco de las relaciones grupales e interacción. Los sentidos que se ponen en alto relieve son de: identidad, pertenencia, contención frente al desarraigo cultural y afectivo e integración social, entre otros.

Las percepciones

Prieto Castillo considera que desde el punto de vista de la comunicación y la cultura un aspecto relevante es el concepto de percepción y el marco de referencia en las migraciones. Estas nociones señalan la manera como un individuo discrimina y evalúa la realidad para orientar su conducta. La percepción es definida por el autor como el proceso de extracción de información de la realidad, que va más allá de la supervivencia para convertirse en una extracción de información cultural, en el sentido amplio de este término. En el aprendizaje perceptual se aprende a ver los significados de las cosas.

Cuando hablamos de significados indudablemente tomamos distancia de los conceptos clásicos de la comunicación ligada a los medios y los efectos, que responden a los modelos matemáticos de información. Y, en cambio, nos sumergimos en las nociones de la comunicación vinculada a las prácticas culturales. En términos de Jesús Martín Barbero, es tomar en cuenta el espesor cultural. Y es considerar que los sujetos receptores no se quedan en un lugar pasivo sino que, como dice Cristina Mata, son sujetos que transforman porque también son emisores, y en ese juego aportan significados y sentidos.

En esta perspectiva, García Canclini (1997) también nos brinda un aporte respecto a redefinir la cultura en condiciones de multiculturalidad. Señala que la cultura no es identificable fácilmente puesto que se trata de procesos sociales, y parte de la dificultad de hablar de la cultura es que esta circula, se produce y se consume en la sociedad. En las actuales condiciones de comunicación globalizada, el autor sugiere analizar la complejidad que asumen las formas de interacción y de rechazo, de discriminación, de hostilidad hacia los otros en estas situaciones de confrontación permanente. Los escenarios donde se vive la multiculturalidad son dos: el de las industrias culturales y el de las ciudades. Como señala el autor, “hoy son millones que van de un lado a otro todo el tiempo, viven en forma más o menos permanente en otra sociedad distinta de aquélla en que nacieron. Cualquier gran ciudad es multicultural, está llena de migrantes... Es por este tipo de procesos sociales que ha sido posible pensar o repensar la cultura de un modo sorprendente”.

Las prácticas

Nuestro contacto con los miembros de la colectividad peruana en la ciudad de La Plata nos ha permitido conocer que el desarraigo cultural es un problema vigente como el pan de cada día, especialmente en los recién llegados. Frente a ello, las formas de contención que desarrollan están vinculadas con espacios donde, por ejemplo, la comida tiene una gran importancia y significado ya que en torno a ella se tejen relaciones familiares y de amistad. Igualmente, encontramos espacios donde se recrean sentidos y significados como los rituales religiosos que destacan las costumbres de sus pueblos; los espacios de ocio, que varían según la edad; las acciones comunitarias, que se expresan en formas solidarias; las acciones cívicas, que se vinculan con actos electorales, y el acceso que tienen a los medios masivos de información.

Estas prácticas sociales y espacios relacionales cobran valor para nuestros estudios en la medida en que son producto de interacciones y de comunicaciones humanas. Así, por ejemplo, la comida no es necesariamente una actividad biológica, el comer es una práctica social y cultural. En La Plata, las interacciones entre los inmigrantes peruanos se dan con una particularidad en la que destaca la comida. Como se ha observado, en cada actividad familiar, que por lo general son reuniones de fin de semana y espacios de comunicación al fin, no falta alguna comida peruana. Ocurre lo mismo cuando se juntan grupos de amigos, o cuando se llevan a cabo grandes fiestas o encuentros intergrupales que convocan y unen a los hombres, a la familia, a los amigos.

Es en el entorno de la comida donde se generan los grupos sociales, se interactúa, se intercambian sentidos, se propician conversaciones y las diversas formas de comunicación. Lo que hemos observado es que las mujeres son las que más se visitan entre ellas. Las inmigrantes, en su gran mayoría, trabajan en casas de familia durante toda la semana, salen los sábados al mediodía y deben retornar el lunes, muy temprano. Entonces, sólo tienen los fines de semana para visitarse entre hermanas o entre primas o tías. Esta práctica de las visitas familiares no es común en los varones, pues ellos prefieren la red de amigos.

