Carlos Milito y otros




El tratamiento de la guerra de Irak en las radios argentinas*

CARLOS MILITO
SANTIAGO OYARZÁBAL
LUCÍA CASAJÚS(1)

Contenido
La guerra en directo “comentada”
La guerra en todos lados
Algunas conclusiones
Notas

Cuando el 19 de marzo de 2003 comenzó el bombardeo norteamericano sobre Bagdad, comenzó también una nueva etapa en la cobertura mediática de los acontecimientos internacionales. Los medios de comunicación, a través del uso de las nuevas tecnologías, transmitieron una guerra de alcance mundial, geográficamente lejana casi con la misma facilidad que un móvil cubre un suceso en una ciudad del propio país.

Los periodistas de todo el mundo, desde Bagdad, salieron en vivo transmitiendo con una nitidez de sonido asombrosa los acontecimientos que se sucedían a miles de kilómetros de distancia. En la Argentina el diario Clarín fue el único medio con un enviado especial en Irak. Los demás, o bien se nutrieron de la cobertura y los testimonios de corresponsales de cadenas extranjeras, o contrataron a periodistas argentinos free-lance que se encontraban en el lugar del conflicto.

Gustavo Sierra fue el enviado especial del diario Clarín, pero en realidad cubrió la guerra para todo el multimedio. En una de sus salidas en Radio Mitre este corresponsal anunciaba en el exacto momento en que las tropas anglo norteamericanas desplegaban su primer ataque aéreo de envergadura sobre Bagdad: “Me puse una campera para sentirme más protegido. Las bombas estremecían la ciudad y las botamangas de mis pantalones se inflaban con cada sacudón. Esto es el infierno...”.

La conexión mediante teléfono satelital fue uno de los elementos salientes del conflicto, en comparación con guerras anteriores en las cuales era casi imposible transmitir tras un bombardeo. La radio estaba transmitiendo en directo con el testimonio y la cobertura de un periodista del multimedio el momento exacto en que se desencadenaba la guerra. Enfrentarse ante la guerra en tiempo real y con una calidad de sonido como nunca antes, permitió confirmar que algo importante estaba ocurriendo con los medios en general y la radio en particular.

¿Pero cuáles fueron las decisiones que tomaron las radios argentinas ante el conflicto y en qué medida éste modificó sus rutinas productivas y procesos informativos?

En el marco del Proyecto de Investigación “La comunicación de las noticias en radio: criterios, lenguaje y tecnología” nos encontrábamos investigando los modos en que se articulan en la producción informativa las decisiones mediáticas, las rutinas productivas, las prácticas profesionales, los valores para comunicar-informar, los procesos de inclusión, exclusión y jerarquización de las noticias, la función informativa del sonido y las tecnologías radiofónica, cuando se desató el conflicto en Irak.

La guerra irrumpió en las emisiones radiofónicas argentinas, desplazando de la agenda a temas locales, nacionales e internacionales. Conocer las características de la programación radiofónica ante esta nueva realidad, los nuevos tratamientos informativos, las fuentes utilizadas, los criterios que guiaron la agenda mediática y los nuevos diseños político-comunicacionales y también económicos y empresariales, se convirtió en uno de los nuevos objetivos de nuestro proyecto.

La guerra en directo “comentada”

La Guerra de Irak puso en evidencia que ya no se requiere un enorme aparataje tecnológico, un gran equipo de exteriores y una exclusiva conexión satelital para salir al aire. Tan sólo con una laptop con conexión inalámbrica a Internet vía satélite y un teléfono móvil, un periodista puede transmitir desde cualquier lugar del globo.

Y ya no para un medio, sino que estamos asistiendo al mismísimo periodista “multimedia”, que relata en vivo para la radio y la TV, y posteriormente escribe su crónica o nota especializada para Internet y el diario del otro día. No profundizaremos sobre este tema pero es evidente que este hecho requiere el desarrollo de conocimientos, competencias y estrategias diferentes de las que utiliza el periodista orientado exclusivamente a la radio, la gráfica, Internet o la TV.