Katia: “En mi casa los domingos nos reunimos todos juntos, hacemos un pequeño recreo familiar. Y con mi tío nos reunimos los miércoles... porque mis hermanos juegan al fútbol con mi papá y las mujeres nos dedicamos a la cocina... mi mamá siempre prefiere cocinar nuestras comidas de allá, pero acá no se consiguen fácilmente los ingredientes porque allá tenemos tantas variedades de papa, y bueno junto con la comida está el diálogo de la familia”.

Otra práctica importante está dada por los rituales religiosos. En su mayoría, los inmigrantes peruanos que residen en La Plata son católicos. Las mujeres los domingos asisten a misa buscando una forma de contención y siguiendo sus costumbres religiosas. Así, hace ocho años se ha creado la Hermandad del Señor de los Milagros cuya procesión, que consiste en recorrer las principales calles adyacentes a la Iglesia San Miguel Arcángel -donde se encuentra dicha imagen religiosa- se realiza cada mes de octubre. Esta procesión se realiza en medio del fervor religioso de los fieles, quienes participan ataviados con trajes de color morado, que es el que tradicionalmente identifica al Cristo limeño. Los miles de devotos llevan velas, incienso, postales, y en el recorrido elevan oraciones y cánticos con gran unción católica.

El Círculo de Residentes

En La Plata, desde 1987, funciona el Círculo de Residentes Peruanos cuyo diagnóstico comunicacional, en términos de organización, arroja resultados que contradicen la noción e idea de colectividad, de bien común o comunidad. Dicha organización tiene una conducción masculina y, como tal, prima la visión de este grupo, tanto en las actividades que realiza como en el ejercicio del poder, demostrando una evidente marginación de las mujeres. Esta situación de acceso diferenciado en la construcción de poder, en la toma de decisiones y en la emisión de opinión que se registra en el Círculo, quizás sea una réplica de lo que ocurre en las prácticas ciudadanas, en la política partidaria y en los gobiernos de los países de América Latina. De lo contrario, ¿cómo se explica esta clara marginación de las mujeres que no obstante son mayoría al interior de la colectividad?

Frente a esta especie de hegemonía masculina en el Círculo, las mujeres han desarrollado otras formas de organización informales al modo de redes de comunicación y relación que involucran acciones y estrategias de supervivencia y solidaridad, especialmente en la búsqueda de empleo y en la contención y desarraigo. En las lecturas sobre la Ley de Ayuda Mutua encontramos que la cooperación mutua tiene una gran influencia entre los grupos humanos para el logro del progreso de los pueblos. Siguiendo a Piotr Kropotkin (1970), en esta línea se rescatan los valores de cooperación y la socialidad, que fueron los ideales fundamentales de las comunidades aldeanas de la edad media. El autor, nos invita a pensar la ayuda mutua como base de la ética, como concepción de la unidad de y con todo lo humano

Esta situación nos conduce a retomar el planteo de Denise Najmanovich (1995) acerca de un modelo heterárquico para una organización, lo cual significa que el poder circule en la organización y no como ocurre en la concepción jerárquica donde sólo gobierna el “jefe supremo”.

Las redes comunicacionales

La existencia de estas redes informales, que se han ido tejiendo espontáneamente entre las mujeres, genera espacios donde se pueden encontrar demostraciones de solidaridad, afecto y contención frente al sinnúmero de actitudes de discriminación, desarraigo cultural, problemas de autoestima, búsqueda de empleo y muchos otros factores de carácter legal. Sobre el papel que juegan las redes sociales, Argumedo refiere que “constituyen la base más sólida para la transformación de las relaciones fundamentales y de la estructura socioeconómica de las sociedades latinoamericanas con un sentido de democratización integral”.

En estas redes informales se puede notar un modo específico de relación entre las mujeres para conseguir un trabajo, “porque una recomienda a otra”. En las casas de familia donde trabaja la mayoría de las inmigrantes peruanas no hay certificado ni título que valga, cada una por sus propios valores (educación, honestidad, respeto y eficacia) se recomienda sola. Esta “carta de garantía” de una mujer sirve para recomendar a otra para un trabajo similar, y es aquí donde las redes de mujeres adquieren sentido en tanto construyen lazos solidarios para la solución de búsqueda de empleo.

Estos lugares, al modo de redes informales, también adquieren significado en la ayuda para afrontar el desarraigo cultural. Los encuentros informales, como fiestas, bautizos o polladas, entre otros, de alguna manera posibilitan el acercamiento entre pares para un reencuentro que conllevará a calmar las penas y la nostalgia. Son espacios donde se expresan lazos y demostraciones de afecto y donde los diálogos son continuos. En esta perspectiva, no hay que perder de vista la construcción de acuerdos colectivos y, a partir de allí, cómo fomentar diálogos cruzados y constantes. “Se trata de generar hábitos comunicacionales de ESCUCHA entre diferentes”, sostiene Rosa María Alfaro (1998) quien, siguiendo este mismo pensamiento, afirma que estas prácticas sociales adquieren sentido en términos de ciudadanía, comprendiendo que esta supone compromisos con-ciudadanos con los otros, a partir de la creación de redes, de acercamientos en común y comportamientos de solidaridad.

Estas prácticas culturales y formas de comunicación nos muestran que lo que se trata es de construir, considerando la interacción y relación multidimensional de los seres humanos con su ambiente y con la diversidad existente. Porque en un mundo de interacciones ya no hay lugar para la pureza, sino que es un juego permanente del encuentro y la diferencia.

Planificación y gestión del programa radial “Ecos del Perú”

En base a lo expuesto en las anteriores líneas, que vendría a ser parte del pre diagnóstico comunicacional, llevamos a cabo el diagnóstico, planificación y gestión de procesos comunicacionales del programa radial “Ecos del Perú”, como un espacio relacional que brinde posibilidades para afrontar el desarraigo de los inmigrantes a través de la difusión y el intercambio de música, tradiciones y valores culturales. Así como para promover oportunidades que den lugar a la cohesión de la colectividad.

La planificación de acciones comunicacionales permitió definir la propuesta radial en cuanto al contenido, financiamiento y emisión. Las acciones estuvieron orientadas a fomentar situaciones de intercambio e interrelación con los destinatarios del proyecto Una de las acciones, por citar un ejemplo, estuvo dada por las reuniones formales e informales que sirvieron para: definir la emisora, la designación de roles, la elección y redacción de separadores, redacción de cartas y solicitudes para los auspicios publicitarios, redacción del proyecto radial, entre otras.

Este contacto y acercamiento con los inmigrantes nos ayudó a descubrir cuáles son sus sueños y anhelos, sus proyectos de vida, desilusiones, pesares y demandas. Y así fue como llegamos a conocer que en 1998 se emitía en La Plata un programa de música salsa a través de una FM. Pero los inmigrantes no sólo querían escuchar salsa sino, también, la música de sus pueblos; querían relatar sus costumbres, es decir, hablar y ser escuchados a la vez. Después de conocer el contexto y diagnóstico situacional de comunicación, y siguiendo la línea prospectiva, pensamos aquí en la idea de proyecto, en esa mirada puesta hacia delante, de proyectar y de avanzar.

Partiendo de estas percepciones y de las nociones comunicacionales, el programa salió al aire el 12 de julio de 1998, por FM Universal, al calor de las fuertes medidas represivas y discursos políticos contra la alta ola migratoria que registraba la Argentina. Estos discursos aludían a los inmigrantes como culpables del desempleo, porque les quitaban trabajo a los argentinos”. Este, era un ingrediente más para poner en marcha el proyecto radial, pues era urgente que las voces de los inmigrantes peruanos fueran escuchadas. El programa, era una producción independiente. El primer contrato con la radio duraba dos años consecutivos, tras los cuales se interrumpió por factores económicos y publicitarios. No obstante, tras la organización de acciones solidarias a cargo del grupo de amigos del programa, y la renovación de auspicios en febrero de 2001, volvió a salir al aire por la misma emisora.

En el trayecto se han realizado acciones no sólo de difusión, a través de la emisora, sino también de intercambio con instituciones y organizaciones sociales de La Plata. Las secciones que contiene el programa son: musical, “La Receta de la Abuela”, la sección cultural y la informativa. También está “Momento poético, la sección de las Notas sociales”, combinadas todas con cortinas musicales, separadores radiales y publicidad.

Redes de sentidos a partir del programa radial

Los sentidos que se tejen a partir de la producción y emisión de mensajes radiales son diversos pues tienen que ver con el contexto social, con las situaciones particulares de cada uno de los perceptores, con la forma y el contenido mismo de los mensajes. La construcción de sentidos está inmersa en un proceso de significación y de aspectos simbólicos, que tejen los propios perceptores al escuchar el programa “Ecos del Perú”. Este segmento forma parte de la evaluación y de nuestra relación con el proceso de comunicación que se diseñó e implementó en el dicho programa radial.