Las nuevas tecnologías fueron una de las causas que permitieron una cobertura informativa completamente diferente de la que había tenido lugar durante la Guerra del Golfo en 1991. Esta vez, gracias a las tecnologías existentes y también a las grandes resistencias que existieron contra la guerra tanto de países como de medios y poblaciones, la información no fue patrimonio exclusivo de una cadena (como la CNN), sino que se produjo una amplia pluralidad de voces, que habilitó la coexistencia de distintas miradas, coberturas y tratamientos de la misma información.

Claro que esto no implica desconocer el fuerte poder que algunos medios, especialmente estadounidenses, pueden ejercer sobre el flujo informativo, pero lo cierto es que a través de Internet (en mayor medida que otros medios) se hizo posible el acceso a fuentes informativas alternativas: periodistas independientes, free-lance, o con una visión diferente de la impuesta por la línea editorial de su medio. Y que tendía a romper constantemente la uniformidad informativa propuesta por las principales cadenas informativas de los Estados Unidos.

El hecho de los principales países de la Unión Europea se hayan negado a dar el apoyo a la guerra desde las Naciones Unidas, legitimándola, constituye otro de los hechos que colaboró con la pluralidad informativa.

Más allá de esto, ante los mísiles lazados sobre la radio y la televisión de Bagdad por Estados Unidos fueron muy pocos los medios y gobiernos que protestaron por el ataque a la prensa. El hecho de que los medios respondieran a una dictadura como la de Saddam y fueran un instrumento central de la información iraquí no invalida la pretensión de uniformidad informativa que conllevó dicho ataque estadounidense.

Esta perspectiva prácticamente no fue tratada en los medios radiales argentinos.

La guerra en todos lados

Durante las primeras semanas de la guerra, la mayoría de los programas de las grandes emisoras de radio nacionales, hacían mención a algún aspecto relativo al conflicto. No sólo los servicios informativos o los magazines periodísticos se encargaban de dar la información, efectuar análisis y emitir declaraciones referentes al tema, sino también los programas deportivos y los de espectáculos: la guerra atravesó íntegramente la programación de la radio.

El diario USA Today escribía por entonces en sus páginas que “la extensa cobertura del conflicto, tras más de una semana, ha conseguido atraer audiencias masivas, sobre todo en televisión e Internet, aunque a medida que el conflicto se desarrolle, más espectadores, lectores y usuarios volverán a la rutina de uso de los medios anterior al conflicto”.

Resulta curioso que fuera un portal de Internet, dedicado al análisis de los medios de comunicación como Mediabriefing.com, el que ponía algo de claridad sobre las características de la cobertura: “Es una guerra televisada, pero una guerra de Internet, con una información basada en las prisas, en la catarata de datos inmediatos, donde el ritmo vertiginoso fomenta la no explicación y favorece la tormenta de informaciones, que se confirman, se desmienten, cambian y se corrigen con la misma facilidad que permiten las nuevas tecnologías”.

CNN, BBC, Al Yazira y las principales radios españolas, junto con las agencias de noticias internacionales, fueron las principales fuentes de información de los medios argentinos.

En varias radios porteñas los espacios informativos elaborados por las cadenas de radio españolas cobraron amplia relevancia informativa.

Si bien en general la guerra se instaló como un tema destacado tanto en informativos como magazines y otros programas en muy pocas ocasiones se pasó de allí. Aunque se respetaban los criterios de “ultimo momento” raramente existía desde la dirección de las radios una decisión de tratar la guerra a través del análisis, la opinión de especialistas o en profundidad.

La guerra se circunscribió a lo sucedido en el momento. Pero en muchas ocasiones se tomaba la información como proveniente del “frente” o “urgente” cuando en realidad tenía varias horas de antigüedad, producto tanto de la falta de verificación de la información recibida como de la inexistencia de personal especializado en el tema.

En general la utilización del aire sobre el conflicto de Irak siguió criterios poco claros. Pocas veces se cuestionaba o chequeaba con especialistas la información que brindaban las agencias o las cadenas informativas, muchas de ellas controladas o alineadas directamente con el gobierno de los Estados Unidos.

Algunas conclusiones

Si como relata el libro Días de Radio, en 1943 “las noticias de la guerra llegaban a las redacciones por las radios y en los diarios de la época se encabezaba mencionando las fuentes: Radio Berlín, Radio París, Radio Roma, Radio Argel”, exactamente 60 años después las noticias de la guerra llegaban a la radio vía Internet.

La cobertura que recibió la guerra en Irak no tuvo precedentes en cuanto a imágenes, sonidos y relatos en directo, gracias a los avances tecnológicos y al acceso a Irak que tuvo la prensa.

La cobertura de una guerra en tiempo real fue inaugurada por la CNN en la guerra del Golfo, en 1991, pero lo ocurrido en Irak en 2003 fue de una naturaleza diferente. Los adelantos tecnológicos simplificaron y alivianaron la labor de los cronistas en el lugar de la guerra, pero fue la presencia misma de los cronistas (no los cambios tecnológicos) la que produjo que la guerra adquiriera un sentido de proximidad para la audiencia.

Cabe recordar que la televisación de la guerra del Golfo se limitó a los resplandores nocturnos que producían los misiles al salir de las bases de lanzamiento y al explotar en terreno iraquí, con sensaciones no muy diferentes de las que producen los “fuegos artificiales”.

En el caso de la Guerra de Irak, Internet mostró su enorme potencial de comunicación, acortando distancias, superando fronteras y facilitando la pluralidad de voces. “La radio fue el medio de la II Guerra Mundial; la televisión, el de la Guerra de Vietnam; la televisión por cable, el de la I Guerra del Golfo. Y ahora Internet es el medio de la II Guerra del Golfo” rezaba un artículo de Mediabriefing.com.

Esta accesibilidad a la información que permitió Internet, hizo que la guerra estuviera presente en todos los medios y a toda hora, provocando una especie de saturación informativa, para luego -siendo un hecho la ocupación norteamericana de Irak- pasar abruptamente a un segundo plano. La amplia cobertura “en el aire” que recibió la guerra en los medios internacionales y nacionales no debe hacernos perder de vista una cuestión central cuando se trata de la información.

Solamente un medio argentino envió a un corresponsal a la guerra. ¿Era la guerra suficientemente importante como para ocupar durante más de dos semanas los espacios centrales en los informativos (radiofónicos o no), pero no para enviar un corresponsal a la guerra?, ¿Cuál es la valoración de los hechos internacionales que hacen los medios locales?, ¿Cuál es la relación costo-beneficio, tanto económica como informativa a la hora de decidir el envío de un corresponsal? Más allá de la relativa pluralidad existente, ¿cuáles, cuántas eran y qué orientación tenían las fuentes utilizadas por las radios argentinas?, ¿Qué participación tuvieron los comunicados oficiales estadounidense en el total de tiempo dedicado a la guerra?

Todos estos interrogantes constituyen una guía para avanzar sobre el análisis del tratamiento que dieron las radios argentinas ante conflictos como la Guerra de Irak. Sobre todo, nos permitirán profundizar nuestros conocimientos sobre los criterios que guían las políticas informativas ante este tipo de eventos “especiales”, que siendo nacionales -como los atentados a la Amia y la Embajada de Israel- o internacionales -los ataques contra las Torres Gemelas, Afganistán, Irak, etc.-, irrumpen en la agenda informativa y modifican radicalmente los diseños políticos, comunicacionales y empresariales, los criterios informativos y las rutinas productivas de las radios argentinas.

Notas
* El presente trabajo se inscribe en el Proyecto de Investigación: “La comunicación de las noticias en radio: criterios, lenguaje y tecnología”, que fuera dirigido por el Prof. Carlos Milito e iniciado el 01/01/01. Formaron parte del equipo de investigación: Luis Dell´ Aqua, Teodoro Funaro, Santiago Oyarzábal, Lucía Casajús, Susana Lino, Germán Gonaldi, Gonzalo Regis, Sergio Antonucci, Marcelo Sartori y Marcelo Carlino. La investigación finalizó el 31/12/03.
1 Participaron de la redacción de este trabajo los profesores Luis Dell’Acqua y Teodoro Funaro.