Los interlocutores estaban convocados por el programa, siendo llamativamente alta la participación de mujeres, quienes lo consideraban como un espacio de reconocimiento de la identidad peruana en la ciudad de La Plata. Así, el programa operó sobre el sujeto en la construcción de redes de sentidos como es, por ejemplo, en el reconocimiento de la identidad, como se puede percibir en los siguientes testimonios:

“Siento, yo calculo, que lo que siente todo peruano, no, el reencontrarte con tu música, estar con tu ambiente, es un sentimiento muy profundo, no, el escuchar nuevamente tu música, volver a renacer y acordarte de todo lo que has vivido… las canciones, tantas cosas, la comida, diferentes momentos, fiestas...”.

“Sentía por ahí, la alegría de disfrutar de momentos con todos, escuchar la música, nuestra música. Era un momento de tranquilidad como que no he perdido nada, como que tengo algo que rescatar a pesar de la distancia”.

También consideraban que el programa les ofrecía contención frente al desarraigo cultural y afectivo:

“Sentía que… como que estuviese en mi país, como que estaba con mi familia, me hacia olvidar que estaba fuera de mi país, por ese momento, por la música, por la comida, porque estábamos almorzando, no te hace sentir como que estás lejos de tu país. Pero que termina eso y vuelves a la realidad”.

“A través de la radio, nos hace recordar las tradiciones, las fiestas que ahí, la conductora nos habla, inclusive ella lo narra como que en ese momento lo estuviéramos viviendo...”.

Bibliografía
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- Alfaro, Rosa María. Ciudadanos de la ciudad: Cambios e incertidumbres comunicativas, Asociación de Comunicadores CALANDRIA, Lima, Perú, 1998.
- Altamirano, Teófilo. Peruanos en el exterior, Lima, Fondo Editorial de la Universidad Católica del Perú, 1992.
- Argumedo, Alcira. Los Silencios y las Voces en América Latina, Buenos Aires, Ediciones del Pensamiento Nacional, 2000.
- Delfino, Silvia. “Teorías de la cultura: Regulaciones y políticas culturales”, ponencia presentada en las IV Jornadas de Investigadores en Comunicación Social, Universidad de Buenos Aires, Universidad de Entre Ríos, 1999.
- García Canclini, Néstor. Cultura y Comunicación: Entre lo Global y lo Local. Editorial de la Facultad de Periodismo y Comunicación, Universidad Nacional de La Plata, 1997.
- Kropotkin, Piotr. El apoyo mutuo. Un factor de la evolución, Editorial Proyección, 1970.
- Marmora, Lelio. “Nuevas migraciones: bajo los ojos del prejuicio”, diario Clarín 1º de octubre de 1998.
- Najmanovih, Denise. “El lenguaje de los vínculos. De la dependencia absoluta a la autonomía relativa”, en Dabas, Elina y Najmanovich Denise (comp.). Redes. El lenguaje de los vínculos. Hacia la reconstrucción y el fortalecimiento de la sociedad civil, Paídos, 1995.
- Prieto Castillo, Daniel. Comunicación y percepción en las migraciones, España, Serbal-Unesco, 1983.
_____________ La Comunicación en la Educación, Buenos Aires, Ediciones CICCUS-La Crujía, 1999.
- Scott, Joan. “El Género: una categoría útil para el análisis histórico”, en De Mujer a Género. Teoría y práctica feminista en las ciencias sociales, Buenos Aires, Centro Editor de América Latina, 1993.
- Tamagno, Liliana. “El caso de los Nordestinos en Sao Paulo-Brasil”, en Occasional Pepers, Institute of Latin American Studies, Stockholm, 1984.
- Uranga, Washington. “Introducción a la Planificación de procesos comunicacionales”, mimeo, La Plata, Facultad de Periodismo y Comunicación Social, Universidad Nacional de La Plata, 1999.


[1] La autora es Licenciada en Comunicación Social por la Universidad Nacional de San Antonio de Abad del Cusco y el presente trabajo constituye un avance de la tesis “Comunicación, mujeres y migración. Formas de organización comunicacionales en las mujeres peruanas residentes en La Plata. Y la planificación y gestión de un programa radial” que se encuentra desarrollando en la Maestría en Planificación y Gestión de Procesos Comunicacionales (PLANGESCO) que dictan, de manera conjunta, la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la UNLP y La Crujía.